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domingo, 15 de marzo de 2015

Solidaridad automática o defensa de la patria, @maxidonat


Por Maximiliano Donat, 14/03/2015

Las páginas más brillantes y las más oscuras de la humanidad han sido escritas inspiradas en el nacionalismo, brillantes en el pasado reciente como la India de Gandhi y la Sud África de Mandela u oscuras como el presente de la Corea del Norte de Kim Jong-un, o el pasado lejano de la Alemania de Hitler.

En cada uno de esos casos se apeló o apela a la conciencia emocional del ciudadano, en cuyo arraigado amor por la tierra que lo vio nacer decidió hacer de su vida un ejemplo de patriotismo.

Este sentimiento y conducta hacia la Patria es una de las herramientas más maleables por los encendidos y motivacionales verbos de los líderes de una nación, cuyo objetivo final pudiera ser la Patria como lugar de bienestar común o la subyugación de un pueblo a los ideales de un líder carismático.

Cuando este sentimiento ciudadano hacia su País o patriotismo es llevado a un nivel de manipulación ideológica toma el peligroso estatus sociopolítico de una estructura psico-socio-mental que es el Nacionalismo.

El nacionalismo puede y tiene muy variadas maneras de presentarse ante una sociedad, siendo por ejemplo la religiosa, la étnica, la cultural, la fascista, el imperialismo, el socialismo, separatismo, etc.

Todos ellos llevan a una manipulación del sentimiento patriótico que todo ciudadano tiene hacia su lugar de origen o nación.

Nuestro País no escapa a esos vaivenes emocionales que exacerban el sentimiento patriótico y lo llevan a niveles del nacionalismo o lo que he preferido llamar “solidaridad automática” para con una ideología o partido político o personaje asociado a estos.

Esta solidaridad automática está más arraigada en la psiquis de nuestra sociedad de lo que pudiésemos imaginar, continuamos siendo víctimas del nacionalismo monárquico donde el monarca de turno ( léase hoy día presidencialismo) dirigía y dirige aun hoy las emociones patrióticas de la mayoría de los ciudadanos del nuestro País.

La solidaridad automática desde el punto de vista ético y moral está reñido con un País donde debe reinar el estado de derecho, las buenas costumbres y valores ciudadanos.

Ningún venezolano o muy pocos pueden decir que no han sucumbido a la solidaridad automática para con una persona, partido político, militancia, institución pública, iglesia que habiendo violado valores o atributos ciudadanos no hayan recibido a conciencia de esas violaciones la solidaridad automática. Para no ir muy lejos ¿cuantos militantes de partidos políticos se han  solidarizado con sus líderes de partido a sabiendas que se han enriquecido a costa del erario público? ¿Cuántos no han apoyado expropiaciones indebidas? ¿Cuántos no han apoyado la violación de los derechos humanosa sus conciudadanos, basados en la solidaridad automática?.

Cuando el ciudadano pierde sus perspectivas constitucionales y valores familiares, se convierte en presa de líderes nacionalistas y lo llevan a derroteros que están diametralmente opuestos al desarrollo de sus derechos como ciudadano y lo embarcan en aventuras que pudiesen rayar en el guerrerismo u odio por sus propios conciudadanos ( nacional socialismo de Hitler, Socialcomunismo de Stalin, Socialismo Cubano, Socialismo del siglo XXI, etc.).

Para trabajar a favor de la paz, en un entorno geopolítico de gran complejidad donde nuestro País convertido en punto de confrontación de grandes poderes mundiales como lo son EEUU, China y Rusia, es necesario evitar las posturas superficiales de incondicionalidad y de solidaridad automáticas que sólo contribuyen a agudizar el conflicto. Esta actitud lo que refleja en algunos “lideres” no es otra cosa que una enorme miopía política, desconocimiento del orden internacional, desconocimiento o ceguera de las necesidades y derechos ciudadanos de los venezolanos así como el deseo de aliarse con nihilistas destructores.

Los Ciudadanos Dómine (consciente de sus deberes para con la Patria y de sus derechos como ciudadano) tenemos la responsabilidad de salirle al paso a toda solidaridad automática para con “lideres”, organizaciones, partidos e instituciones que de alguna manera nos lleve a una confrontación interna más allá de las diferencias ideológicas o nos conviertan en carne de cañón de potencias militaristas que simplemente nos utilicen para dirimir su poderío internacional.

Es el momento de antes de hablar o actuar leamos nuestros deberes y derechos constitucionales que nos consagran como Ciudadanos Venezolanos y actuemos en consecuencia  a la luz de la justicia y el estado de derecho y no a la emotividad de un nacionalismo que nos hace perder el sentido real de la Patria y el Patriotismo, actuemos como ciudadanos con valores patrióticos y no como militantes de ideologías nacionalistas para reencontrarnos como País y demostrarle al mundo que no somos ni jamás seremos espacio para dirimir sus diferencias imperialistas.

Maximiliano Donat
Coordinador de OngDeCiDo
Democracia y Ciudadano Dómine
ciudadanodomine@gmail.com

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