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miércoles, 25 de marzo de 2015

LAS GAYOLAS, por Jesús González Briceño


Por Jesús González Briceño, 23/03/2015

Verde que te quiero verde de la cárcel de Los Teques
Que ha perdido su primor y de los hombres, su alma,
Que un día soñaron al saborear la fe y la esperanza
Verde que te quiero del romancero español
Habiendo perdido su voz, su libertad y su vida
Levanta de nuevo su mano El Torquemada implacable
Para imponer  el reino de la oscuridad y el miedo
A todos los que pretendan a ejercer sus derechos
Sin que vayan a  parar a la prisión insolente

Verde que te quiero verde en un antro reformado
El frío de la montaña y la soledad encontradas
Que junto  a otros recintos
Han encendido suplicios, torturas y sufrimientos
Por protestas y reclamos
Surgidos de la libertad y  harto justificados.

 De la lejana Sevilla a las tierras de Miranda
A las llanuras inmensas de la tierra de Barinas
Donde el mastranto florece,  Florentino al Diablo somete
Los árboles cambian sus hojas en el verano boreal
El fenómeno del Niño azota sin compasión
A miles de connacionales sometidos a la exclusión.

Verde que te quiero verde ha perdido su verdor
Esplendor y su embeleso
Cuando el dolor y la estulticia allí se posesionaron
Para impartir el castigo de los seres aprehendidos
Por reclamar con valor los oprobios cometidos
Contra lesa humanidad por   poderes ilegítimos

Verde que te quiero verde
Ha perdido su vigor
Se han secado las raíces, el tallo y su hermosa ramazón
De los árboles del campo de pié al resistir sin temor
Las tormentas tropicales  que azotan a nuestro  lar
De la ignominia y el mal  de los dueños del poder
No podrán nunca jamás acabar con la protesta cabal.

De un lugar florecido parecido a un vergel
Donde la naturaleza por Dios favorecida
De una hermosa hacienda  convertida en sitio de reclusión
Para procurar castigo a militares y disidentes
Que no han  querido ocultar los desmanes  cometidos
Por impunidad y corrupción de una justicia ladina

Verde que te quiero verde, el verde del limonero
Del patriota venezolano, Blanco, Andrés Eloy
Tendrán que acabar del todo la idiosincrasia y tradición
Del pueblo venezolano que ha  luchado con tesón
Para rescatar lo perdido mediante verdades falseadas
Aunque encierren en aljabas a toda nuestra nación

 Nuestra tierra está cubierta de tan inmenso esplendor
De las hierbas sabaneras, del apamate, su flor, la ceiba y el  araguaney, el húmedo morichal
El chaparro encurtido de tierra e inclemente sol aunque sean chamuscados
Con fuego y con terror
Que al someter los reclamos con muerte y con torturas en cárceles y retenes
De las  manos de los malvados no podrán silenciar nunca las voces que se levantan

Para repudiar por siempre  LAS GAYOLAS Y LA  CARCEL DE RAMO VERDE.

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