Desde hace varios
años en Venezuela se viene aplicando una medida de control cambiario que le
impide a los ciudadanos disponer libremente de sus ahorros en moneda local.
Cambiar una
cantidad de dinero, de moneda oficial (Bs.) a otro tipo de moneda ($-€)
requiere de la autorización del órgano estatal correspondiente -CENCOEX-,
quienes luego de analizar el cumplimiento de una cantidad de requisitos deciden
si autorizan o no el cambio de la moneda. La respuesta negativa de esta
decisión agota las vías oficiales existentes para poder acceder a la moneda
extranjera.
Uno de los
supuestos establecidos por ley, para autorizar el cambio de las divisas, es el
estudio en alguna institución extranjera, siendo una de las causas para negar
la solicitud antes dicha, la no disponibilidad de divisas en el Estado
venezolano.
Esta, fue la razón
que utilizó el órgano competente para negar mi solicitud junto a la de muchos
otros estudiantes venezolanos.
Pese a cumplir con
todos los requisitos exigidos por la ley y luego de haber iniciado los estudios
y contraer deudas con las universidades, el Estado venezolano decidió negarnos
el derecho a disponer de nuestros ahorros para costear los estudios. Según el
correo electrónico en el cual estaba contenida la decisión que frustraba
nuestro futuro profesional, aparentemente, el Estado con las mayores reservas
de petroleo en el mundo, no contaba con la disponibilidad de divisas
suficientes para permitirnos la compra de 5.000€ que serían invertidos en mi
educación.
Refutar la razón
que dio origen a esta decisión es sumamente difícil cuando se tiene en cuenta
que un estudiante no tiene acceso a cifras oficiales que demuestren lo
contrario. Sin embargo las últimas decisiones de CENCOEX han demostrado que
efectivamente la causa (falta de divisas) dejó de existir o nunca existió,
puesto que, luego de que como estudiantes nos organizáramos a través de una
campaña internacional denunciando la situación, aquellas solicitudes que
estaban en análisis desde hace más de 8 meses, comenzaran a ser aprobadas,
demostrando que efectivamente en este momento hay una liquidez de divisas
suficiente como para autorizar el cambio de moneda que hemos solicitado.
Logramos que miles
de estudiantes venezolanos en todo el mundo lograran culminar sus estudios;
pero los que recibimos la negativa meses antes, somos los grandes olvidados de
esta historia.
Mi nombre es Andrea
De Sousa, cuento con 24 años, soy abogado penalista y activista en derechos
humanos, actualmente estoy cursando un Máster en Derechos Humanos en la
Universidad de Alcalá y la culminación de mis estudios depende de la
reconsideración que haga CENCOEX sobre mi solicitud, partiendo de la
inexistencia de la razón que le dio origen y la fundamentó.
Esta es una nueva
campaña por la justicia, la igual y el derecho a la educación, tu firma puede
hacer el cambio.
Firma la petición aquí:
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