Por Emma Sánchez
Pedro Carreño es el menos
indicado para hacer cualquier petición sobre la Fiscal General, advierte el
diputado chavista y esposo de Luisa Ortega Díaz. La constituyente evidencia el
deseo de desbaratar lo que queda de Chávez, acusa
La reacción del gobierno
contra Luisa Ortega Díaz es “desconsiderada y retaliativa, porque obedece más a
intereses particulares que a cumplir con la Constitución”, afirma el diputado
chavista y esposo de la fiscal general, Germán Ferrer.
"Esa Constituyente lo que
va a traer en Venezuela es un periodo ignominioso de muertes, violencia,
desapariciones y tortura peor que la Cuarta República, que nosotros criticamos
tanto. ¿Cómo le vas a imponer a la gran mayoría de los venezolanos lo que
quieren imponer de manera fraudulenta un grupo de personas? Lo podemos decir
con todas las letras: esa Constituyente sería una dictadura permanente",
advierte Ferrer.
En conversación
con Contrapunto, el parlamentario por el estado Lara considera que la
única forma de salir de esta crisis “terrible” del país es en una mesa de
diálogo, aunque entiende que los venezolanos rechacen de plano este
planteamiento.
–¿Cómo calificaría lo que está
haciendo el Tribunal Supremo de Justicia al admitir una solicitud para
determinar si hay méritos para llevar a juicio a la Fiscal General?
–Sin duda que confirma la
actitud retaliativa e insólita por parte del Ejecutivo. Vemos como el Tribunal
Supremo de Justicia, apoyando decisiones verdaderamente insólitas, acciona con
una celeridad que no ha tenido con otras decisiones que ha debido tomar; por
ejemplo, el caso de los diputados de Amazonas, entre otras. Es un atropello
esto que está haciendo el gobierno a través del TSJ. La justicia tiene que
imponerse. Lo que estamos viendo, como lo ha dicho la Fiscal, es la muerte del
derecho. No nos queda otra medida que apelar a la opinión pública para que
observe, y tenga la posibilidad de discernir quién está en este caso
trasgrediendo la ley, que evidentemente es el Tribunal Supremo de Justicia
ilegítimo e ilegal. Muchos de los magistrados no tienen los requisitos para
ocupar el cargo en el alto tribunal. Acostumbrados ya estamos a los
atropellos del Ejecutivo. Cualquier cosa pueden inventar porque están
sustentados básicamente en la Fuerza Armada, que es lo que mantiene esta
situación.
–¿Cuál es su criterio sobre el
llamado a activar el artículo 350 de la Constitución por parte de la oposición?
–Ese es un artículo que está
dentro de la Constitución. Lo esgrime cualquier ciudadano o institución. Ya
veremos. Esto lo plantearon los partidos de la oposición que hacen un llamado a
escala nacional. Su activación es decisión de cada ciudadano asumirla.
–¿Pero Usted está de acuerdo
con que se active el 350?
–Depende de cómo la realidad
te vaya llevando. Yo estoy básicamente en función de que, más allá de las
presiones y los desastres que tenemos encima, no debemos dejar la mesa de
diálogo. En situaciones de mayor conflictividad esta es la vía para buscar
salidas que permitan que los venezolanos nos encontremos en función de darle
respuesta a los problemas fundamentales que tenemos en el país.
–Ahora este gobierno, junto
con la Guardia Nacional y los otros órganos de seguridad, están usando armas
abiertamente para repeler las manifestaciones…
–Esa es otra situación
terriblemente delicada, porque estarían incursos en violación flagrante de los
derechos humanos, que es un delito imprescriptible. Alguien debe pagar las
consecuencias de esos asesinatos y hacerse responsable de estos terribles
hechos. Venezuela ha firmado pactos internacionales que obligan a observar
conductas que no trasgredan los derechos humanos, como en este caso. Insisto:
es una violación flagrante el asesinato de personas en manifestaciones donde se
está usando la fuerza. La violencia de cualquier parte es condenable, pero el
derecho de los ciudadanos a manifestar está permitido en la Constitución ante
situaciones que rechazan, como es el caso de los que sucede en el país.
Apetencias de grupos
–¿Cuál es su visión, como
analista, de toda esta crisis que atraviesa el país?
–La crisis no es solamente
nacional. Estamos dentro de una crisis global, económica, ambiental; de
valores, sobre todo. El esquema económico colapsó porque se derrumbaron los
precios del crudo y esto incide en la propuesta social que se promovió en
Venezuela. Se basó fundamentalmente en un espejismo, por decirlo de alguna manera,
que era la renta petrolera en función de resolver el abandono en el cual estuvo
el pueblo venezolano durante 500 años. Pueblo que se vio reivindicado con el
planteamiento hecho por el presidente Chávez en salud, educación, vivienda y en
lo social. Pero ahora esto se derrumba porque estamos sujetos a los vaivenes de
la economía mundial, y nos está afectando profundamente.
