Por Fernando Facchin Barreto, 26/03/2015
Ante la incapacidad de resolver la gravísima crisis económica y social
que sufren los venezolanos, el régimen de maduro acude al viejo truco de
inventarse un enemigo externo para justificar los males del país, con la idea
que el enemigo externo le garantice niveles de cohesión nacional, es una
estrategia que se ha multiplicado en los últimos años y tiende a reaparecer en
la medida en que se reviven tensiones. Hoy el enemigo externo son los EEUU.
El régimen siempre ha necesitado de un enemigo externo, para
habilidosamente distraernos de la grave crisis que nos agobia. Por tal razón se
despliega una estrategia mediática de retórica patriotera. Al régimen, desde
tiempos del innombrable difunto, le ha interesado aislarse del mundo, juntarse
únicamente con sus compinches que rapiñan el erario nacional y que nadie los
critique, así, nuestros males son imputables al maldito imperio, cuando el
mundo entero sabe que el desastre actual y la supuesta guerra económica no es
producto de agresión externa sino de la ineptitud e incapacidad para gobernar
al país.
Las elecciones parlamentarias son la gran oportunidad para abrir el camino
a la transición para un mejor país. Nada de lo que diga o haga en régimen puede
distraernos del objetivo de ganar la mayoría de las diputaciones y que la
unidad efectiva opositora perturbe la paz interior de maduro y sus áulicos.
Frente a las rivalidades domésticas de algunos “políticos”, como
aquellos candidatos a “diputados renunciantes”, que pretenden medirse sólo para
conocer su “potencial” para las gobernaciones, deben medir su imprudencia en
aras del rescate de Venezuela, de la democracia, de la institucionalidad y la
gobernabilidad, hoy destrozadas por la hegemonía del poder.
Los retos que la realidad nos impone y nos seguirá imponiendo deben
servir de palancas para potenciar la racionalidad electoral, estamos en la
obligación de rescatar la confianza y motivar a la ciudadanía que ha perdido la
esperanza y que regresen a la lucha política en favor del voto parlamentario.
Hay tiempo de rectificar, lo que no puedo asegurar que haya tiempo para
triunfar, primero debemos construir los equilibrios políticos básicos y los
entendimientos partidarios, sin ello nada será posible.
Fernando Facchin Barreto
Articulista Diario El Carabobeño
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