Por Piero Trepiccione
Somos el centro de la
noticia en todo el planeta. Muchos medios de comunicación hasta en países
lejanos a la realidad venezolana, están reflejando el conflicto político
actual. Somos foco de atención pero también de preocupación por la escalada
abrupta que en las últimas semanas ha caracterizado nuestra situación.
La situación venezolana está
asociada a una confluencia de elementos políticos, económicos y sociales.
Su carácter multidimensional complejiza la solución al involucrar
múltiples actores en su contexto. Lo político se presenta disgregado,
fragmentado y desinstitucionalizado, con apego a intereses particulares o
grupales más no estatales. Esto ha debilitado en diversos momentos la
direccionalidad estratégica necesaria para apuntalar cambios.
En lo económico las
cosas aún están peor. La hiperinflación se torna más espantosa en sus
impactos hacia la cotidianidad de la gente y el modelo luce desgastado,
paralizado e incapaz de brindar respuestas diferentes a las demandas
acumuladas. Lo social se deteriora aceleradamente. Nuestros indicadores
reflejan lo grave de la situación en todas las capas poblacionales pero
más aún en las más vulnerables. Como vemos el cocktail PES (política, economía
y sociedad) profundiza la necesidad de un punto de quiebre.
El factor geopolítico está
asentado en dos elementos fundamentales. En primer lugar, se encuentra el petróleo que
sigue siendo una fuerza impulsora de la política exterior de muchos países. La
energía petrolera mueve en gran medida las acciones de poder globales. Pero
también, el otro elemento que caracteriza y dinamiza los factores de poder en
relación a Venezuela hoy es la migración forzada de miles de ciudadanos que
tratan de encontrar en otras latitudes las oportunidades cerradas en su propio
país.
Este elemento está afectando
los indicadores sociales y económicos de países de la región que han
incorporado a sus acciones de política exterior el caso venezolano como tema
central de agenda.
El Gobierno y los
factores de poder a su alrededor siguen actuando de manera monolítica hasta
ahora. Aunque se han presentado en los últimos meses voces disidentes que
critican a Nicolás Maduro en su accionar económico e internacional,
no han tenido un impacto de fractura importante en la coalición gobernante, un
factor esencial necesario para alentar un cambio político tal como lo ha venido
señalando el politólogo John Magdaleno en sus análisis de la
coyuntura-país. Una fractura se siente en el ambiente y es muy probable que
ocurra pero no está determinada con claridad.
El mundo político está
tratando de rearticularse. Luego de la jornada del 23 de enero de este año,
donde la población desbordó las ciudades grandes y medianas del país con una
organización soportada más sobre la base del descontento y no sobre los apegos
partidarios, el mensaje de unidad y acción direccionada se envió con mucha
fuerza al liderazgo que debe interpretar con sumo cuidado, el rumbo que está
exigiendo la sociedad venezolana en su conjunto.
Realidad venezolana e
imaginario colectivo
La despolarización
social y política se está abriendo pasos en la realidad actual del país.
Luego de más de veinte años de polarización paralizante y factor de división de
la sociedad venezolana, la gente se ha reunificado en torno a la
necesidad de cambio político y económico. El imaginario colectivo ha cambiado y
los impactos se están comenzando a sentir.
La realidad venezolana es un
hervidero de participación social y política. Es un cúmulo de deseos que se
están constituyendo en vector de fuerza transformadora. 2019 nos
encuentra revitalizados, llenos de esperanza activa y concentrando esfuerzos
colectivos para reconstruir, reparar, rehabilitar y relanzar la arquitectura
del poder público en favor de todos. En paralelo, un cúmulo de fuerzas internas
y externas están jugando duro en favor de la dispersión que debilita y divide a
las fuerzas del cambio. Este debate entre concentración y dispersión definirá
el destino de la República.
03-02-19
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico