Diego Scharifker
marzo de 2015
#EditorialBreve
Durante
los últimos años hubo un excesivo uso de la palabra amor en las campañas
electorales del oficialismo, se gastaron millones de dólares en campañas llenas
de corazones tricolores haciéndole creer al pueblo que lo amaban. A la par de
“tanto amor”, tenían lugar los más jugosos negocios con el dinero de todos los
venezolanos en la banca internacional, España, Suiza, Andorra, eran los destino
preferidos, por lo menos es lo que sabemos hasta ahora.
Miles
de millones de dólares que hoy necesitamos para comprar alimentos, para poner a
producir las fábricas, para abastecernos de medicinas y de insumos básicos,
están todos en las cuentas de banco de la camarilla boliburguesa. Ellos llenos
de plata hasta los tuétanos y el pueblo aquí pasando el trabajo parejo. Tanto
amor y tanto corazón lo único que hacía era distraer la atención de todos para
asaltar el erario público con total impunidad.
Hoy
la Fiscal dice que investigará solo si hay información oficial, me pregunto qué
pensará ese pueblo que simpatiza con el oficialismo cuando ve esas escandalosas
cifras de dinero mal habido en los bancos más exclusivos del mundo. Me pregunto
qué le dirán a sus hijos cuando tienen que hacer horas de cola para comprar un
pollo o una lata de leche. Para tragedia de la camarilla roja, la corrupción es
como la gripe, no se puede ocultar.
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