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jueves, 14 de febrero de 2019

¿Me ayudas por favor? Por @MHerreradeF



Por Marianella Herrera-Cuenca


Mi papá decía, que ayudar siempre era bien difícil, pues la ayuda puedes brindarla pero el beneficiario tiene que pedir ayuda …. Y dejarse ayudar, si no se deja ayudar será casi imposible el beneficio.

La ayudas se brindan cuando hay una necesidad que no puede ser cubierta de manera independiente, así pues una madre ayuda a su hijo pequeñito a vestirse, el niño no tiene la posibilidad de hacerlo, pues hay una etapa en la vida en la cual se depende de otros para sobrevivir y cubrir las necesidades. 

Estas etapas son en general al comienzo y al final de la vida.

Pero también es cierto que si bien se espera que una madre o un padre ayude a sus hijos a cubrir sus necesidades, no es menos cierto que se espera que esos padres cuenten con las herramientas básicas para cubrir las necesidades de sus hijos: un trabajo digno que permita los ingresos suficientes para una vida productiva y sana de la familia, un sistema de salud que provea los controles, prevención, tratamientos necesarios para que todos gocen de buena salud, una alimentación sana, el goce de la actividad física tanto recreacional como necesaria para la prevención de enfermedades y la educación que garantice el desarrollo del máximo potencial de los individuos.

Ahora bien, ¿qué pasa cuando hay deterioro de la calidad de vida de los individuos? Dependiendo de la causa, deberían implementarse soluciones acordes para lograr el restablecimiento de las condiciones de vida e impedir los daños irreversibles que puedan perjudicar de forma permanente a los ciudadanos

Dicho lo anterior, es importante pasar a describir en términos sociales a quien se ayuda. Los problemas públicos y sociales que tienen impacto en el bienestar, suelen tener un centro en el deterioro económico y en la independencia de las personas, cuando éstas no son capaces de cubrir sus necesidades, y cuando esto ocurre en una escala mayor cuyas dimensiones afectan la dinámica social, puede hablarse de deterioro social.


Y ahora: ¿cuándo se necesita ayuda humanitaria? Según la web de asuntos humanitarios de la ONU: “La primera vez que la ONU participó en una reconstrucción tras un conflicto fue en Europa tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial”. Esto fue una experiencia interesante, pues abrió las puertas a la cooperación internacional en promover soluciones y avances en la mejora de las condiciones de vida de las personas expuestas a situaciones extremas que podrían haber conducido a daños físicos y/o mentales.

En términos generales,” la comunidad internacional confía a la organización (ONU) la coordinación de las operaciones de socorro frente a los desastres, naturales o provocados por el ser humano, en las zonas donde la capacidad de las autoridades locales no es suficiente para hacer frente a la situación”. Sin embargo, para el caso venezolano recordemos la particularidad de lo que significa una asistencia humanitaria, dentro de lo inusual de esta crisis.

Como hemos mencionado, la crisis venezolana es inédita, no responde a un desastre natural ni a un conflicto armado, responde a la pérdida de la institucionalidad democrática y jurídica donde el respeto a los derechos humanos fundamentales no ha estado presente, proceso que se ha desarrollado durante las últimas décadas y con un acelerado deterioro en los últimos 5 años, lo que ha traído como consecuencia una pérdida en los servicios básicos, en las capacidades de la gente, no se han garantizado el derecho al libre acceso a los alimentos y medicamentos, que ha dado como resultado la migración masiva de los ciudadanos. Todo esto en el contexto de una hiperinflación que ahoga al ciudadano común.

En este escenario, para recomenzar a escribir una nueva página para Venezuela y en la vida de sus habitantes se requiere ayuda. Es como cuando estás en tu casa y no te alcanza el sueldo para pagar la reparación de una filtración que podría inundar tu hogar, podrías morir ahogado, o como el niño que necesita ayuda para comer al comienzo de su vida.

En una emergencia, la respuesta de socorro es importante para proveer los insumos necesarios para que quienes tienen su vida comprometida, no fallezcan en esta etapa, son acciones que se llevan a cabo siguiendo protocolos internacionales basados en el respeto a los derechos humanos fundamentales, no discriminatorios.

Sin embargo y una vez más en el contexto venezolano no pueden obviarse algunos elementos fundamentales: El Estado, que debe garantizar el bienestar de sus ciudadanos, no se manifiesta para aceptar una ayuda requerida por los venezolanos, quienes muchos han fallecido al día de hoy por las fallas en los sistemas de atención en salud y alimentación y las agencias multilaterales que necesitarían un consentimiento para actuar, no lo hacen de la manera adecuada a la escala y severidad de la crisis actual.

También es necesario decir que existen otras acciones muy importantes que promover en Venezuela para poder contribuir al bienestar de la gente: ¿Cómo olvidar los servicios de agua, de gas de energía? Sin los cuales los hospitales podrían no estar operativos para resolver las emergencias. Vemos pues los diferentes niveles de esta crisis, es como una cebolla que va descubriendo sus diferentes capas.

No se puede negar una ayuda necesaria, más aún cuando los Estados tienen responsabilidad conjunta e individual, de acuerdo a la Carta de Naciones Unidas y el derecho internacional, de brindar apoyo, asistencia y proteger los derechos de los países afectados

La exhortación es a todos, sin excepción a brindar el apoyo de acuerdo con la normativa internacional, a aceptar la ayuda humanitaria necesaria pacíficamente, en armonía y a entender que la ayuda es necesaria para quien tiene su vida en riesgo, es momento de comenzar de nuevo desde la solidez, desde lo correcto y seguir adelante para la construcción de la nueva Venezuela.

13-02-19




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