Por Arnaldo Esté
Son frecuentes los comentarios
y análisis de economistas y encuestadores centrados en los problemas económicos
de los que culpan mayormente al gobierno y, por tanto, a la necesidad de su
cambio para introducir medidas. Con frecuencia se ignora el sustrato ético de
la situación y la necesidad de jerarquizarlo para atender la construcción del
país.
Esa ignorancia de lo ético,
que también acompaña las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y la
Banca Multilateral, puede conducir a la repetición de la crisis en cuanto que
no se implica la necesaria superación de la calidad humana, de sus valores y
competencias.
Lo que llamo petrofilia quiere
enfatizar eso, que la situación de Venezuela va más allá del rentismo o de la
“enfermedad holandesa”. Es una crisis general que venimos cultivando desde hace
mucho tiempo, profundizada en los últimos veinte años con el uso descarado y
sucio de las divisas para la enajenación y ruptura de la dignidad de la gente.
Las medidas económicas son
urgentes y necesarias, pero más allá de esas “medidas” ellas deben integrarse,
formar parte de un programa cuyo eje, cuyo generador, es educativo. Es atender
a la formación y logro de valores y competencias como tarea de la nación.
Esa formación, esa pedagogía,
tanto en el sistema educativo como en la acción social de origen institucional
o no, requiere de una práctica, de un ejercicio consecuente. Valores y
competencias en un proceso de construcción en el que ellos se realicen, se
practiquen.
Dos ejemplos ilustran su
posibilidad: el más viejo es el del INCE, con programas de formación, un tanto
solemnes y verticales para mi gusto, realizados en conjunto por trabajadores,
comunidades y empresarios. El más reciente es el plebiscito o consulta popular
realizada en 16 de julio de 2017, organizada y realizada desde abajo, con una
sencillez y eficacia con sabor de dignidad, participación y solidaridad.
Así que no se trata de un
simple regreso a lo que hemos hecho, a cuando “éramos felices y no lo
sabíamos”. Es aprender de este fracaso.
28-07-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico