Escrito por Margarita López Maya (investigadora) Martes, 21
de Abril de 2015
@mlopezmaya
A falta de pan, épica. Es el trueque. En
sustitución de calidad de vida, discurso grandilocuente. Ante la escasez,
inflación, inseguridad y desmembramiento del territorio, el poder propone
luchar por nuestra “dignidad” con desafíos verbales contra el imperio.
La tal dignidad cuesta sus dólares,
amerita no de uno sino de dos aviones para los viajes de la comitiva
presidencial a cumbres. Pagar alojamiento y viáticos, también en dolarcitos, a
cientos de patriotas cooperantes para el vitoreo en las calles a nuestro
Presidente, o las piñas contra quienes osen aguar la fiesta con quejas. El
Presidente viaja con su corte de los milagros, que incluye séquito de
familiares, funcionarios, guardaespaldas, y dobles de la pareja presidencial.
El trueque también incorpora poderes
públicos alterados en sus funciones. Como Lucena del CNE que dio fe, sin
siquiera tener cómo hacerlo, de la autenticidad de unas firmas que nada tienen
que ver con funciones del ente electoral. No obstante, sí demora el anuncio de
la fecha de las parlamentarias.
Veámonos en el espejo de Cuba, con tres
generaciones sacrificadas por la dignidad para solo alcanzar el desencanto
descrito por Leonardo Padura en sus novelas. Mucho discurso en la Plaza de la
Revolución, y mucho desabastecimiento, patriotas cooperantes y expatriados.
Después de que dijera Fidel que el socialismo no le sirve ni a ellos, ahora se
acercan al mismísimo imperio. Algunos dirán con dignidad.
El espectáculo en torno a las sanciones
logró levantar la popularidad de Maduro en cinco puntos. Dada la crisis y
miseria que estamos viviendo, que es responsabilidad única de su gobierno,
sorprende. Maduro seguirá agobiando nuestras vidas en pos de su socialismo
antiimperialista, trocando desdicha por una dignidad bufa. Necesitamos ahora
más que nunca salir a votar para cambiar este trueque. El Gobierno teme nuestro
voto, y está haciendo lo imposible por desestimularlo o cambiarlo. El papelón
jugado por Lucena pareciera un provocación para desesperanzarnos. Otras
seguirán y no se descarte la suspensión de las elecciones con cualquier
pretexto épico. Denunciemos y exijamos observancia electoral internacional y
nacional. No nos dejemos engañar con tanta tontería, rechacemos este trueque
con nuestro voto.
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