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lunes, 22 de junio de 2015

El Esequibo ante la ONU, por Omar Barboza Gutiérrez


Omar Barboza Gutiérrez 20 de junio de 2015

La falta de interés por un buen tiempo, de parte del gobierno nacional para mantenerse activo en la defensa de nuestros derechos sobre el Esequibo, dio pie para que Guyana se sintiera motivada para empezar a realizar exploraciones de hidrocarburos sobre la zona en reclamación, contando con la actitud permisiva del Ejecutivo Nacional.

Esa actitud inconsecuente quedó demostrada con el hecho de que siendo el mecanismo del Buen Oficiante, el escogido por el Secretario General de la ONU para buscar una salida acordada entre las partes a fin de resolver la controversia por la reclamación venezolana hecha durante el gobierno de Rómulo Betancourt, y habiendo fallecido en abril del año pasado el Señor Norman Girvan quien fue el designado para cumplir esas funciones, no se conoce ninguna gestión de nuestro gobierno para el nombramiento del nuevo Buen Oficiante; es decir, la reclamación por falta de doliente, pareció haber muerto junto con el Señor Girvan.

La posición del Presidente Chávez, que en un principio coincidió con los gobiernos democráticos anteriores en esta materia, fue variando hacia una posición ideológica y política contraria a la firme reclamación de nuestros derechos, lo cual se expresó a partir de su visita oficial a Guyana en el año 2004, cuando después de la misma declaró a los medios de información que “... Venezuela no se opondrá a que empresas extranjeras exploren yacimientos petroleros y gasíferos” en la Zona, declaración que debió ser muy bien recibida por la Exxon Mobil.

La notoria negligencia del gobierno nacional, prácticamente animó a las autoridades guyanesas a solicitarnos el abandono del caso. En ese sentido, el Embajador de Guyana en Venezuela, Señor Oddeen Ismael, en el año 2007 al finalizar una entrevista con el Presidente Chávez, declaró: “Como el Presidente Chávez está hablando de Socialismo del Siglo XXI y de antiimperialismo podría dar un paso hacia adelante para obtener una solución rápida a la controversia sobre el territorio Esequibo. La confraternidad entre dos países socialistas implica abandonar el contencioso fronterizo, dado que los hermanos están llamados a vivir en paz”.

El Señor Embajador en su entusiasmo por la entrevista, ignoró que cualquiera que sea nuestro Presidente de la República debe actuar conforme a lo dispuesto en la Constitución Nacional que en su Artículo 13 establece: ”El territorio no podrá ser jamás cedido, traspasado, arrendado, ni en forma alguna enajenado, ni aun temporal o parcialmente, a Estados extranjeros u otros sujetos de derecho internacional. . .”.

En esta materia, y con el objeto de contribuir con mi opinión para la construcción de una ruta que garantice la defensa de nuestros derechos sobre el territorio del Esequibo, con firmeza y dentro de los mecanismos del Derecho Internacional, sin seguir dando bandazos, y utilizando vías que no pongan en riesgo nuestros objetivos como país que no está dispuesto a renunciar a lo que le pertenece, debemos desarrollar una estrategia eficaz para lograrlo.

En esa dirección, no debemos olvidar en ningún momento que el Acuerdo de Ginebra es nuestro gran instrumento de lucha a nivel internacional y en el campo jurídico, porque ese Acuerdo es producto de que tanto Inglaterra como Guyana acordaron con Venezuela en 1966 que esa es la vía para definir nuestras fronteras con Guyana, y no el Laudo Arbitral de París de 1899 que de manera fraudulenta trató de arrebatarnos unos 141.930 kms aproximadamente. En consecuencia, debemos comenzar por ratificar ante el mundo nuestra irrevocable decisión de cumplir con el Acuerdo de Ginebra y exigirle a Guyana que haga lo mismo, así como solicitarle al Secretario General de la ONU que lo haga cumplir.

Por otra parte, debemos pedirle formalmente y con carácter de urgencia al mismo Secretario General de la ONU, dos cosas: 1) que designe inmediatamente al nuevo Buen Oficiante para que se ocupe diligentemente de buscar un acuerdo entre las partes que le ponga fin a la controversia por la vía pacífica; y 2) que tome las medidas necesarias para que la Exxon Mobil deje de operar en la zona por ser un elemento perturbador para el cumplimiento del Acuerdo de Ginebra.

Asímismo, el gobierno nacional debe cumplir dos acciones complementarias importantes: 1) una campaña activa ante todos los organismos internacionales para hacer conocer la justeza de nuestra reclamación; y, 2) iniciar una intensa actividad informativa y educativa para que el pueblo venezolano se concientice sobre el deber de defender a nuestro territorio Esequibo.

Omar Barboza Gutierrez

barbozaomar@yahoo.com

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