–Usted habla de una crisis de
valores. ¿Cree que el gobierno con toda está represión y la violencia de Estado
contra los ciudadanos está atravesando una crisis de valores?
–El hecho de presentar una
Constituyente basada fundamentalmente en planteamientos que consideramos poco
viables, y algunos absolutamente negados a la ley y la Constitución -como el
hecho de que la convocatoria debe hacerla el pueblo venezolano- obedece a un
problema ético. Transgredir la ley trae como consecuencia que tengamos
posiciones que no se ajustan al derecho y a la sociedad de manera ética.
Venezuela no escapa de esa crisis de valores. Siendo honestos, y basándonos en
la Constitución, deberíamos permitir que sea el pueblo quien decida, y no
buscar subterfugios para imponer la voluntad de una minoría por encima de la
inmensa mayoría del país que rechaza esta asamblea nacional constituyente. No
es un rechazo per se, sino que esta propuesta presentada por el presidente
Maduro va a favorecer a un grupo de personas que quiere perpetuarse en el
poder, y eso no es lo que establece la Carta Magna que promovió el presidente
Chávez.
–¿Debe la AN declarar la
nulidad absoluta y designar nuevos magistrados?
–Si se ha incurrido en ilícito
para la selección de esas personas que están cumpliendo un rol tan importante
en el país, debe accionarse ese procedimiento, porque las decisiones del TSJ
son írritas. Sin duda que corresponde a la Asamblea Nacional impulsar los
mecanismos que le den de nuevo la legalidad al país. Estamos en una situación
muy difícil y crítica, puesto que aquí la institucionalidad está en un grado de
deterioro total. La Asamblea Nacional está en desacato; el TSJ es absolutamente
ilegítimo según los planteamientos hecho por la Fiscal General de la República.
Tenemos un Ministerio Público amenazado por las apetencias de esos grupos
políticos que prácticamente se proponen asaltar este organismo para volcar esas
atribuciones en otras instancias del Estado que no están contempladas en la
Constitución. La situación que estamos viviendo es tan delicada, que requiere
que nos sentemos los venezolanos -más allá de los extremistas de ambas partes
de izquierda y de derecha- a pensar en el país, resolver los problemas y darle
gobernabilidad a Venezuela.
Carreño, el menos indicado
–¿Qué opinión le merece la
reacción del gobierno sobre las actuaciones de la Fiscal General de la
República?
–Del gobierno y de algunos
voceros políticos. Me parece que es desconsiderada y retaliativa, porque
obedece más a intereses particulares que a cumplir lo que dice la Constitución.
Lo que ha hecho la Fiscal General está ajustado a derecho, y a lo que
establecen las normas en el país. No se ha salido de ahí. Lo que nos extraña es
que cumplir la ley de alguna manera les resulta incómodo a algunos grupos
políticos. Habría que revisar eso más bien: por qué observar la ley le trae
tanto resquemor a un sector político.
–¿A cuál sector político se
refiere?
–A los que están criticando
las actuaciones de la Fiscal General de República. Cualquiera sea, sin distingo
de extremos, porque aquí ambos lados incurren en ilícito cuando no observan las
leyes del país.
–El diputado Diosdado Cabello
pidió "perdón" por aquella decisión que la convirtió en Fiscal hasta
el año 2021 y la calificó de "indigna”. ¿Qué piensa de esta afirmación?
–Le insisto, la Fiscal General
lo que está haciendo es cumplir con lo que le establece la Constitución. A
quien le moleste que cumpla la ley tiene que revisarse, y tendríamos que ver
por qué tienen esa actitud. Cumplir la ley no es un delito ni un contrasentido.
Que se revise el diputado Diosdado si está cumpliendo o no con las normas que
debemos acatar todos los venezolanos.
–¿Qué opina de las
declaraciones del diputado Pedro Carreño en las que afirma que la Fiscal sufre
de "insania mental" y pide una junta médica al TSJ para evaluar
qué tipo de locura padece?
–Nosotros no vamos a caer en
provocaciones con Pedro Carreño, que es el menos indicado para decir estas
cosas, desde el punto de vista de la moral y la conducta. No nos preocupa,
porque sabemos de todas sus ejecutorias y vida. No es precisamente la persona
que tiene más moral para decir estas cosas, y además no tiene la razón. Esto es
parte de todas las agresiones que están dirigiendo contra la Fiscal por cumplir
la ley.
–¿Qué le parece la demanda
admitida por TSJ de los propietarios de la aeronave en poder de la Fiscalía, y
el hecho de que soliciten una bitácora completa de los vuelos de la aeronave
que supuestamente ha sido usada por Ortega Díaz y su familia?
