Luis Manuel Esculpi 12 de febrero de 2019
@lmesculpi
Siempre
todo proceso en la lucha social y política deja importantes enseñanzas, tanto
los aciertos como los errores al ser asimilados, pueden enriquecer la
experiencia y ser objeto de valoración importante para los desarrollos futuros.
El
proceso reciente resulta bastante ilustrativo en ese sentido, en política el
aferrarse a fórmulas inflexibles por muy racionales que parezcan, no
necesariamente conducen a los resultados esperados, una cierta dosis de audacia
nunca está demás, los cambios históricos suelen estar acompañados de ese
ingrediente. El abordar el análisis del entorno social y político despojado de
prejuicios es una manera de desmitificar las recetas preconcebidas. Las
sentencias definitivas resultan de poca utilidad para descifrar las incógnitas
que la vida plantea.
A
menudo escuchábamos afirmaciones como “no hay liderazgo en la oposición y es lo
que hace falta”, o ” el régimen le queda mucho tiempo por la oposición que
existe”; quienes antes afirmaban tajantemente frases como esas, ahora se
adaptan al nuevo cuadro, sin hacer el más mínimo reconocimiento de lo errado de
sus pronósticos.
No
planteamos la necesidad del reconocimiento autocrítico como una concesión a la
vieja práctica comunista, o a los golpes de pecho religiosos, lo hacemos como
ejercicio necesario de la honestidad intelectual y en especial por el
reconocimiento de las falencias para evitar incurrir de nuevo en ellas. No
obstante, toda las formulaciones no han perdido vigencia en la transformación
del cuadro político en el presente año, ratificamos una de ellas demostrada en
la realidad actual y es la que las coyunturas históricas producen su propio
liderazgo.
El
debate, afortunadamente superado, asumiendo como un dogma de fe la
participación electoral en cualquier condición, o la otra cara de la moneda, la
abstención como conducta permanente resultaba tal como fue señalado en su
oportunidad un falso dilema. Así como el rol que cumple hoy la Asamblea Nacional,
la directiva y en especial su Presidente Juan Guaido, es posible por haber
participado en las elecciones parlamentarias y lograr la obtención de los dos
tercios de la Cámara, igualmente la abstención en las elecciones de mayo del
año pasado, sin duda alguna, posibilitó las condiciones que caracterizan el
cuadro actual, tales como la formidable recuperación de la iniciativa opositora
y el acorralamiento del usurpador.
Las
diferencias más hondas en el campo alternativo se venían superando desde mediados
del año pasado, que las divergencias no desaparecerán resulta una obviedad,
ellas son naturales en el contexto de una alianza como la existente
El
mandado aún no está concluido, el entusiasmo reinante no nos puede enceguecer,
falta colocar piezas claves del rompecabezas, aunque el está casi todo armado.
Los relatos prematuros de como se concibió y preparó todo aún siendo
parcialmente ciertos, no parecen ni prudentes ni convenientes, recordemos que
el juego no ha terminado. El protagonismo está aún en pleno desarrollo.
Es
innegable en este transito como en todos, existen elementos decisivos e
imprevisibles, o es que alguien por mucha lucidez que haya tenido, podía prever
el desarrollo exacto de los actuales acontecimientos. Imaginarse por ejemplo
que Guaido después de ser juramentado sería detenido e inmediatamente liberado,
o que después del reflujo, escepticismo y desaliento en muy pocos días se
modificaría ese marco, produciéndose las más multitudinarias movilizaciones
simultáneamente en todo el país conocidas a lo largo de nuestra historia.
Pensarlo previamente hubiese requerido de poderes sobrenaturales.
Todo
indica que estamos en proximidad de un desenlace, la situación de Maduro parece
irrecuperable, sin embargo aún quedan incógnitas por despejar, variables por
decidir.La nueva dirección política en manos de la Asamblea Nacional y su
directiva goza de prestigio y ha conducido con acierto. Esperamos continúe
actuando con el tino demostrado hasta ahora. Cuenta con el respaldo de la
inmensa mayoría donde ha renacido la esperanza.
Luis Manuel Esculpi
@lmesculpi
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