Pompeyo Márquez 16 de abril de 2015
Cada día son más las evidencias que
confirman el carácter antidemocrático del régimen de Maduro, entre ellas las
reiteradas violaciones a los derechos humanos, el acoso a los líderes
opositores, entre los cuales destaca el secuestro del Alcalde Metropolitano
Antonio Ledezma y el juicio sin fundamento jurídico alguno a Leopoldo López.
Pero la torpeza del régimen en el
tratamiento del tema de los derechos humanos va más allá de lo previsible,
recientemente en la Cumbre de Panamá 28 organizaciones dedicadas a la
investigación, defensa y promoción de los derechos humanos denunciaron que son
hostigadas en Venezuela, acusadas sin prueba alguna de que estarían intentando
desestabilizar la democracia en el país.
Los señalamientos de las autoridades se
refieren a las funciones legítimas que ejercen estas organizaciones al
documentar abusos y representar a víctimas ante organismos internacionales de
derechos humanos.
Cito textualmente la información
publicada por El Nacional: Conforme al derecho internacional, los gobiernos
deben asegurar que las defensoras y los defensores de derechos humanos puedan
llevar a cabo sus actividades legítimas sin represalias, amenazas,
intimidación, acoso, discriminación u obstáculos legales innecesarios.
La Corte Interamericana de Derechos
Humanos determinó en 2003 que el “respeto de los derechos humanos en un estado
democrático depende, en gran parte, de las garantías efectivas y adecuadas de
que gocen las defensoras y los defensores de derechos humanos para realizar
libremente sus actividades”.
La probidad de la justicia venezolana
quedó en entredicho, el ejecutivo se erigió en acusador y dicta condena
públicamente contra sus opositores. Mientras, los responsables de los
asesinatos en casos emblemáticos como el de Basil Da Costa y Kluiverth Roa
quedan en libertad.
Gonzalo Himiob asevera que: “…de los 44
fallecidos que dejaron las protestas de 2014, al menos 16 fueron
definitivamente muertes causadas o por funcionarios policiales, o militares, o
por civiles que estaban actuando de la mano en convivencia con estos
funcionarios policiales o militares. Esto es muy grave, se está exaltando a la
muerte como herramienta, como mecanismo para solucionar problemas sociales,
problemas políticos, y como mecanismo para lidiar con quienes se oponen al
poder.”
Este es uno de los temas que dejan al
desnudo ante el mundo a un régimen antidemocrático cuya legitimidad también
está en entredicho. Otros de igual relevancia son la corrupción y el
catastrófico manejo de la economía, cuyo principal síntoma es la escasez de los
productos básicos, temas a los cuales nos hemos referido en anteriores
oportunidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico