Por Luisa Pernalete
Democracia y periodismo van de
la mano, así lo entiende la profe Luisa y el oficio. Proteger y divulgar la
verdad tiene consecuencias positivas: un país libre.
Ustedes son noticia, no
solamente porque hoy se celebra su día -¿se puede hablar de celebrar algo hoy
en Venezuela?-, sino porque están dentro de los protagonistas con ese
calificativo de primeros actores.
Quiero hoy, no felicitar
porque puede sonar a mal chiste en estos momentos, pero sí RECONOCER el
trabajo que hacen. Así: con mayúscula y con negrita. Ya se sabe que sin ustedes
no hay noticias malas ni buenas, porque noticia que no se sabe, ¿existe? Las
noticias necesitan ser difundidas. La libertad de expresión y de expresión son
como el oxígeno de una sociedad. Ustedes son los que tienen ese poder de la
lupa: hacen grande lo pequeño, pueden dirigir la atención hacia detalles que
sin ustedes se quedarían invisibles. ¡Tienen un gran poder! ¡Son como magos!
Sacan de sus sombreroscosas sorprendentes. ¡No se imaginan la alegría de
una comunidad popular cuando salen -en radio, prensa o televisión- no en la
página de sucesos, sino en la de sociedad. ¡Una alegría indescriptible!
Las buenas noticias valen la pena sólo por ver el rostro de los protagonistas que
recuperan dignidad.
Hoy quiero confesar algo: me
hacen falta ustedes: ¡Todos!
Me hace falta la voz de César
Miguel, que nos ayuda a Amanecer leyendo un diario, con ese tono de
serenidad tan necesaria por estos días. Y claro, su voz con todo su equipo que
pienso deben tener cerebro de pulpo, con tentáculos en mil cosas a
la vez. Gracias César, gracias Lila, Adriana, Luis Carlos, Barbarita...
Me hace falta la perseverancia
de los compañeros que trabajan en medios realmente asediados, como los
de Correo del Caroní, por mencionar el que más conozco. Las reflexiones
profundas de Oscar, la sabiduría de Leonardo, los arrojos de Marcos, la agudeza
de Oriana, por mencionar algunos. Gracias compañeros. Gracias por la valentía
de trabajar asediados. De paso, es hora de agradecer gracias por ese espacio
semanal que me ofrecen y hasta promocionan. ¡Qué suerte tengo!
También me hace falta esa
creatividad de los periodistas jóvenes, ¡Cómo inventan! Esos audios con
resúmenes tan útiles que nos envían los de Servicio de Información Pública. ¡Y
ni hablar de los hermanos de nuestras emisoras! Los jóvenes que forman parte de
los portales de noticias… ¡Cuánta falta me hacen!
Me hacen falta incluso los
periodistas que se autocalifican de comeflor, como Clavel. Amiga: se
requiere mucha gente comiendo flores para conseguir la paz en Venezuela.
Por supuesto que también me
hacen falta todos ustedes que hacen trabajos de investigación. ¿De qué otra
manera nos enteraríamos de tantas cosas que pasan en el país subterráneo?
Gracias David, Minerva, el equipo de Runrunes y los demás que se me
escapan.
¿Y qué decir de los que luchan
por el derecho a estar informados? Me hacen falta los Carlos con sus Espacios Públicos. Gracias Carlos,
gracias Andrés. Metamos también aquí a Melanio.
Palabras especiales para los
valientes que cubren las manifestaciones. Se arriesgan con cada toma, con cada
entrevista, con cada tuit, con cada paso que dan acompañando a los que hacen
uso del Derecho 68 de nuestra Constitución.
No quiero dejar por fuera a
los corresponsales extranjeros, a todos los que ayudan a que se
sepa afuera lo que los venezolanos sabemos. Los que han cambiado comodidades
por venir a ser testigos de historias trágicas unas y admirables muchas
Una mención fraterna para los
de la casa. Nuestros compañeros de las emisoras de Fe
y Alegría y el equipo de prensa siempre con jornadas dobles, sin fin;
a veces corriendo sin máscaras ni chalecos. Ya las ojeras no les caben en el
rostro. Gracias Erika, Lenys, Héctor, Javier, Odalis, Raitza, Rosender,
Adriana, Carlota, Roberto y todos los que están dentro del Corazón.
No se cansen periodistas. Sin
ustedes no hay Democracia posible. Y sin Democracia es tan difícil vivir, es
tan difícil ser feliz. No se cansen. Cuenten con mis oraciones. No se cansen,
necesitamos que estén activos para cuando tengan que informar la buena noticia:
Este drama ha terminado, la juventud no es el final.
Un abrazo,
Luisa
28-06-17
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