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domingo, 28 de junio de 2015

El silencio cómplice, @ffacchinb



Por Fernando Facchin B., 26/06/2015

El silencio oficial se traduce en violencia pasiva. Es una modalidad sibilina de manipulación, son prácticas de quienes no se atreven a manifestar su opinión frente a un hecho concreto y apelan a los subterfugios del silencio cómplice o violencia pasiva.

La inacción e indiferencia es violencia pasiva, silencio cómplice; es ignorar a “El Carabobeño” y desoír al clamor ciudadano, es fingir que no existe, que sus más de 80 años son una falacia.

A Carabobo, contra el silencio oficial, le acompaña, su historia, su cultura, sus costumbres y su dignidad, valores a los cuales pertenece “El Carabobeño”, aún en contra de sus detractores de la Plaza Sucre.

Las manifestaciones en favor de “El Carabobeño” son un gran clamor popular frente a las inmensas injusticias del régimen. El silencio cómplice atenta contra la dignidad del pueblo carabobeño. ¿Cuál es el gentilicio del inquilino del Capitolio? Le exigimos se manifieste sobre si ama y respeta su región natal o la desprecia, esto último parece ser su bandera, ante su silencio.

El régimen es consciente de que la libertad de prensa significa el fin de su existencia. Cuando se han permitido dentro de los medios de comunicación pequeños resquicios de pluralidad, la receptividad de la población al mensaje transformador de cambio ha sido enorme. Ya las amenazas no asustan. La crisis arrincona, pero la sociedad dispone. “El Carabobeño” resiste y doblega al silencio cómplice.

Publicado el 26/06/20156 por:




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