Por Marcos David Valverde
Dice
Jesús Chúo Torrealba que, cómo no, hubo tristeza, la noche del
domingo, con aquella Tibisay Lucena extrañamente puntual. La hubo, además y
primero, por lo evidente: la derrota electoral de la oposición. Pero lo peor
fue lo que vino después: la defensa. Pues lo que debía ser esa defensa terminó
siendo una imprecisión, un signo de interrogación nacional impregnado de
desaliento: el país de la noche del 15 de octubre.
- ¿Está cerrada la vía
electoral?
- Es muy importante ubicar qué
pasó el domingo, porque no es un tema de fe. Lamento que tanto la declaración de Gerardo Blyde el
domingo como el comunicado leído por Ángel Oropeza el lunes nos hable de creer,
que creen que hubo irregularidades y eso es muy complicado porque las
denuncias se hacen con pruebas en la mano. Una vez precisado qué pasó el
domingo, hay que actuar. A nosotros nos habían dicho que teníamos un mecanismo
invulnerable: una red de testigos y de miembros de mesa que tenían, cada uno,
acceso a las copias de las actas, y con esas copias podíamos hacer una
totalización independiente y paralela. Así se ejerce la defensa del voto, y la
defensa del voto no es una consigna, no es el nombre pomposo de un operativo,
sino lo que su nombre indica. Por eso, todo esto no es un tema de creencias, no
es un tema de fe. Uno tiene fe en Dios porque cree en Dios, pero cuando uno
denuncia un fraude uno presenta las pruebas del fraude. Quedan las vías de la
política, y si la vía de la política es alegremente segada por una reacción
intempestiva sin tener además pruebas en la mano, nos metemos en un tronco de
problema como país, como nación. Reunir a todos los dirigentes, incluso a los
que están fuera de la Unidad, para definir una nueva estrategia, que fueron las
palabras de Gerardo Blyde, ¿qué significa? Es muy duro y es más difícil pero
pareciera más real conducirse como se conducen los políticos serios en los
países normales: si tienes un desafío, lo enfrentas y no estás a la altura, te
haces a un lado para que otro equipo pueda conducir el proceso político hacia
un final exitoso dentro de la estrategia. Pero fracasar, decir que lo
defectuoso no fue la dirección sino la estrategia y seguir con los mismos
tipos suena como complicado.
- ¿Con eso quiere decir que la
dirigencia de la MUD tiene que ceder el puesto?
- No. Estamos en un momento,
como dicen los marxistas, histórico particular muy difícil. En una situación
normal, ese sería el cuadro, pero no lo estamos. En la Venezuela actual nadie
aspira a las posiciones de liderazgo porque, viviendo en un régimen
autoritario, todo aquel que tenga una posición relevante en el ámbito opositor
es un candidato a sufrir las consecuencias de la represión: todo aquel que sea
jefe de partido, candidato o vocero, está preinscrito en Ramo Verde o en el
Helicoide. En este momento el tema no es el relevo físico, sino de cambiar la
manera de articular la dirección.
Desde enero de 2016, en la
oposición venezolana no hay dirección colectiva. Ha habido un proceso en el
cual alianzas circunstanciales han copado la dirigencia y han impuesto una
determinada línea.
Yendo hacia atrás
- ¿Por qué ocurre eso justo
después del gran triunfo de diciembre de 2015?, ¿Inmadurez política, mezquindad
política, lo particular sobre el bien nacional?
- Yo creo que hay una razón
evidente: la inmadurez, personas que el 6 de diciembre de 2015 pensaron que el
mandado estaba hecho y en lugar de unirse en un solo bloque para seguir
promoviendo la agenda colectiva más bien se disgregaron a ver quién le ponía la
mano a ese poder que creen que está como mango bajito y se convierten en un
liderazgo competitivo en lugar de colaborativo.
- Hay sectores cayapeando a
Henri Falcón por reconocer la derrota. Otros critican a Blyde y algunos
cuestionan que lo que se dijo el domingo (desconocer los resultados) hoy no es
lo mismo: se relativizó el tema del fraude y ya se habla de otras
posibilidades, como la abstención. En ese sentido, ¿quién tiene la razón?
- Si la conducta correcta es
la de Falcón o la de Blyde, depende de en qué estrategia estás. Si estás en una
estrategia consistentemente electoral, entonces tú tienes que darte cuenta de
que la única manera de subsanar el error es asumiéndolo. Se propuso un
objetivo, no se cumplió y luego tú dices: mira, no se cumplió el objetivo,
no se hizo lo que había que hacer para ganar y hay que reorganizarse y hay que
darle. Ese es un planteamiento pero pudiera haber otro.
Hay gente que piensa que
efectivamente se cerró la vía electoral pero tienes que decirle al país cuál es
ahora la vía. Pero no puedes decirle a un país que acaba de ver que se cerró la
vía insurreccional (como ocurrió con las protestas entre abril y julio) que
también se cerró la electoral y, para colmo, decir que no te gusta el diálogo.
¿Entonces qué queda? ¿El suicidio colectivo?, ¿La emigración masiva?
- ¿Fueron descabellados los
resultados del domingo, tomando en cuenta el eventual escenario de que no hubo
fraude?
- Indudablemente, los números anunciados por Tibisay Lucena son
resultados inesperados, anti intuitivos y contradictorios con el clima de
opinión que había en la calle. Además, no anuncia resultados sino tendencias.
Las apellida irreversibles pero son tendencias. Y para colmo, además, autoriza
a las juntas regionales a proclamar esas tendencias. Es algo delicado, pero tan
delicado son luego las palabras del vocero del comando, que dice que no cree en
esa información pero no presenta prueba de las actas. Y 24 horas después, en la
nueva declaración, se anuncia que dan instrucciones para que se busquen actas y
pruebas. Ahora, a mi juicio, la urgencia de cara al futuro es que la oposición
tiene que reorganizarse, reinstitucionalizarse como alianza política, dotarse
de una dirección colectiva y salir del secuestro de alianzas circunstanciales o
de líderes en particular y dotarse de una hoja de ruta consensuada y no de
actividades que salen hoy o pasado mañana. ¿Sabes qué me preocupa? Que Nicolás
Maduro diga: “¿No querían elecciones generales? Vamos a adelantarlas pues”.
¿Cómo la oposición afronta eso?
- La pregunta es en qué
dirección avanza eso. Es como si tú y yo anduviéramos en un camino y yo te
dijera dobla a la izquierda, ahora a la derecha, ahora a la izquierda, ahora a
la derecha. Y tú me preguntas para dónde vamos y yo te diga que no sé. No sé si
esa declaración es afortunada o desafortunada porque lo que ignoro e ignora el
país también es en qué estrategia se inscribe. Entonces, el tema no está en si
doblamos o si vamos en zigzag, es para dónde vamos. Esa es la respuesta que
tiene que dar una dirección política.
- ¿Y Chúo Torrealba
cómo se incorpora a esa lucha política?
- A partir del 17 de febrero,
cuando logramos construir una transición de mi presencia en la MUD a otro
esquema de coordinación y vocería, hasta el 30 de julio, yo tuve que guardar un
discreto silencio porque lo que me salía era apoyar a la nueva vocería y a la
nueva dirección o al menos guardar un silencio cortés. Ahora, el 30 de julio se
inicia un nuevo proceso político lleno de peligros y de amenazas y en ese
momento decido romper ese voto de silencio y hago públicas mis preocupaciones
porque no son solo mías sino que son de luchadores sociales. En eso estamos
ahora, porque aquí no hablamos solo de elecciones, sino de inflación o de que
la carne es un lujo, por decir lo menos.
- Una pregunta en tono
humorístico: ¿Nos condenó Miranda esa noche de 1812 a vivir en el bochinche?
- Eso tiene que ver con el
alma nacional. Ese inmenso reservorio de alegría no es malo sino que forma
parte de los dispositivos para enfrentar la crisis, pero sí hay un tema: la
propensión de la clase política a no hacer balances y a pasar la página viene
de esos tiempos aciagos del siglo XIX y de las guerras civiles, porque cuando
un caudillo, autotitulado general, se alza: es decir, tiraba la parada. Cuando
tirabas la parada y tenías éxito eras gobierno. Cuando no tenías éxito
terminabas muerto o te plegabas y te convertías en aliado oportunista del
gobierno que querías derrocar. Esa mala costumbre de no hacer balance llegó al
siglo XX y aún nos queda. De eso hay que aprender.
Hay
gente que piensa que efectivamente se cerró la vía electoral pero tienes que
decirle al país cuál es ahora la vía | Foto William Urdaneta
20-10-17
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