En nuestra condición de demócratas venezolanos agradecemos y valoramos
las manifestamos de solidaridad de relevantes políticos de Brasil y
manifestamos nuestro pesar y disculpas a los dignos parlamentarios brasileños
que, recientemente, se hicieron presentes en nuestro país por los incómodos y
desagradables momentos por ellos vividos en esta ocasión.
Deploramos que el oficialismo haya puesto en evidencia, una vez más, su
talante intolerante para frustrar el esfuerzo solidario del Senado de Brasil
representado por una delegación amplia y plural, para constatar la situación de
los derechos humanos en Venezuela, valores universales sin fronteras, visitar a
los presos políticos detenidos en la cárcel militar de Ramo Verde, recabar
información de primera mano sobre los acontecimientos en nuestro país y
reunirse con integrantes de la alternativa democrática.
El comportamiento hostil consiguió impedir la realización de su agenda
en Venezuela pero les facilitó constatar directamente el grave deterioro de la
institucionalidad democrática y el irrespeto de los derechos humanos, al ser
objeto de agresiones y obstáculos durante las largas horas transcurridas entre
su llegada y el forzoso regreso, sin haber podido trasladarse hasta Caracas.
La posición del Parlamento de Brasil contrasta con la actitud vacilante
y contradictoria, por decir lo menos, de los más altos voceros del Ejecutivo de
ese país, a pesar de que su Canciller
recibió información de primera fuente sobre nuestra inocultable
realidad, con ocasión de formar parte de
los “terceros de buena fe” que acordaron
la UNASUR y la alternativa democrática para promover el diálogo en Venezuela.
Esta realidad comprende la ausencia de independencia de los poderes públicos,
el irrespeto al estado de derecho, la criminalización de la protesta, las
detenciones arbitrarias, la violación al debido proceso, las acciones de
tortura, y, en general el progresivo deterioro de los derechos civiles y
políticos consagrados en nuestra Constitución, en el derecho internacional y en
los tratados internacionales suscritos por la República.
Tal actitud del ejecutivo de Brasil parece indicar que no han sido
notadas las crecientes críticas al gobierno de Nicolás Maduro, desde múltiples
organizaciones, partidos políticos, líderes y ex presidentes, quienes han levantado su voz de alerta y repudio ante
la situación que vive Venezuela.
Igualmente pareciera desconocer las observaciones formuladas al gobierno
venezolano por el grupo de expertos del Comité de Derechos Humanos de la ONU,
en su reciente sesión de evaluación de los cumplimientos derivados del Pacto de
los Derechos Económicos, Sociales y Culturales que alertó sobre el deterioro de
la situación en Venezuela en ese ámbito. Así mismo, desconoce la normativa del
Mercosur, en particular los Protocolos de Ushuaia, que definen la importancia
del tema de la institucionalidad democrática, el estado de derecho y los
derechos humanos dentro del mencionado bloque.
Caracas, 23 de junio de 2015
El
Grupo Ávila es una agrupación informal, compuesta por diplomáticos, analistas
políticos, profesores universitarios e investigadores en las áreas de
relaciones internacionales y las ciencias sociales, preocupados por el
acontecer internacional y nacional.
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