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viernes, 27 de octubre de 2017

12 cosas que debe saber sobre la difteria a un año de la epidemia por @juliocastrom


Por Julio Castro Méndez


1. La difteria es una enfermedad infecciosa febril que se trasmite de persona a persona. Es producida por la bacteria Corynebacterium diphtheriae y sus productos toxigénicos y compromete las vías respiratorias, así que hay que prestar especial atención a la amigdalitis, faringitis severa, neumonía o cualquier cuadro catastrófico con falla cardíaca aguda o falla de múltiples órganos.

2. Es una enfermedad que puede prevenirse en un alto porcentaje mediante la vacunación. El esquema de vacunas comienza en la niñez hasta la adolescencia y requiere refuerzos cada 10 años.

3. Las personas con más riesgo de contagio son aquellas que tienen contacto directo con un caso de difteria.

4. Las personas con sospecha de difteria deben permanecer hospitalizadas. Es importante que reciban antibióticos o antitoxina, un medicamento que bloquea el efecto de las bacterias y que sólo se usa en pacientes graves.

5. Quienes tengan contacto directo con casos sospechosos o confirmados también deben recibir antibióticos y ser estudiados para descartar la posibilidad de ser  “portadores asintomáticos”. Debe evaluarse si es necesario vacunar al paciente y qué tipo de vacuna es la más adecuada según su historia médica.

6. La vacunación contra la difteria es de carácter universal, es decir todas las personas deberían tener el esquema de la vacuna completo:


a. Los mayores de 55 años, que probablemente no fueron inmunizados en la niñez, deberán recibir el esquema completo.

b. Los niños o adolescentes que hayan recibido el esquema completo o el último refuerzo hace menos de 10 años no deben vacunarse.

c. Las mujeres embarazadas pueden y deben vacunarse.

d. El personal de salud, en especial los que trabajan en el área de Emergencias, terapia intensiva y terapia respiratoria deben actualizar o completar sus esquemas de vacunación.

7. Debido a la dificultad para acceder a las vacunas, debe favorecerse un esquema secuencial de vacunación que priorice a los grupos de mayor riesgo (contactos directos, personal de salud, embarazadas), especialmente en las zonas donde se han reportado casos.

8. El gobierno venezolano adquiere la gran mayoría de las vacunas a través del Fondo Rotatorio para la Compra de Vacunas de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.

9. Las vacunas para niños y para adultos no tienen la misma composición, tampoco las mismas dosis. El paciente debe consultar a su médico cuál es más idónea según su situación.

10. La falta de información, al igual que la información falsa o pseudocientífica, son las peores estrategias para combatir la enfermedad. Use las redes sociales de manera consciente y difunda solo información certificada de organismos reconocidos, como el Ministerio para la Salud, la Sociedad Venezolana de Infectología, la Sociedad Venezolana de Pediatría, la Red Defendamos la Epidemiología Nacional, la Sociedad Venezolana de Salud Pública, y la Sociedad Venezolana de Medicina Interna.

11. No hay ninguna indicación de restricción de tránsito, movilidad, actividades académicas, sociales o uso indiscriminado de tapabocas o guantes fuera del ambiente hospitalario para las personas catalogadas como contactos de un caso sospechoso o demostrado.

12. El uso de antibióticos de manera preventiva en personas que no han estado expuestas a un caso no tienen ninguna utilidad. Estos no previenen la enfermedad.

26-10-17




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