Por Celia Herrera
Hace ya muchos años atrás, en
Caracas se escuchaba un cuento que parecía lejano. En Puerto Ordaz y Ciudad
Bolívar, el transporte público era muy precario, al punto en que las personas
se trasladaban en unas unidades improvisadas, tipo camionetas pick up, a las
que se adicionaba en la batea una especie de casucha, donde de pie iban los
pasajeros, en condiciones tales que le merecieron la denominación popular de
“perreras”. Llegadas las nuevas tecnologías y la era digital, las imágenes se
difundieron, con lo cual lo de las perreras ya no era cuento, era realidad.
En esta misma columna, en
febrero de este año, hacía referencia a dichas unidades, dado que de manera
insólita, en pleno siglo XXI, ya hacia finales de 2017, lo que en su momento
alarmó a la ciudadanía en localidades muy lejanas para algunos, se transformó
en el novedoso modo de transporte público en todo el territorio nacional,
institucionalmente ofertado desde instancias gubernamentales como
“cuadrilleras”, y han proliferado de forma tal, que hace un par de días en
apenas una hora alcancé a ver pasar no menos de 9, en la zona de Palo Verde en
plena ciudad de Caracas. Camiones de diversas marcas y modelos, en cuyas
plataformas bordeadas por estacas, van de pie y viajan agolpadas decenas de
personas, expuestas al sol y a la lluvia, en el mejor de los casos, pues lo
grave es la severidad de las lesiones de las que pueden ser víctimas ante un
eventual siniestro vial. No se puede ser indolente ante la cantidad de
lesionados y fallecidos que se reportan hasta hoy, producto de hechos viales en
los que están involucrados estos vehículos; en tanto, otros viajan en
camionetas blindadas, último modelo.
Las perreras son signo
inequívoco de la gravedad de la crisis del transporte público y de la necesidad
inminente de acometer acciones contundentes con prontitud, en aras de solventar
la situación y atender al traslado de todos los venezolanos en condiciones de
equidad, pero por sobre todo de seguridad. Tal como expresamos en la
declaración de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, el 14 de
junio de este año, “Es necesario planificar un sistema de transporte público
contando con la participación de los interesados (municipios, profesionales,
transportistas, usuarios, etc), procurando que las soluciones adoptadas sean de
consenso, tomando en cuenta no solo la oferta de vialidad y el tránsito
automotor, sino también el ambiente, la regulación de la demanda, los problemas
de organización, los aspectos legales y los problemas producidos por la
operación deficiente del sistema de transporte, entre otros.”
29-07-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico