Por Omar Ávila
Se acelera la hiperinflación y
el gobierno continúa con su política de hambre generalizada como estrategia de
dominación, e insiste en sus insensateces.
Maduro juega al “jefe de
Estado” con sus autoritarios y tramposos aliados. “Dios los cría y ellos se
juntan”. Erdogan no se caracteriza por ser un demócrata; ni Turquía tiene mejor
situación política, económica y social que nuestra tragedia inducida.
Mientras, hasta el mes de
junio, a nivel general, la hiperinflación ha alcanzado más del 45.000%. Todos
sabemos -porque lo sufrimos- que, en alimentos e higiene, las cifras
porcentuales son mayores.
Al estrés diario de qué y
cuándo comer; a padres y representantes se nos agregan matrículas,
colaboraciones y demás, e ineludibles, gastos de escuelas, liceos y
universidades.
Si el año escolar recién
finalizado, la deserción escolar casi alcanzó el 50%; serán dramáticas las
de niños en edad escolar, cuyos padres tendrán que decidir entre comer o
enviarlos a clases.
50 millones es el promedio de
la inscripción, desde 6 millones en adelante las mensualidades. Lo que sin
lugar a dudas llevará a muchos colegios a cerrar.
Pero es que yo directamente
puedo dar fe poniendo el ejemplo de mis dos hijas, en cuyas instituciones un
tercio de sus compañeros se fueron durante el año escolar del país o
simplemente los retiraron porque ya no tenían como pagar. Sumado a que le
cambiaron de maestra a una dos veces y a la otra 3 porque estas también se
están yendo del país
Sumado a la promesa que la
Chimba Asamblea Nacional Constituyente resolvería todos los problemas
nacionales. Además del “compromiso” de audaces medidas económicas luego de su
“victoria” del 20-mayo; han derivado en la fatal proyección del 100.000% en
hiperinflación para el 2018 en los estudios de la Asamblea Nacional,
Ecoanalítica, e incluso hay organismos internacionales que nos dan la infausta
proyección del 200.000%.
Sobre las protestas: la gente
ya no aguanta más. No es solo la hiperinflación, son las carencias, la
escasez y las continuas fallas en el suministro de elementales servicios
públicos. Los sueldos que no alcanzan ni para el transporte para cumplir con
las jornadas laborales. Zonas, sectores, pueblos y ciudades sin electricidad y
agua por largos períodos; la tragedia de conseguir una bombona de gas, o dinero
en efectivo ha llevado al pueblo a intentar hacerse oír por la ineptitud
corrupta que nos mantiene como rehenes castigados. Esa es la causa. La gente,
los gremios, los jóvenes solo intentan ejercer su derecho constitucional a
demandar del Estado respuestas, que, por su incompetencia, no pueden dar.
Desde Unidad Visión Venezuela
declaramos nuestra plena solidaridad por las luchas de los profesionales de la
salud y de la educación, convencidos que es desde las protestas, que es desde
abajo hacia arriba que nuestro pueblo comenzará a organizarse, y es desde aquí
que nacerá la verdadera unidad y con ella los nuevos liderazgos que logre lo
que hasta ahora no ha podido, ni podrá esta dirección política ante la
desconexión con la realidad, ante la falta de conocimiento, ante tanta
incoherencia.
Por cualquier lado que se
analice la tragedia nacional, la única salida es el cambio del modelo y eso
solo podremos lograrlo con un cambio de gobierno.
Se dice que los hombres
aprendemos a través del método del ensayo y error. Más ese
Castro-chavismo-madurista, solo opera desde el error, tras error y las
consecuencias las sufrimos todos, en especial los menos favorecidos.
En Unidad Visión Venezuela
estamos dispuestos a colaborar a organizar parte de esa ciudadanía, sin
pretender ser el centro de atracción. Es una prueba difícil, pero hay que
organizarse sin personalísimos.
Instagram: @OmarAvilaVzla
17-07-18
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