Freddy Paz 18 de junio de 2015
@freddyspaz
La gran mayoría de los venezolanos y
venezolanas desconoce la verdadera función de un diputado de la Asamblea
Nacional y de los Legisladores de los Estados, y es común que los ciudadanos
nos atribuyan responsabilidades propias de un Alcalde, Gobernador, Ministro, y
hasta funciones propias del poder ejecutivo nacional. Y se tiene la creencia
que los Diputados administramos recursos del estado.
Un diputado en cumplimiento de los
mandatos constitucionales (art. 197 cont.) de su vinculación con sus electores
de la circunscripción por la cual fuimos electos, atiende mucha gente en la
sede de la Asamblea Nacional, en los barrios, parroquias y municipios y/o en
cualquier lugar público o privado del País, donde se nos pide apoyo para la
compra de un terreno, aportes para adquirir materiales de construcción para
mejorar viviendas, créditos, ayudas económicas, ayudas para medicina, viajes,
estudios médicos especializados, alimentos, becas de estudios, pensiones,
útiles escolares, anteojos, empleos, construcción de obras en un determinado
sector o comunidad, y un sinfín de cosas que, en muchos casos no está en
nuestras manos poder resolver, pero que por lo general logramos canalizar
satisfactoriamente algunos casos.
Ser un diputado opositor al gobierno en
Venezuela complica aún más su labor, y la de poder cumplir como quisiéramos con
las demandas de la gente, que forma parte de la deuda social acumulada que
existe en los barrios, por parte de Presidentes, Ministros, Institutos
autónomos, Gobernadores, Alcaldes. Y por desconocerse la función de un
diputado, también asumimos el costo político que representa el incumplimiento
de tantos ofrecimientos demagógicos de muchos.
Esa es una realidad que no podemos
ocultar y que vivimos a diario en nuestros circuitos, dejando establecido que
los diputados no manejamos partidas presupuestarias destinadas para esos
menesteres. Pero sí tenemos la facultad de gestoría en apoyo a las demandas de
nuestros electores, y lo hacemos con pasión y responsabilidad en la medida de
nuestras posibilidades.
Pero los diputados tenemos muchas
atribuciones, obligaciones y responsabilidades que cumplir, previstas en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el TITULO V, CAPITULO
I. Del Poder Legislativo Nacional.
Los diputados debemos recordar que somos
uno de los cuatro poderes: el Legislativo. La Constitución y el Reglamento
Interior y de debates definen claramente nuestros derechos, deberes y
obligaciones. A pesar de existir candidatos que son más de lo mismo, son
agentes de quienes han dirigido por mal camino al país durante dieciséis años,
ofreciendo sembradíos de acetaminofén y cuanta cosa se les ocurre para tratar
de seguir engañando al pueblo, que espera ansioso las elecciones parlamentarias
para castigarlos con el voto y poder superar la situación que hoy vive
Venezuela.
@freddyspaz
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