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miércoles, 25 de julio de 2018

Entonces, ¿no votamos más nunca? Por @kkrispin


Por Karl Krispin


No voté en las elecciones presidenciales porque no tenía por quién hacerlo. La oposición no postuló a nadie y los candidatos eran todos oficialistas. No voto por chavistas, de modo que no tenía nada que hacer en una competencia socialista. Ni siquiera tenía sentido votar nulo por la ausencia de testigos. No fue un día fácil sino hasta desdichado porque a los demócratas nos gusta votar. Y terminó siendo una jornada catastrófica porque si hubiésemos tenido un candidato, Maduro habría salido derrotado y ya estaríamos efectivamente en medio de la transición de la que tanto se habla y que nunca había estado tan cerca de llegar como ese día en que renunciamos colectivamente al cambio. Nos equivocamos.

Los nihilistas arguyen que el voto no tiene ninguna efectividad y que el árbitro no es confiable. Pregunto entonces, ¿cómo fue que ganamos por avalancha la asamblea nacional en diciembre de 2015? ¿Eligieron los marcianos o nosotros?

El ciudadano que fue ungido como presidente de la AN en enero de 2016 señaló que en seis meses tendríamos un nuevo gobierno.  Ahora declara que no lo dijo, cuando el país lo escuchó a pie juntillas con emoción y taquicardia. ¿Debemos cuestionarnos el voto o por quién votamos? En ese partido hacen falta elecciones internas, como en todos sin excepción, hasta en el de María Corina. Si pedimos democracia, debemos demostrarla puertas adentro.

Hoy los partidos desestimulan el voto y la población se ha desmovilizado emocionalmente. Nadie quiere saber de comicios  y vuelvo a cuestionarme, ¿cómo lograremos ser diferentes? Está por asomarse una nueva Constitución de una asamblea que desvirtuó el modo de elegir, lo que prueba que la decadencia del voto es del interés universal.

¿Nos quedaremos en nuestras casas mientras nos imponen el Estado bolchevique o saldremos a votar? No existe mayor y contundente respuesta de acusar de ilegítima a la asamblea constituyente que acudiendo todos a votar y diciéndole NO a la nueva Constitución. Y cuando vengan las elecciones de los concejos municipales, ¿se los regalaremos a estos soviéticos para que conviertan en comunas nuestros municipios?


Quienes acusan la inutilidad del sufragio, arguyen que esto no sale con votos. Cuando tomamos las calles en 2017 no pedíamos otra cosa sino votar. Después se coló lo de la ANC y tachamos el pedido.  El voto es uno de los modos de jugar en el tablero de la política que hay que ejercer en simultáneo con la presión internacional, la movilización, la protesta, en palabras del profesor John Magdaleno.

Nacimos en un país democrático. Con esa democracia y ese voto, los venezolanos fracasaron eligiendo a los enemigos de la democracia en 1998. Aspiro a que el voto nos devuelva las libertades que extraviamos. Adicionalmente, es con lo único certero que cuento. Lo demás pueden ser quimeras y espejismos.

24-07-18

http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/entonces-votamos-mas-nunca_245150


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