Pablo Pérez marzo
de 2015
@PabloPerezOf
Venezuela
vive una verdadera tragedia nacional, porque tenemos un conjunto de graves y
complejos problemas que se han mezclado para acabar con la tranquilidad y la
paz de los ciudadanos. Y mientras todo eso ocurre, no hay un gobierno serio y
responsable que asuma la corrección de todas las distorsiones y aberraciones.
A
pesar que la escasez es grave y la calidad devida del pueblo desapareció, aún
la inseguridad tiene un lugar preponderante en las preocupaciones del
venezolano, como lo demuestran las encuestas en las cuales la criminalidad es
una de las grandes perturbaciones del ciudadano.
Y
ante esa realidad que nos golpea y que llena de luto a miles de hogares
venezolanos al año, el gobierno no actúa con la suficiente inteligencia y
coordinación. Ministros van y vienen, sin que exista un verdadero plan que nos
indique que frente al problema hay un verdadero esfuerzo de Estado para atender
la creciente inseguridad.
Se
ha hecho normal y hasta rutinario que escuchamos a familiares y amigos relatar,
hasta con alivio, como fueron víctimas de la inseguridad pero no salieron
heridos y sólo reportan pérdidas materiales y siempre surge la expresión ¡Lo
material se recupera!
La
criminalidad no puede ni debe ser algo común, sino algo extraordinario. Somos
uno de los países más violentos del mundo. Caracas es la tercera ciudad con la
mayor cantidad de homicidios sólo superada por Ciudad Juárez en México y San
Pedro Sula en Honduras.
Preocupa
que varias son las ciudades venezolanas que están en la deshonrosa lista de las
50 urbes más peligrosas. Esto es algo inaudito en un paíscon abundancia de
recursos, pero con severa escasez de gerencia pública y de castigo ejemplar al
delito.
Es
inconcebible que países con menos recursos y que tenían mayores problemas de
violencia, como Colombia, ahora exhiban grandes logros en materia de
tranquilidad ciudadana y todo gracias al esfuerzo serio y mancomunado de todas
las instituciones del Estado.
Uno
de los alicientes de la criminalidad, es que la impunidad en Venezuela es casi
total y eso es uno de las más graves debilidades institucionales del país, por
cuanto si la mayoría casi total de los delitos cometidos quedan impunes, eso
permite la multiplicación del mismo sobre todo en estos tiempos de crisis. La
tolerancia debe ser cero y así progresivamente bajarán los índices de
criminalidad.
Aquí
la justicia funciona con eficiencia cuando se trata de castigar a líderes de la
disidencia democrática y mucho más cuando se tratar de crear
"ejemplos" para todo aquel que aspire un cambio en Venezuela y
partícipe en manifestaciones pacíficas de calle.
Y
hay algo bien preocupante y es que la mayoría de los delincuentes de hoy son
jóvenes que no superan los 25 años y han crecido en este ¿gobierno? O sea que
ellos son aquel famoso "hombre nuevo" que la revolución iba a parir
en Venezuela. Pero lo más triste es que un porcentaje muy grande de las
víctimas de los delitos, también son jóvenes que no superan los 25 años.
Entonces
¿Vive o no Venezuela una verdadera tragedia nacional?
@PabloPerezOf
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