Miguel Méndez Rodulfo 24 de abril de 2015
En 2014, tres de las principales
universidades de Venezuela (UCV, USB y UCAB) abordaron en forma coordinada la realización
de una encuesta, cuyo propósito fue determinar las reales condiciones de vida
de la población del país. Para lograr este objetivo se conformó un equipo que
llevó adelante el “Proyecto de Condiciones de Vida de la Población Venezolana,
Encovi 2014”, cuyos resultados, para el campo de la pobreza, fueron analizados
por Luis Pedro España. Al respecto, los resultados de la encuesta arrojan que
48,4% de los hogares venezolanos (3,5 millones de ellos, o sea 14.000.000 de
habitantes) se encontrarían en situación de pobreza de ingresos. Es
significativo destacar que 1,7 millones de hogares se encuentran en la grave
situación de pobreza extrema; o sea que 6.800.000 personas están padeciendo
hambre en la Venezuela bolivariana. Hay que aclarar que para 1998 la población
pobre del país alcanzaba a 45% de los hogares, y esto era tan comprometido que
dio paso al establecimiento del actual régimen, que luego de 16 años ejerciendo
el poder y controlándolo todo, ha superado dicho porcentaje.
Un dato muy interesante de analizar es
que de los 3,53 millones de hogares que para el 2014 estaban en condición de
pobreza por ingresos, 33% corresponden a "nuevos pobres'' (1,16 MM), de
manera que podemos concluir que lo que este régimen aciago produce son pobres y
bachaqueros. Por otra parte, si consideramos que según los propios registros
del Instituto Nacional de Estadísticas, para el segundo semestre del 2013 los
hogares en condición de pobreza por ingresos alcanzaban a 27,3%, tenemos que el
salto abismal a 48,4% implica casi una duplicación de la pobreza en sólo un
año, aunque ya sabemos que las cifras del INE siempre están trucadas.
Otro dato importante es la revelación de
que las misiones sociales no son masivas, ni tampoco focalizadas, porque apenas
alcanzan a 2 millones de personas (hace 5 años abarcaban a 2,5 MM, luego se han
reducido 20%). Este dato evidencia que el amplio alcance de las misiones
sociales fue otra mentira más de la maquinaria goebbeliana del régimen. Por el
contrario la encuesta revela que 84% de la población no ha sido beneficiada por
ninguna misión del gobierno y actualmente 86% no recibe nada del régimen. Más
serio aún es que sólo 19% de las personas en pobreza extrema han disfrutado de
este beneficio, lo que significa que el 81% no ha sido favorecido, y esto es
muy grave dada la cantidad de venezolanos pasando hambre y visto que este es el
gobierno de los pobres. Pero algo alarmante es que 49% de quienes han recibido
ayuda de las misiones no son pobres. Este dato es sencillamente increíble, aunque
revelador de dos cosas: una que este gobierno no tiene capacidad ni siquiera
para hacer una efectiva distribución social y segundo que está corrompido hasta
en el reparto a los pobres.
En definitiva, entonces, tenemos que la
población pobre cubierta por las misiones es de sólo 11,7% y que las personas
en pobreza extrema que reciben ayuda por las misiones apenas alcanzan a 8,4%,
porcentajes que evidencian que las pregonadas misiones nunca fueron masivamente
distribuidas, ni estuvieron focalizadas en los grupos más vulnerables de la
sociedad, todo apunta a pensar que fueron un instrumento político de dominación
y manipulación con fines estrictamente electorales, engañando al pueblo al cual
dicen representar. Visto así, el cinismo oficial no conoce límites, ni tiene
sentido ético alguno, algo que contribuye a explicar su actual debacle y la
instalación en el seno de los pobres de un deseo irrefrenable de cambio, que
más pronto que tarde habrá de materializarse.
Miguel Méndez Rodulfo
Caracas, 24 de abril de 2015
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