“Los venezolanos fuimos testigos, una
vez más, de las muestras de intolerancia de un Gobierno que no acepta que
parlamentarios de un país amigo viniesen a Caracas a constatar el estado de los
Derechos Humanos, a tratar de visitar a uno de los presos políticos detenidos
en la cárcel de Ramo Verde y fueron recibidos por grupos violentos que los
atacaron a palos, botellazos, piedras y toda clase de insultos, y les
impidieron en dos oportunidades subir a la capital para cumplir su cometido”.
Así lo señaló el internacionalista Edmundo
González Urrutia, miembro del equipo internacional de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) al referirse a los hechos ocurridos la tarde de este jueves,
cuando un grupo de supuestos simpatizantes del oficialismo arremetió
violentamente contra la unidad de transporte en la cual serían trasladados a la
capital del país un grupo de senadores brasileños, quienes tuvieron que volver
a la nación amazónica, debido a que el entorno hostil les impidió sortear la
autopista desde el litoral central, en medio de trancas y supuestas labores de
mantenimiento vial.
“De estos hechos violentos
responsabilizamos al Gobierno Nacional, que es el que puede ordenar a estas
bandas a que hagan estos desafueros. Fueron recibidos a piedras y no pudieron
subir a Caracas. Les trancaron el túnel que estaba supuestamente siendo objeto
de algunas reparaciones para impedir que pudieran viajar. Es una señal más de
la intolerancia política que vive Venezuela y por eso es que estamos sometidos
a toda la vigilancia internacional y todas las muestras de repudio que se dan a
diario, ya sea desde el Parlamento Europeo, ya sea en la Cámara de Diputados
del Uruguay, por citar las dos más recientes manifestaciones que han ocurrido”,
indicó el internacionalista.
“Estas acciones también dañan la imagen
del país, dañan la credibilidad internacional de Venezuela y colocan al
Gobierno como lo que es, un régimen intolerante que no respeta los Derechos
Humanos y que impide a un parlamentario extranjero visitar a los presos
políticos. Los senadores brasileños venían a constatar el estado de los
Derechos Humanos en Venezuela y lo que vieron y pudieron sentir es que su
propia vida estuvo en riesgo”, destacó.
Venían
de un país con democracia viva
Edmundo González Urrutia indicó que los
senadores habían sido tratados con respeto por parte del Poder Ejecutivo de
Brasil. “Esto era una representación de un Gobierno democrático en donde se
practica la vida democrática. Vinieron parlamentarios de muchas fuerzas
políticas, muchas de ellas de oposición, pero vinieron en un avión oficial del
Gobierno brasileño y eso es una señal de una democracia viva”, dijo.
“Ellos tomaron contacto con su embajador
en Caracas y el embajador hizo gestiones ante la Cancillería de Venezuela, para
que se permitiera la entrada a la ciudad de estos parlamentarios. Pero ya
también el Parlamento, en Brasilia, está tomando medidas. Hay un decreto de la
Cámara de Diputados que exige el llamado a Brasilia del embajador de Brasil en Venezuela
y se le está pidiendo a la presidenta Dilma Roussef que haga una protesta
formal ante el Gobierno de Venezuela por estas agresiones”, señaló el miembro
del equipo internacional de la Mesa de la Unidad Democrática.
MUD
@UnidadVenezuela
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