–Todo eso es parte de las
elucubraciones. El que tiene el poder podrá decir cualquier cosa, y tenemos de
ejemplo el TSJ al aprobar sentencias como la 155 y 156. Cualquier cosa es
posible en la dimensión desconocida.
–¿Y sobre la afirmación de
Iris Valera, exministra de Servicio Penitenciario, que revela una supuesta
relación de Usted con el caso de los papeles de Panamá?
–Con esta señora no voy a dar
ninguna respuesta. Venezuela conoce quién es la persona. No vale la pena.
–Tareck El Aissami dijo que la
salida de la Fiscal se daría en 48 días, una vez que la asamblea constituyente
sea electa y tenga la facultad de dictar decisiones por encima de cualquier
otro poder del Estado...
–Por supuesto que esa asamblea
nacional constituyente, de llegarse a aprobar, tendría toda la ilegitimidad que
se pueda conocer. Yo estoy convencido de que más de 90% de la población está en
contra de esa constituyente deshonesta, a la que no le han establecido limites.
Cualquier aberración se puede esperar de ella. Esa constituyente lo que va a
traer en Venezuela es un periodo ignominioso de muertes, violencia,
desapariciones y tortura peor que la Cuarta República, que nosotros criticamos
tanto. ¿Cómo le vas a imponer a la gran mayoría de los venezolanos lo que
establezcan de manera fraudulenta un grupo de personas? Lo podemos decir con
todas las letras: una dictadura permanente. Una asamblea constituyente
legislando indefinidamente, tipo Revolución Francesa, con las mismas
consecuencias. Si nosotros no observamos las leyes podemos conducir al país a
una catástrofe. Veremos situaciones en las cuales sabes cómo comienzan pero no
cómo terminan.
Por eso, insiste Ferrer,
"lo que hacemos es un llamado al diálogo; que nos sentemos y debatamos. Lo
que debemos cumplirle a Venezuela son las elecciones de gobernadores. ¿Por qué
no empezar por aquí para que bajemos la tensión en el país? Es la única forma
de volver al cauce de la normalidad; si no, tendremos una secuela de muertes
que vamos a seguir generando con las consecuencias que eso trae a escala
nacional e internacional. Esto pudiera convertirse en un motivo para que haya
personas que sean enjuiciadas posteriormente, como ha pasado en muchas partes.
A Videla (Argentina), ya muriéndose, le declararon cadena perpetua".
El diputado recalca que
"los crímenes de lesa humanidad y contra los derechos humanos que ha
habido en el país no prescriben. Hay que considerar estas situaciones: en
definitiva se pueden cometer exabruptos que van a tener consecuencias para las
personas que sean responsables".
Llegar a "situaciones
bien delicadas"
–¿Usted cree que el gobierno
sufrirá esas consecuencias en vista de los 75 muertos producto de la represión
de los organismos de seguridad de Estado convalidada por el estamento militar,
y por los 3.182 detenidos este año por manifestar?
–Eso es lo lamentable y
trágico. Esta situación se está manteniendo precisamente por la fuerza. Esto no
tiene legitimidad. Si no nos encontramos con las buenas intenciones de darle
respuesta a los problemas del país, definitivamente vamos a llegar a
situaciones bien delicadas.
–¿Qué situaciones tan
delicadas serían esas?
–Una guerra civil, por
ejemplo, que nadie la quiere pero que se propicia con la intolerancia.
–¿Cómo se puede lograr un
diálogo cuando el gobierno no lo quiere y la oposición tampoco?
–Hay que insistir en el
diálogo, aunque nadie quiere perder sus posiciones. Tenemos que ser
inteligentes en el manejo de esta situación.
–Hay mucha desconfianza porque
el gobierno no ha sido capaz de ceder en puntos importantes…
–Hay que insistir, porque en
algún momento se van a tener que sentar a dialogar. Es la única forma de salir
adelante. Hasta en la Segunda Guerra Mundial, en el conflicto de Corea, desde
la guerra de Vietnam, Nicaragua y lo más reciente Colombia. Estamos a tiempo de
resolverlo. Estamos comenzando un conflicto que puede alcanzar dimensiones
pavorosas. El llamado lo hacemos a todos los dirigentes políticos, tanto de
oposición como del gobierno. En el caso de los colombianos estuvieron 4 años
negociando, y dijeron “no nos paramos de la mesa hasta que no logremos una
salida”. La gente suele pensar que las soluciones son inmediatas. Mientras más
duras sean las cosas, más tenemos que discutir. Tiene que haber la conciencia
de que sin diálogo no vamos a ninguna parte. Es natural que una parte de los
venezolanos rechace la posibilidad de diálogo por la experiencia que han
pasado. Los que están dirigiendo el país tienen que sentarse a conversar. Como
te digo, tanto oposición como gobierno. El llamado es a que todos nos sentemos
a negociar en Venezuela las posiciones que consideremos que son justas; si no
es así nos vamos aniquilar en una guerra fratricida que no conviene a nadie y
que propiciará un retroceso al siglo XIX.
