LUDMILA VINOGRADOF
30 de marzo de 2015
Vitor
Vargas (62 años), el banquero consentido del chavismo–primero
por Hugo
Chávez y después por Nicolás Maduro– y suegro de Luis Alfonso de Borbón, no ha
podido evitar que lo vinculen con los «venezolanos sancionables», cuyos
visados, cuentas bancarias y propiedades podrían ser bloqueados por las
autoridades de Estados Unidos en represalia por sus estrechas relaciones con el
régimen bolivariano.
Cuando
estalló el escándalo, el pasado mes de febrero, circuló el rumor de que
al padre de Margarita Vargas y consuegro de Carmen Martínez-Bordiú le habían
revocado el visado norteamericano por su cercanía al Gobierno de
Maduro. Casi inmediatamente después, el portal «Primicias24.com», medio
oficialista en Venezuela, se encargó de desmentirlo, sin citar fuentes y como
si fuera el portavoz oficial de la familia Vargas.
< Los
comentarios generados sobre la supuesta cancelación de su visado americano son
totalmente falsos y forman parte de una guerra sucia y psicológica», anunció la
mencionada web. Según el desmentido, el multimillonario dueño y presidente del
Banco Occidental de Descuento (BOD), la quinta entidad financiera más
importante de Venezuela, «descansa en su casa», aunque sin especificar en cuál
de ellas: tiene en Caracas, Miami, Palm Beach, Nueva York y República
Dominicana.
«Primicias24.com»
tampoco aclaró el asunto más espinoso para el suegro de Luis Alfonso de Borbón: en
qué estado se encuentra la investigación de las cuentas que posee la familia
Vargas en lafilial suiza del banco HSBC. Hace
menos de un mes, Univision, la cadena de televisión en español más grande de
los Estados Unidos, reveló que el empresario es uno de los 60.000 clientes de
todo el mundo –y uno de los 1.138 venezolanos– que han tenido cuentas en el HSBC.
Los documentos obtenidos por Univision muestran que, entre 2006 y 2007, el
banquero, sus empresas y sus socios depositaron 132 millones de dólares (más de
120 millones de euros) en 29 cuentas de las que eran titulares o beneficiarios.
Nada mal para un abogado que triplicó su fortuna durante el chavismo y que en
una entrevista al diario «The Wall Street Journal» se definió como «un
socialista en el sentido real de la palabra».
El
populismo, un negocio
Según
sus biógrafos, Vargas es un empresario ambicioso y astuto. Su amistad
con el régimen de Hugo Chávez comenzó cuando se opuso a la huelga general de
trabajadores y empresarios de 2002, por lo que el Gobierno bolivariano
le otorgó la mayoría de los contratos petroleros (controla el 90 por ciento de
los contratistas de esta industria), siendo ahora uno de los hombres más
adinerados de Venezuela.
«La
gente escribe historias sobre mí diciendo que tengo un Ferrari, un avión y un
yate», dijo durante una entrevista en su residencia en el exclusivo barrio
privado Country Club de Caracas. «No es verdad. Tengo tres aviones, dos
yates y seis casas. ¡He sido rico toda mi vida!», añadió, omitiendo los
caballos con los que suele jugar al polo en Sotogrande y Palm Beach (en 2009
murieron envenenados 21 animales de su equipo).
Lo
cierto es que no siempre fue rico. Hijo de un médico y de una juez de la Corte
Suprema de Justicia, ambos de clase media, Vargas se casó joven con
Carmen Leonor Santaella, heredera de un pequeño imperio bancario, con
la que tuvo tres hijos: María Victoria, Victor José (fallecido) y María
Margarita. Así comenzó su buena fortuna. En mayo de 2014, con un capital de
11.300 millones de dólares, el BOD, el banco de Vargas y del que su yerno Luis
Alfonso es director suplente,ocupó el puesto número 1.422 en la lista
«Forbes» de las 2.000 empresas más importantes del mundo. La única cuenta a
nombre de esta entidad en el HSBC fue abierta en 2006 y tuvo un saldo máximo de
50.000 dólares. En cambio, el holding Cartera de Inversiones de Venezuela C.
A., al que pertenece la entidad y que fue fundado por Vargas en 1990, alcanzó
un monto de 17,1 millones de dólares; y otros 4,3 millones en seis cuentas del
Banco del Orinoco. Otras empresas asociadas al grupo y de las cuales Vargas es
propietario sumaron montos de 16 millones. Curiosamente, sus cuentas personales
tuvieron un saldo negativo.
El
abogado Luis Fraga, asesor legal del grupo BOD, reconoció a Univision la
existencia de las cuentas, pero aclaró que todas ellas estaban reportadas al
Banco Central Venezuela y que ya están cerradas. Sin embargo, el
letrado desconoce adónde fueron transferidos los fondos. Respecto a la
sospecha de posibles delitos de evasión fiscal, Fraga aclaró que todo
venezolano tiene derecho a poseer cuentas bancarias en el extranjero y que
«Suiza no es considerada un paraíso fiscal en Venezuela».
Padre
a los 61 años
El
excéntrico banquero y petrolero se mueve como pez en el agua con los
revolucionarios chavistas y con la nobleza europea.
Hasta le puso un toque aristocrático a su nombre desde que su hija Margarita se
casó en 2004 con el bisnieto del general Francisco Franco. Ahora ha incorporado
a su nombre un «de» y su segundo apellido, presentándose como Víctor de Vargas
e Irausquin.
Tras
una larga y mediática batalla judicial, el empresario se separó de su primera
esposa en 2013. Ahora está enamorado de una mujer 30 años más joven que él y
diseñadora de joyas, llamada María Beatriz Hernández. Juntos han tenido un
heredero varón que hace las delicias del magnate venezolano. Ha nacido
el sucesor de uno de los hombres más poderosos del chavismo.
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