Por Eddie Ramírez,
16/06/2015
En Venezuela,
cuando algo anda mal se acostumbra decir: eso es un “ fao”, refiriéndose al
término beisbolero de “foul”. Esto viene a colación por el reciente premio
otorgado por la FAO (Organización para la Agricultura y Alimentación de la
ONU), el cual llama la atención por no estar avalado ni siquiera por las
estadísticas que publica esa organización.
El desempeño de
nuestra agricultura en estos 16 años ha sido tan malo como en otros sectores de
la economía. Por ese despacho han pasado trece ministros. Ante la escasez de
jugadores, el director técnico vuelve a llamar a quienes ha sacado del terreno,
como en cualquier otra caimanera. Hace poco sucedió con Jaua y ahora con la
designación de Iván Gil, quien ya había desempeñado el Ministerio de
Agricultura y Tierras hace menos de un año.
En el pasado esa
cartera fue ocupada por prestigiosos conocedores del agro. A pesar de la
creencia popular de que el petróleo acabó con la agricultura, lo cierto es que
desde la aparición del oro negro ese sector tuvo un crecimiento constante, como
consecuencia de mayores recursos para otorgar créditos y subsidios e invertir
en investigación, asistencia técnica, formación de profesionales en el exterior,
infraestructura rural y adquisición de maquinaria y equipos. Desde luego que no
todo era color de rosa y frecuentemente había protestas de los agricultores por
la fijación de precios, que a veces no cubrían los costos. Los productores del
campo sostenían que la agroindustria los explotaba y esta respondía que el
problema era la baja productividad por unidad de superficie. Ahora, la invasión
de fincas productivas, la inseguridad personal, el poco apoyo a la
investigación, la fijación de precios injustos, la escasez de insumos y
deterioro de la infraestructura han hecho retroceder a todos los subsectores de
la agricultura.
Este retroceso
puede comprobarse en un reciente trabajo del sociólogo Juan Luís Hernández, el
cual se basa en cifras oficiales del propio Ministerio y del Instituto Nacional
de Estadísticas. En resumen, Hernández recalca que, del 2011 al 2014 la
producción agrícola nacional descendió un 20%, mientras que el componente
importado subió un 79%; la caída de la producción nacional agrícola vegetal
entre el 2009 al 2014 fue de un máximo de 81,3% en granos leguminosos a un
mínimo de 5% en cereales, siendo las frutas el único caso de aumento; entre el
2012 y el 2014 el consumo de alimentos de origen vegetal y animal descendió en
todos los productos, desde una disminución del 32,9% en el caso de lácteos y
huevos a un 2,9 %, en las frutas; la inflación en alimentos fue de 73,9% en el
2013 y de 102% en el 2014; el porcentaje de hogares que no puede adquirir la
canasta básica alimentaria pasó de 8,9% en el 2009 a 13,1% en el 2013 y el
índice de escasez del Banco Central para marzo del 2014 fue de 29,5%.
Por su parte, el
investigador Carlos Machado Allison, en carta pública a directivos de la FAO,
rechaza que se haya otorgado ese premio, destacando que la producción per
cápita no ha aumentado y que el monto de las importaciones del sector pasaron
de 1200-1800 millones de dólares en los gobiernos anteriores, a un promedio de
6.600 millones entre el 2007 y el 2011(últimas cifras de FAO) y, según el INE,
entre 9000- 10.000 millones de dólares en los dos últimos años.
Nuestro diputado
Eduardo Gómez Sigala recalca que el Estado opera el 42% de las plantas de
harina precocida, el 33 % de las trilladoras de arroz, el 78/ de las
torrefactoras de café y el 48% de los centrales azucareros; de los 17 centrales
el régimen maneja 11, que solo producen el 20% del azúcar, mientras que los
seis privados producen el 80%. Además, el Ministerio y la Guardia Nacional
controlan el origen y destino de los productos alimenticios. Entonces, ¿cómo
puede el régimen eludir su responsabilidad sobre el desabastecimiento?
Cabe recordar que
Venezuela exportó café, cacao, arroz, mangos y melones. Hoy apenas exporta algo
de cacao. Además, también los subsectores pesca y forestal han declinado. La
agricultura es otro “fao” de este gobierno.
Como en botica: Los
siete países más desarrollados acordaron que dentro de 85 años ya no
utilizarían el petróleo. Dados los avances tecnológicos en las energías
alternas es muy probable que dicho lapso se reduzca a la mitad. Es decir, que
ese discurso de que somos una potencia energética por tener reservas de crudo
por 300 años es pura fantasía. Felicitaciones a María Corina Machado, Antonio
Ledezma y a Leopoldo López por el otorgamiento del premio Libertad de las
Cortes de Cádiz. Antonio fue el político que desde un principio habló y
defendió a los presos políticos. Lamentable el fallecimiento de Dr. Juan Martín
Echeverría, distinguido jurista, poeta y demócrata. Nuestras condolencias a
Horacio Medina, presidente de Unapetrol, por el fallecimiento de su mamá.
Horacio está exiliado por la persecución del régimen, pero se mantiene en pie
de lucha. ¡Viva la Vino tinto!¡ No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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