Por Carlos Casanova, 25/04/2015
Venezuela ha vivido durante 15 años polarizada entre el gobierno y la
oposición, en sus distintas estructuras, primero como Coordinadora Democrática
y ahora como MUD. Lo cierto es que la polarización siempre ha sido la
estrategia del gobierno revolucionario, con ello impide la formación de una
nueva mayoría. Mientras tenga a la sociedad dividida, su margen de manipulación
de las instituciones para verse favorecido siempre serán mayores. Las actuales
encuestas, en su mayoría dejan claro que el gobierno de Maduro pierde
seguidores, pero alerta de una circunstancia delicada para la oposición, y es
el hecho de que la MUD pierde más seguidores que el gobierno. Las razones que
explican esto son muchas, lo cierto también es que se aprecia una fractura
entre la sociedad y esta estructura que agrupa a las cúpulas partidistas. Esta
circunstancia la vengo constatando en mis recorridos por los distintos sectores
populares, a ello se le debe sumar la negativa de hacer primarias en la mayoría
de los estados del país, cuando la sociedad precisamente está pidiendo a gritos
participar toda vez que la experiencia dejada por los actuales parlamentarios
deja mucho que desear por una participación gris, sin propuestas ni contenido.
El reclamo en la calle es de decepción.
La sociedad tiene un sentido de responsabilidad aun mayor al que
muestran algunos dirigentes de partido cuando formulan consensos para no
reconocer el mérito de otros o para simplemente ver como sacan del juego a los
que se presenten, por el solo hecho de estar fuera del control disciplinario.
Argumentos como: “esto no puede ser otro pleito entre partidos”, “La situación
del país es muy grave para que los partidos se estén disputando y repartiendo
cuotas”, estas y otras afirmaciones en este mismo sentido son comunes en la
gente. Los militantes de base de los distintos partidos piensan igual que sus
vecinos y por ello decidieron apelar a la libertad de conciencia, sin importar
las cuadraturas que desde Caracas formulan sin el consentimiento regional.
Cuando las decisiones se toman por el capricho de un acuerdo, se pueden
tomar las peores decisiones, como nos sucedió en la elección próxima pasada de
gobernadores, que se empeñó la MUD en la reelección del candidato con el que
sabíamos perderíamos y gracias a esa decisión hoy nos gobierna Vielma Mora,
calcularon que la gente votaría obligada por una fórmula que la gente rechazaba
y así sucedió, perdimos. Los acuerdos hechos en estas parlamentarias tendrán
repercusiones a futuro, en el acuerdo MUD, Copei postula 4 candidatos
principales y AD uno solo. Si esto se verifica, ya sabremos de qué partido será
el candidato a la gobernación. Todos estos cálculos en los acuerdos. Lo
imponderable es que nos inscribimos para participar en estas primarias con las
más altas probabilidades de ganar los independientes, Walter Márquez, Edgar
Contreras y quien escribe este artículo, si ganamos las primarias, como en
efecto sucederá, se reacomodará el cuadro político en la real política, el
Táchira tendrá de cinco circuitos 3 independientes.
El que vote por la MUD estará votando para que Copei tenga casi todos
los puestos. Hemos planteado que frente a la crisis del país debemos construir
una plataforma mucho más amplia, debemos dejar de ser oposición para ser
alternativa, nos proponemos construir una fuerza social integrada por los
distintos sectores estudiantiles, gremiales, sindicales, vecinales,
profesionales junto a los partidos para asumir un liderazgo colectivo que sea
vaso comunicante de todas las políticas de la alternativa y sus parlamentarios
y sus voceros. No pretendemos ser una individualidad no, queremos construir un
espacio de encuentro sin exclusiones, adonde todos estemos reflejados e
integrados, donde todos tengamos un espacio de lucha y una tarea por hacer. Se
trata de que nadie se quede como ahora, sin un lugar para luchar por un mejor
Táchira y por reducir el comunismo en Venezuela.
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