Cartas al Editor de Los Angeles Times 11 de febrero de 2019
De: Enrico
Santí, Claremont
Al
informar sobre la situación política actual en Venezuela, usted se ha referido
a Juan Guaidó como el "presidente autoproclamado", o alguna variación
del mismo. Esto es tanto engañoso como denigrante.
Guaidó,
presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, ahora el único cuerpo
parlamentario sancionado constitucionalmente del país, asumió los poderes que
le otorgó la constitución.
El
artículo 233 le permite al presidente de la Asamblea actuar como presidente
interino del país en los casos en que se abandone la oficina ejecutiva, lo que
sucedió cuando el ex presidente Nicolás Maduro se declaró a sí mismo el ganador
de la elección fraudulenta el 20 de mayo.
La
misma elección fraudulenta hizo que Guaidó y la Asamblea invocaran el Artículo
333, que dice que la constitución sigue siendo válida incluso si no se observa
debido a los "actos por la fuerza". Finalmente, el Artículo 350 insta
al pueblo a rechazar todas las acciones que intentan frustrar las instituciones
democráticas o violar los derechos humanos.
Los
tres artículos sancionan los poderes ejecutivos de Guaidó. Decir que él es el
presidente "autoproclamado" es una distorsión de los hechos.
De: Warren Bratter, Greenwich, Conn.
Se
debe tener en cuenta que los forasteros en la política venezolana, la fecha en
que Guaidó se declaró a sí mismo presidente interino no es un momento
arbitrario en el tiempo. Para los venezolanos, es tan simbólicamente importante
como el propio acto de Guaidó.
Porque
fue el 23 de enero de 1958, cuando un levantamiento civil-militar puso fin a la
dictadura de 10 años de Marcos Pérez Jiménez y marcó el comienzo de la moderna
democracia electoral de Venezuela.
Las
recientes manifestaciones y la violencia callejera que siguió al
pronunciamiento de Guaidó, a diferencia de los mítines de 2014 que también
intentaron terminar con la presidencia de Maduro, no se limitan a ciertos
vecindarios que tradicionalmente se han resistido al régimen. Han tenido lugar
en el más emblemático de todos los vecindarios que anteriormente eran pro-Hugo
Chávez: el complejo de viviendas llamado "23 de Enero", así como en
muchos otros barrios de la clase trabajadora.
Estas
protestas marcan un nuevo paradigma político en la política venezolana.
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