–¿Según su criterio quién
debería dar el primer paso?
–El paso lo tiene que dar
cualquiera de los dos, el gobierno y/o la oposición. Sentarse e invitar al
otro. El que no asista quedará cuestionado. Alguno de los dos bandos debe tomar
la iniciativa. No hay otra manera de salir adelante…
–La gente en general, y la
oposición en particular, solo quieren que el presidente Maduro salga del
gobierno…
–Está bien, pero si colocas
elementos concluyentes o definitivos eso no es diálogo; esas son imposiciones.
El gobierno, por ejemplo, puede pedir que la gente se quede en su casa
tranquila y que no proteste. No puede ser. Si la gente sale a protestar es
porque está exigiendo determinadas cosas. Cada quien tiene sus razones. No se pueden
sentar en una mesa con posiciones absolutas y definitivas. El diálogo es
ponerse de acuerdo en el disenso que tenemos todos.
–El secretario de Estado de
EEUU, Rex Tillerson, aseguró que su Gobierno está trabajando en una “lista muy
robusta” de individuos de Venezuela para ampliar sus sanciones por las
violaciones de derechos humanos. La comunidad internacional presiona al
gobierno para que encuentre una salida democrática a la crisis. ¿Qué opina
Usted sobre este tema?
–Evidentemente que aplaudimos
a todos los que de alguna manera quieren lo mejor para Venezuela. Pero soy
categórico y mi posición es que los problemas de los venezolanos los resolvemos
los venezolanos. No necesitamos la injerencia de nadie para eso. Pero tenemos
que ser razonables sobre casos de desafueros cometidos contra la población que
colinden con los tratados internacionales. Cada quien con su responsabilidad.
–¿Cuál cree Usted que sea el
camino a tomar en estas semanas tan difíciles para la democracia en el país?
Porque cada día que se acerque la elección constituyente la situación
empeorará, según otros analistas.
–Yo creo que sí. Pienso que
las cosas pueden empeorar si no llegamos a acuerdos antes. Sin duda que tenemos
que poner de nuestra parte para que esto no se convierta en una guerra
fratricida. A todos los venezolanos nos tienen que conmover las 75 muertes que
se registran hasta ahora. No se trata de que sean muertos de la oposición o del
gobierno. Son muertos venezolanos, y en definitiva esto tenemos que evitarlo a
costa de lo que sea. Tenemos que comprometernos todos. Aspiro a que haya
sindéresis en ambos sectores. El gobierno debería echar atrás esa convocatoria
a una asamblea constituyente, aunque estoy convencido de que no lo va a hacer.
Esto no conduce absolutamente a nada, y nos llevará a una situación de mucha
conflictividad. Además, nuestro talento y futuro está emigrando. En Venezuela
no teníamos esa experiencia, y ocurre justamente por las circunstancias que
estamos atravesando: violencia, represión, inseguridad, falta de oportunidades
y alto costo de la vida. Avancemos hacia un país con paz y tranquilidad.
Desbaratar a Chávez
–¿Usted cree que Maduro
irrespetó el legado de Hugo Chávez Frías?
–Yo creo que sí. La propuesta
de la constituyente indica el deseo de desbaratar lo que queda del presidente
Chávez, que es la Carta Magna de 1999. No es un aporte al planteamiento
chavista, sino que sencillamente emerge una nueva clase política, porque de
pronto se siente ya fortalecida como para colocar otro ícono de los movimientos
sociales. Yo creo que es un error, porque todo lo que queramos hacer está
presente en la Constitución.
–¿Qué mensaje les daría al
Gobierno, a la oposición y a los militares?
–Si quieren que haya paz, como
lo ha propuesto el presidente Maduro, hay que buscar otros mecanismos que no
sea impulsar esta asamblea nacional constituyente, porque se debe consultar
primero al pueblo. Y por lo que hemos observado el pueblo la va a rechazar. A
la oposición le digo que acepten la mesa de diálogo para que nos sentemos a
revisar qué cosas podemos hacer como venezolanos que queremos al país, para
salir de todas las penurias que tenemos. Hay que buscar la armonía. Debemos
hacer política con P mayúscula, actuar racionalmente. A los militares les
señalo que ellos son corresponsables de todo lo que está pasando porque, en
definitiva, no hay institución en el país que pueda desconocer la realidad que
estamos viviendo. El estamento militar también tiene que contribuir a que le
demos salida y respuesta a esta situación. Todos somos corresponsables de esta
tragedia que está viviendo Venezuela.
24-06-17
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