Por Mitzy Capriles de Ledezma, 21/04/2015
Aun cuando el Ministerio Público haya acusado a Antonio Ledezma de
conspiración y asociación para delinquir, previstos en el Código Penal y la Ley
Orgánica contra la Delincuencia Organizada, técnicamente no hay delito alguno
que se le pueda imputar. Esta decisión está plagada de inconsistencias legales.
La defensa de Antonio, integrada por los abogados Omar Estacio y José Fernando
Núñez, sostiene que la privativa de libertad es totalmente arbitraria, y que es
imposible que al Alcalde se le juzgue por un delito que implica fines
económicos, toda vez que la asociación para delinquir constituye un delito de
esas características, y así está establecido en la Convención de Palermo. La
Ley contra la Delincuencia Organizada, es denominada Ley Antimafia por esa Convención,
para ponerle fin a delitos de naturaleza económica.
En la imputación fiscal no se podía, ni siquiera de soslayo, aducir que
la supuesta comisión de la conspiración de Antonio Ledezma perseguía un fin
económico, de manera que es imposible, desde el punto de vista jurídico, pero
este argumento que es sólido y producto además, de un elemental sentido común,
desafortunadamente no fue escuchado ni por la representación del Ministerio
Público ni por el Juez que dictaminó sobre este asunto.
Es muy lamentable que la Fiscalía haya insistido en una acusación
basada en hechos falsos, en pruebas manipuladas y en argumentaciones jurídicas
que contradicen jurisprudencias del Tribunal Supremo de Justicia, y más grave
aún, es que la Fiscalía en su nueva actuación mutiló actas del expediente, con
lo que se le vulneran al Alcalde Ledezma sus derechos constitucionales.
Por otra parte, mucho nos complacen las nuevas adhesiones de
solidaridad con Antonio Ledezma y Leopoldo López en diferentes países.
Especialmente quiero destacar unas declaraciones de la presidenta de Brasil,
Dilma Rousseff, quien a la víspera de la VII Cumbre de las Américas en Panamá,
indicó que en su país no se encarcela a nadie por pensar distinto, e indicó que
si la persona no cometió delito alguno, no se le puede encarcelar. Lo dijo al
hacer referencia a los presos políticos venezolanos.
Ante estas afirmaciones, Antonio Ledezma, desde la prisión militar de
Ramo Verde, donde el pasado domingo 19 de abril cumplió dos meses de injusta
reclusión, agradeció tales declaraciones, destacando la importancia de que los países
de Latinoamérica se pronuncien en una solidaridad oportuna que defienda sin
medias tintas la democracia y la libertad. Una posición firme de Brasil, junto
a todo el hemisferio, –destacó Antonio– sería determinante para que en América
se respeten y defiendan los derechos humanos, y Brasil, la mayor democracia de
la región, tiene una alta obligación en este sentido.
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