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viernes, 2 de septiembre de 2016

En Catia y el 23 de enero salieron a marchar y a comprar comida por @charliegiuliano


Por Charlie Barrera


Al oeste de Caracas algunos habitantes acordaron reunirse en los torniquetes de la estación del Metro Agua Salud para ir a uno de los puntos de concentración anunciados por la Mesa de la Unidad Democratica. La presencia de funcionarios de seguridad en ambos sectores era numerosa, incluso de los miembros de los colectivos.

Caracas. A las 7:45 am los habitantes de Catia y sectores aledaños estaban en la calle como cualquier otro día, aunque este jueves parecía más bien un domingo. Baja afluencia de vehículos particulares, al igual que de transporte público, que prestó servicio pero a media máquina. En esa popular zona capitalina, donde —hasta las elecciones parlamentarias del 6D— siempre había ganado el chavismo, había caraqueños a los que no les llamaba la atención la gran Toma de Caracas convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) hace más de un mes.

“Quizás esta gente está aquí comprando comida y luego se van a la marcha”, dijo un buhonero desde su puesto de frutas y verduras en la acera de la concurrida calle Colombia. Esa arteria vial alberga en sus bordes una gran cantidad de vendedores informales y la mañana de este jueves —aun con tantos puntos de concentración anunciados y desplegados por la MUD y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la capital— fue igual de recorrida por los citadinos en busca de comida.



En Catia siguen las colas por comida aunque al este de Caracas habia una gran marcha.

En la redes sociales, televisión y la radio, las noticias de la movilización de ambas toldas eran constantes. Sin embargo, el bulevar de Catia y sus calles próximas parecían no estar al tanto de lo que sucedía en la avenida O’Higgins, Plaza Venezuela, Avenida Francisco de Miranda y Río de Janeiro. Incluso había más de 100 personas haciendo cola para comprar pollo —a Bs. 1.500 el kilo— y cartones de huevos.

 “Cuando hay marcha o alguna actividad es que uno ve a más policías y guardias en la calle. Es la única manera, de resto se ven por aquí una vez a la cuaresma”, comentó Jorge Seguías, dueño de una litografía en Catia. Frente a su comercio había una fila de gente para comprar pollo y queso.

Aunque muchos caraqueños cumplían con su rutina, varias personas caminaban con su franela blanca y su gorra tricolor por el bulevar y entraban a la estación del Metro en Pérez Bonalde. Lo propio hacia un grupo de mujeres que, a eso de las 8:10 am, en una calle paralela a la plaza de Pérez Bonalde, abordaban un autobús que sube por la calle Argentina para empalmar con la avenida Moran y llegar hasta La Paz, donde el conjunto femenino se uniría a la concentración que saldría desde la avenida O’Higgins.


Algunos de los comercios en el bulevar de Catia se encontraban cerrados. muy cerca de la entrada del Metro de Pérez Bonalde.

A pesar de que Catia y el 23 de enero fueron dos parroquias que ganó la oposición en los pasados comicios parlamentarios, no hubo ningún punto de concentración para convocar a la marchar desde ese sector. No obstante, dos líderes comunitarios de estas zonas se encargaron de organizar a algunos vecinos y los condujeron hasta la avenida Libertador.

“Lo que hacemos es dividir al 23 de enero en dos partes. Los que viven en La Cañada, El Porvenir, Agua Salud y zonas cercanas los convocamos en esa estación del Metro y los que viven por el barrio El Observatorio, Zona F quedamos de encontrarnos aquí”, informó Julio Díaz, dirigente comunitario del 23 de enero, desde la iglesia Madre Cabrini ubicada a una cuadra y media de la estación Pérez Bonalde.

A las 8 de la mañana, Díaz ya estaba frente a la iglesia con otros vecinos. Optó por avisarle a los que iban en camino que tomaran un bus hacia Agua Salud porque había mucho patrullaje de parte de los colectivos que dominan esa área.

               Julio Diaz, junto con otros vecinos de el 23 de enero y Catia.

Armas largas en la calle

En los torniquetes de la estación del Metro Agua Salud, otro líder sectorial, Manuel Mir esperaba a varios parroquianos para abordar los trenes y movilizarse hasta la avenida Libertador. Allí había un nutrido grupo de mujeres con franelas blancas, banderas de Venezuela y algunas con su gorra tricolor que aguardaban a otros marchistas que no tardaron en llegar.

Esa emblemática parroquia caraqueña, donde también está ubicado el Cuartel de la Montaña, estuvo plagada de colectivos armados en varios puntos.

                     Grupo de mujeres con franela blanca y gorra tricolor.

El transporte público, mototaxistas, vehículos particulares circulaban por el lugar bajo la mirada vigilante de hombres con armas largas, pantalón verde militar, chaleco antibalas y una gorra negra con una estrella roja al frente. Vestimenta habitual de quienes pertenecen a los distintos colectivos que hacen vida en esa parroquia. Estos eran los encargados, junto con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) de garantizar la seguridad del sector.

Un toldo azul con fotos de Simón Bolívar, Hugo Chávez y Nicolás Maduro, y unos conos en la mitad de la calle estaban frente al árbol de Los Peluches. En la carpa había una mujer y un hombre, este último portaba un arma de asalto colgada de la espalda y conversaba por un transmisor. Unos metros más lejos se situaba una alcabala de la GNB. Al parecer, los colectivos y la GNB trabajaban en conjunto para asegurar la protección de los vecinos.

Asimismo, en la entrada del Hospital Elías Toro, ubicado en la calle Colombia, se hallaban dos hombres con la misma vestimenta y un arma corta a la cintura, acompañados por un funcionario castrense.

Aunque muchas personas no acudieron a la convocatoria de la MUD, el oeste de Caracas se movilizó “a la calladita” y por su cuenta a los diferentes puntos de concentración, el más cercano, el de la avenida O’Higgins.

Presencia policial que evitaba que la marcha opositora tomara su rumbo hacia el centro de Caracas.

                             Mujer marchando a la altura de El Paraiso.

                                  Mujer de la tercera edad marchando.

                            Partipantes en la marcha con sus pancartas.

Fotos: Mariana Mendoza

01-09-16




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