EFE 07 de febrero de 2019
Los
camiones con ayuda humanitaria de Estados Unidos destinadas a Venezuela
llegaron este jueves a la frontera de Colombia con el país petrolero, que vive
un severo desabastecimiento, constató un equipo de la AFP en la zona.
Cerca
de una decena de vehículos cargados de alimentos y medicinas entraron a las
14.43 horas locales (19.43 h. GMT) al centro de acopio dispuesto por las autoridades
colombianas en el puente internacional Tienditas, en la ciudad fronteriza de
Cúcuta, como parte de un llamado urgente del autoproclamado presidente interino
Juan Guaidó.
La
caravana, que partió la víspera desde la ciudad de Bucaramanga (noreste), fue
recibida con júbilo por un puñado de venezolanos agolpados en Tienditas, por
donde se presume la oposición de Venezuela pretende hacer el cruce. "Ayuda
humanitaria ya", se leía en letras negras en carteles amarillos alzados
por los ciudadanos de esa nación.
Los
insumos fueron recibidos por la estatal Unidad Nacional para la Gestión del
Riesgo de Desastres (UNGRD) de Colombia, que indicó en un comunicado que
simplemente la recogerá y acopiará en un centro en la zona.
"De
acuerdo con el cronograma establecido, en esta primera etapa del proceso, las
ayudas serán organizadas dentro del espacio dispuesto en el centro de acopio,
con el objetivo de realizar el proceso de custodia y resguardo, cumpliendo con
el compromiso del Gobierno colombiano en esta operación humanitaria",
agregó.
En
"próximas días" llegarán más cargamentos, a los que se sumarán otros
que arribarán a Brasil y a una isla caribeña por definir, agregó la entidad.
Sin
fecha de salida hacia Venezuela, la forma en la que cruzarán al país petrolero es
un misterio, pues el gobierno de Nicolás Maduro, repudiado por Estados Unidos,
la Unión Europea y varios países latinoamericanos, ha anunciado que no
permitirá su entrada.
Por
ello el líder opositor Guaidó, reconocido como mandatario encargado por unos cuarenta
países, ha solicitado a los militares que permitan el ingreso de alimentos no
perecederos y medicinas, en lo que expertos consideran una jugada política para
medir la unidad de mando de las fuerzas armadas, bastión de Maduro.
El
paso por el puente internacional de Tienditas, construido por ambas naciones
aunque no ha sido inaugurado oficialmente, fue bloqueado por uniformados
venezolanos el martes con dos contenedores y una cisterna de un camión de
transporte de combustible.
El
gobierno chavista se niega a recibir la asistencia, por estimar que el país no
vive una crisis humanitaria y además apuntar a que el ingreso de las ayudas
sería el primer paso de una intervención militar que Washington no descarta.
La UE dice que la ayuda no debe ser
politizada
La
alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior y de
Seguridad, Federica Mogherini, dijo este jueves que la ayuda humanitaria en
favor de Venezuela debe ser canalizada de forma "imparcial" y no debe
ser "politizada".
"Hablamos
de la necesidad de tener una ayuda canalizada de forma imparcial e
independiente para que la ayuda nunca se vea politizada", dijo Mogherini
en rueda de prensa al finalizar hoy en Montevideo la primera reunión del Grupo
Internacional de Contacto sobre Venezuela.
Este
grupo, integrado por una docena de naciones europeas y latinoamericanas, acordó
enviar representantes para reunirse con las partes en ese país, en el cual
reconoció que la crisis humanitaria se "profundiza".
En una
declaración firmada por casi todos los países participantes, el grupo dijo que
continuará trabajando por "establecer las garantías necesarias para un
proceso electoral creíble en el menor tiempo posible". También trabajará
por "permitir la entrega urgente de asistencia de acuerdo a los principios
internacionales de ayuda humanitaria".
De
acuerdo al documento, a efectos de implementar ambas metas, el grupo
"enviará una misión técnica" a Venezuela. Además convocará nuevamente
a una reunión ministerial a comienzos de marzo para analizar el desarrollo del
proceso.
La
declaración fue suscrita por la Unión Europea (UE), Uruguay, Costa Rica,
Ecuador, España, Italia, Portugal, Holanda,Suecia, Alemania, Francia y el Reino
Unido. México y Bolivia, que también participaron de la reunión de Montevideo,
no suscribieron la declaración final.
El
documento hace alusión a la "severidad de la crisis actual en Venezuela y
de su impacto en la región" y de la "difícil situación de su
pueblo". El grupo, creado a finales de enero pasado, dijo que "apunta
a forjar un abordaje internacional común para apoyar una resolución pacífica,
política, democrática y propiamente venezolana, excluyendo el uso de la fuerza,
a través de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles, de
acuerdo a la Constitución venezolana".
Sostuvo
que "para que Venezuela pueda superar la crisis es crucial restaurar la
plena democracia, el estado de derecho, la separación de poderes y el respeto
por el mandato constitucional de las instituciones del país, más
particularmente de la Asamblea Nacional (Parlamento)".
El
grupo destacó que "las libertades fundamentales y los derechos humanos de
todos los venezolanos deben ser respetados" y deploró los muertos y
heridos causados por el excesivo uso de la fuerza".
"En
su primera reunión el grupo analizó la situación de Venezuela y discutió sobre
cómo el grupo podría ayudar para encontrar un camino pacífico que pueda
conducir a la celebración de nuevas elecciones presidenciales con todas las
garantías necesarias", indica la declaración.
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