Por Tamara Suju
Roa, 15/06/2015
Prepárense para un
tiempo de masacre y de muerte, si fracasara la revolución bolivariana,
prepárense… pónganse las pilas todos. Nicolás Maduro
Según cifras del
Observatorio Venezolano Contra la Violencia, 24.980 personas fallecieron de
forma violenta el año pasado, 82 por cada 100 mil habitantes, ubicando a
nuestro país como el segundo más violento del mundo. En el mes de marzo de este
año, fallecieron 485 personas por hechos violentos, sólo en el Área
Metropolitana de Caracas y 468 en el recién finalizado mes de mayo. 58 policías
han sido asesinados al 31 de mayo, en su mayoría, para robarles el arma.
Un venezolano muere
cada hora víctima de la violencia en Venezuela. El abogado y criminólogo Fermín
Mármol García, dijo en una entrevista, que en Venezuela convivían más de 18 mil
bandas criminales, de las cuales por lo menos 12 mil están en el delito
violento, como los robos, secuestros y asesinatos. Mármol García también afirmó
que de cada 100 delitos que se cometen, solo 6 son castigados, que los
colectivos armados, el Frente Bolivariano de Liberación Nacional y sus
distintas fracciones en Apure, Barinitas y Táchira, los sindicatos de la
construcción y las mega bandas criminales de los pranes en las cárceles, son
intocables.
En los últimos 15
años, los venezolanos hemos sido testigos de cómo el gobierno nacional ha
promovido y protegido a estas bandas, permitiendo que se creen micro estados
dentro del Estado, donde impera la ley de estos grupos, y donde los mismos
organismos de seguridad tienen prohibido entrar. Las armas que se supone están
controladas por el Estado, están en manos de la delincuencia, incluso las más
modernas, adquiridas en el gobierno de Chávez. La descarada impunidad ha
permitido que la delincuencia se reproduzca como la forma más fácil de obtener
dinero y poder, porque nadie los castiga, nadie los busca y por lo tanto,
actúan a sus anchas a todo lo largo del territorio nacional. Es decir, no sólo
la delincuencia organizada consigue el camino libre para actuar, sino que la
amateur se cobija en la impunidad para mantener en zozobra y pánico a la
población.
Además de lo
anterior, el gobierno de Maduro ha fomentado la creación de nuevos grupos. Provea,
ONG Venezolana en su informe anual, denunció la creación de los Comandos
Populares Antigolpe, las Milicias Estudiantiles y Campesinas, las Brigadas
contra los Grupos Generadores de Violencia y la Fuerza Choque de la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana, que se suman a las Milicias Obreras —creadas en
2010— cuyo objetivo es enfrentar a sectores que protestan o disienten
políticamente del gobierno. Grupos generadores de violencia para acallar el
malestar social que actúan “legalmente”.
En muchas de las bandas
de la delincuencia organizada, hay funcionarios de los distintos organismos de
seguridad del Estado, eso explica por ejemplo casos de secuestro exprés donde
las víctimas han sido monitoreadas y bien escogidas. El empobrecimiento de la
población es uno de los principales factores del incremento de los índices de
criminalidad. Provea indicó, que si no hay cambios urgentes en las políticas
del gobierno, a finales del 2015 habrá 12 millones de pobres, en un país donde
los dividendos que producen los recursos petroleros y naturales no son
invertidos en el bienestar social ni en infraestructura.
Para rematar este
panorama, los organismos de seguridad del estado están dedicados a perseguir a
manifestantes que a lo largo del todo el país tienen más de un año protestando
por las calamidades diarias que padece la población. Según cifras de Foro Penal
Venezolano, más de 3.700 personas han sido detenidas entre febrero del 2014 y
mayo de 2015. 2.053 de esos detenidos están siendo procesados penalmente, y 135
casos de torturas fueron registrados, denunciándose ensañamiento y crueldad
especial en los jóvenes. Más de 600 personas fueron víctimas de tratos crueles,
inhumanos y degradantes. Provea registró 1.032 heridos en el marco de éstas
protestas.
Nos preguntamos
entonces, cuál es el significado exacto de las palabras pronunciadas por
Maduro. Masacre y muerte es lo que ha padecido el pueblo venezolano, entre el
hampa y la persecución política. ¿A qué se refiere cuando dice “prepárense”?
Porque los venezolanos decentes podríamos presumir que la intención es alertar
a sus radicales para un enfrentamiento civil, donde sólo un lado está armado y
es justamente el gobierno nacional y sus bandas identificadas, a las que se
suman los grupos criminales que han hecho del delito una fuente fácil para
obtener ganancias, gracias a la impunidad. ¿Podríamos entonces presumir que la
impunidad y la permisividad de grupos civiles armados es política de estado?
La violencia atrae
violencia. Quien siembra odio, cosecha tempestades. La ciudadanía está como
volcán a punto de hacer erupción. Aguanta, callada hasta ahora, la humillación
de hacer colas para obtener alimentos según su número de cédula, que la
delincuencia les mate a los hijos, a los esposos, a las madres, a los padres y
el gobierno sólo se vanaglorie por detener a los presuntos culpables de la
muerte de Serra, uno entre miles de venezolanos asesinados. La población
observa como el gobierno en vez de atender la emergencia sanitaria y la crisis
por la escasez de medicinas, se ocupa de fabricarles expedientes a quienes
disienten, de perseguir a los periodistas y medios de comunicación, de hacer
pataletas porque ex presidentes exigen liberar a los presos políticos, y sobre
todo, como pierden el tiempo que deben emplear en gobernar en montar circos de
TV para seguir haciéndose propaganda y tratar de remontar en las encuestas, que
no le dan más del 15%. El tiempo de los shows terminó. Las consecuencias del
desgobierno, de la corrupción y del despilfarro les están tocando la puerta a
marrazos.
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