Por Carlos Machado
Allison, 12/06/2015
Sr Marcelo Resende,
Representante de la FAO en Venezuela; Sr. Raúl O. Benítez, Jefe de la Oficina
Regional de la FAO para América Latina y Sr Graziano Da Silva, Director General
de FAO
La organización que
ustedes representan ha decidido otorgar un reconocimiento al gobierno de
Venezuela por su éxito en materia alimentaria. Pienso, como muchos
compatriotas, que tal decisión es desafortunada y contribuye a darle
continuidad y soporte a políticas públicas equivocadas, que en materia
agroalimentaria, han sido una desgracia en los últimos 15 años.
Las estadísticas de
la FAO (faostat.org) ilustran
el pobre desempeño del país en materia agrícola. Basta con ver el total de la
producción agrícola desde 2007 hasta el 2012 (no están disponibles las cifras
de 2013 y 2014), alrededor de 15,5 millones de toneladas (15,7, 15,3 14,6,
15,2, 15,3 y 15,8 millones de t para el lapso 2007-2012) y dividir cada valor
entre el número de habitantes tomando las estimaciones, también oficiales, del
INE.
Como ustedes bien
saben cada año se incorporan a nuestra población cerca de medio millón de
nuevas bocas, 5 millones en diez años, cerca de 3 en el lapso señalado,
mientras que la producción se mantiene más o menos constante. De allí que cada
año la producción per capita disminuye. Por otra parte la importación de
alimentos, forrajes y animales, con altibajos, aumenta. La erogación en
divisas, bastante estable por muchos años, entre 1.200 y 1.800 millones de
dólares, crece en la última década hasta aproximarse a los 10.000 millones
debido, entre otras cosas, a la disminución en la producción bovina, de caña de
azúcar, cereales, café, papas, oleaginosas y otros rubros. De acuerdo a la FAO
las importaciones agrícolas entre 2007 y 2011 (no tienen las cifras de 2012 y
2013) fueron de 4,9, 9,6, 7,6. 6,1 y 5 y las oficiales, del INE para 2012, 2013
y 2014 de 8,8, 10 y 9,0 mil millones de dólares. Estas cifras ilustran una
creciente dependencia de las importaciones. En 1999 las mismas fueron de apenas
1,6 mil millones. Por otra parte el índice de la FAO de producción per capita
para Venezuela ha sido entre 2007 y 2012, de 102, 96, 95, 100 y 101 (Base 100
para 2004-2006), uno de los más pobres de América Latina. Por ejemplo el
correspondiente a Brasil para 2012 fue de 117.
No todo ha sido
negativo para el consumidor, ha crecido la producción de aves y cerdos,
beneficiados por la importación de forrajes a la tasa de cambio oficial. Si el
total de las calorías disponibles es el adecuado de acuerdo a los criterios de
la FAO, se debe a que el elevado precio de petróleo permitió suplirlas con
importaciones. Eso no es sostenible como lo demuestra la crisis actual derivada
del abatimiento en el precio del mismo. El BCV no publicó las cifras de
inflación en los primeros cinco meses del año a pesar que debe hacerlo por ley,
también dejó de publicar el índice de escasez o desabastecimiento. Buen número
de productos agrícolas han aumentado 100% entre diciembre de 2014 y mayo de
2015. Empresas encuestadoras señalan que el 85% de la población manifiesta que
su principal problema es la escasez y el precio de los alimentos.
El elevado circulante,
la disminución o estancamiento de la producción nacional, el control de precios
y de acceso a las divisas, ha determinado una elevada inflación y crónica
escasez de muchos productos. La participación del gobierno en la importación,
producción, procesamiento y distribución de alimentos, cosa que usted elogia,
así como la intervención, decomiso y acoso al sector privado y la violación de
los derechos de propiedad, afecta a cada uno de los elementos que integran la
definición de la FAO (1995) sobre seguridad alimentaria: la disponibilidad, la
regularidad, el acceso y el respeto a las idiosincrasias alimentarias.
Compromete además, el derecho de futuras generaciones a una alimentación
adecuada y la sostenibilidad de la producción.
Nuestro sistema
agroalimentario sufre la mayor crisis de la historia reciente con episodios de
escasez sólo son comparables con los que sufren países en guerra o afectados
por la pobreza o climas extremos. La FAO insiste en muchos de sus documentos en
la necesidad de una agricultura sostenible, en el uso de la tecnología para
aumentar la productividad, los derechos de propiedad, uso racional de los
recursos naturales e incremento de la producción. En la última década estas
cosas se han registrado en otros países de América Latina que han establecido
máximos históricos en el valor de sus exportaciones. La FAO, en un documento
reciente, los señala como la base del futuro alimentario de la humanidad. En
esa década Venezuela destaca por su bajo PIN (Índice de la FAO), lo negativo de
la balanza comercial y, de acuerdo a estudios recientes, una disponibilidad de
alimentos desbalanceada.
Sr Representante y
demás autoridades de la FAO ¿Han observado ustedes las largas filas que
hacen los venezolanos para adquirir alimentos? ¿Saben que la gente tiene que
abandonar su sitio de trabajo para dedicar cuatro o más horas a la
búsqueda de alimentos? ¿Saben ustedes que muchos de ellos sólo pueden ser
adquiridos un día a la semana? ¿Saben que no hay preferencias por edad o
condiciones de salud? ¿Saben que falta maquinaria agrícola, repuestos,
semillas, agroquímicos y otros insumos? ¿Saben ustedes que se registra una
importante fuga de talento y que el proceso de transferencia tecnológica de las
universidades a los productores disminuye? Saben que los programas
alimentarios para las escuelas no funcionan y millones de niños no tienen
acceso a la leche. Si, yo creo que saben todo esto y al detalle, porque, ni más
ni menos ese es su trabajo.
Muchos entendemos
que su organización y por consiguiente su empleo, dependen de los gobiernos y
no de los pueblos. Sin embargo, también entendemos que discreción y habilidad
diplomática serían suficientes. En nombre de muchos venezolanos le ruego que al
menos guarden silencio y ocasionalmente informen a su organización que las
cosas andan mal en Venezuela. No promueva premios a la incompetencia y a las
políticas equivocadas, tengan respeto, o al menos compasión, por los
venezolanos.
De ustedes muy
atentamente.
Carlos Machado
Allison,
Caracas, Venezuela,
junio de 2015
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