Thaelman Urgelles 17 de junio de 2015
Hace un par de días publiqué un post
lleno de ironía sobre una foto de Cabello y la Canciller Rodríguez con el
enviado norteamericano Thomas Shannon. Con ese motivo, algun@s amig@s me han
pedido mi opinión en serio sobre esa reunión. Trataré de hacerlo con la mayor
brevedad que pueda:
Me parece que en la política, y
específicamente en el plano de las relaciones diplomáticas entre los países,
las negociaciones y encuentros son algo normal y necesario. Mucho más si
existen áreas de conflicto entre ellos. Porque, ¿para qué reunirse y negociar
si no hay diferencias o conflictos entre los países? A menos que sea para
desarrollar proyectos conjuntos, lo cual no es el caso actual entre USA y
Venezuela. Por eso las visitas de Shannon a Venezuela, y sus encuentros
privados con Maduro y otros funcionarios sin anuncios posteriores, me parecen
parte de los procedimientos usuales en casos de gestiones para enderezar
diferencias políticas y diplomáticas.
Pero el encuentro entre Cabello y
Shannon en Haití me merece una opinión distinta. Excluyo de eso a Delcy Eloína
porque ella es la Canciller, manque nos pese, y eso forma parte de sus
obligaciones y las del gringo. En términos estrictamente diplomáticos, Thomas
Shannon no tiene ningún motivo para reunirse con el presidente de la Asamblea
Nacional de Venezuela; porque Cabello no representa, en términos formales, al
Ejecutivo venezolano, como Shannon no representa al Legislativo norteamericano.
Y si por razones estrictamente políticas
Shannon, como agente también político del gobierno de Obama, se debe reunir con
el Vice-presidente del PSUV, partido de gobierno de Venezuela (algo también
legítimo y normal), tal reunión debe estar desprovista de las formalidades del
uso diplomático; esto es, de fotografías y de anuncios formales por parte del
Departamento de Estado y de la Asamblea Nacional de Venezuela. Aunque no suelo
coincidir con él y no tengo especial preferencia por el personaje, creo que
esta vez el Senador Marco Rubio tiene toda la razón al juzgar el episodio como
"una señal confusa en política internacional".
¿Cuál es el motivo de esa foto sonriente
de Shannon, con abrazos de por medio, con Cabello y la Canciller? No fue,
evidentemente, una selfie que alguien tomó distraídamente y después la utilizó
sin autorización. Porque en las fotos los retratados están en pose, en el tipo
de pose de las reuniones amistosas y cordiales entre los países, gobiernos,
socios comerciales o sectores políticos. Las fotografías en pose son sintagmas
que en ocasiones comunican mucho más que las palabras y textos oficiales.
En todo esto queda muy clara la
intención de Cabello y del gobierno venezolano. Pero, ¿cuál es la intención del
gobierno norteamericano, de su servicio exterior, para participar
concientemente en este juego? ¿Qué se propone el ejecutivo de USA al hacerle a
Diosdado Cabello el tremendo favor de legitimarlo en momentos en que
informaciones de la prensa de Washington y España lo vinculan con una
investigación penal de jueces federales de USA? El ejecutivo de Obama no ha
confirmado ni negado la especie, pero es indudable que esa foto innecesaria con
Shannon es un espaldarazo para Cabello, quien, al margen de la presunta
investigación federal, es un personaje bastante cuestionado en Venezuela por su
especial dureza represiva e intolerancia contra cualquier tipo de disidencia
interna. Es, además, una bofetada a quienes, dentro del país, ejercen con gran
esfuerzo y privaciones de todo tipo la oposición al régimen represivo del que
Cabello es uno de sus más crueles exponentes.
Me resulta extraño que en esta ocasión
no hayan salido los exégetas de la política exterior del presidente Obama, los
mismos que nos cayeron a pedradas a quienes objetamos respetuosamente la
pertinencia y utilidad de la Orden Ejecutiva contra 7 funcionarios menores del
régimen, medida que en aquel momento ofreció un transitorio y oportuno punto de
apoyo a un gobierno que se encontraba aislado y sin política. ¿Será porque en
este caso la acción ejecutiva es criticada por el senador Rubio y su Partido
Republicano, sponsors habituales de los solícitos exégetas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico