Por Ricardo Zapata
Miriam es una estudiante
universitaria que tiene el privilegio de poseer un vehículo propio. A las 12:00
pm sale de la universidad y, mientras maneja, observa que la aguja del tanque
de gasolina está muy cerca de la E (échale).
Se preocupa al plantearse que
podría quedar varada en medio del camino, coloca su mano izquierda sobre su
frente y se apresura en pensar en una estación cercana.
Tras rodar por unos minutos,
avista el lugar y el alivio se nota en su rostro. Sin embargo, otro problema le
afecta.
“Tengo que echar gasolina de
95 únicamente. Si no hay de 95 la mezclaré con la que me queda en el carro para
que no se me dañe la bomba”, dice mientras baja la ventana para ver si los
otros conductores le permiten cruzar hacia la estación, ubicada en la avenida
Teherán de Montalbán, Caracas.
Cuando llega a la estación de
gasolina, le pregunta a uno de los encargados “¿Tiene 95?”. El “bombero” mueve
su cabeza de un lado a otro en respuesta negativa. “Solo tengo 91, mami. 95
está difícil”, agrega e interrumpe la conversación. Se voltea y entrega el
vuelto a otro conductor que le pagó con un billete de Bs 20.000 y le reclama
por “darle tanto dinero y llenar tan poquito”.
Miriam aceptó que llenaran su
vehículo con gasolina de 91. Sin embargo, detalló que con 25 litros era
suficiente. Quiere evitar posibles averías. Paga con un billete de Bs
100.
Después de surtir su vehículo,
recibe el vuelto de Bs 75 que le corresponde, un precio extremadamente barato
en comparación al costo de este producto en el resto de los países.
Por cada litro Miriam pagó un
bolívar. Al pasar el valor de cada litro a dólar, con base en la tasa Dicom de
Bs 3.345 (según su 15ª subasta), la estudiante solo costeó $0.00029895.
Mientras venezolanos como ella cancelan este precio, el valor de este producto
en el mercado mundial ronda entre $0,85 centavos y $1.
El país con la gasolina más
barata del mundo
Colas para llenar el tanque de
gasolina en Caracas
En la década de 1940, Rómulo
Betancourt dijo en su libro Venezuela, Política y Petróleo que
“era insólito que en el primer país exportador de petróleo del mundo rigieran
cotizaciones tan altas para la gasolina y los carburantes extraídos del aceite
mineral”.
Durante su mandato interino,
entre 1945 y 1948, ordenó bajar el precio del litro del combustible de 0,20
bolívares de la época a 0,10. Desde ese momento la situación no ha cambiado:
pocas han sido las veces que se ha modificado el costo del producto.
El último aumento del costo de
la gasolina ocurrió en febrero de 2016, después de mantener el precio congelado
en Bs 0,0094 por litro durante casi 10 años.
El experto en finanzas
del Instituto de Estudios Superiores de Administración
(IESA), Andrés Guevara, afirmó en una entrevista exclusiva para El
Nacional Web que el atraso en la actualización de los costos de la
gasolina, conforme a los precios del mercado internacional, “ha significado un
déficit fiscal enorme que pagan todos los venezolanos al final del día”.
En un análisis de la gestión
de Pdvsa en 2016, realizado por el ingeniero Sergio Sáez, del Centro de
Divulgación Económica para la Libertad (Cedice), se calcula que la industria
petrolera púbica en el país pierde al menos entre 50 y 53 dólares por cada
barril de gasolina.
En el texto se explica que
Pdvsa importa cada barril a un precio de $57. El gobierno nacional le costea
$53 del total, lo que significa que la estatal petrolera debe pagar por su
cuenta los $4 que faltan. Al tener en cuenta que se vende el litro en las
estaciones de servicio a $0.00029895, se hace imposible para la empresa si
quiera recuperar lo invertido.
La gestión del suministro de
gasolina de esta manera genera pérdidas para el Estado, que oscilan en 1.8 millardos
de dólares, de acuerdo con el informe de Sáez.
En contraste, a los
países que producen el barril de gasolina les cuesta fabricar cada uno 0,50
dólares.
El secretario general del
sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos del estado Falcón, Iván
Freites, indicó que mientras más tiempo pasa la gasolina sin aumentar, los
daños a la industria petrolera aumentan. Considera que el dinero que se
invierte en el subsidio se puede dedicar a mejorar las refinerías y la
maquinaria de extracción de crudo.
“Lo que pasa con la gasolina
es una irresponsabilidad. Es el populismo puro en su máxima expresión. Si se
mantuvieran los equipos podríamos producir y el precio para los venezolanos
sería accesible, como ocurrió en la década de 1990”, señaló Freites en una
entrevista exclusiva con El Nacional Web.
El sindicalista afirmó que el
único beneficiado con el subsidio de la gasolina es el gobierno, que importa
los barriles que no se producen en el país a tipo cambiario Dipro (de 10
bolívares por dólar). Señaló que después de adquirir cada unidad con base en
esta tasa, se venden en bidones a través del contrabando a un precio estipulado
según el dólar paralelo.
El subsidio lo pagan todos los
venezolanos
En Venezuela se ha vuelto
frecuente ver estaciones sin gasolina
A pesar de la creencia
venezolana de que la gasolina debe ser barata porque en el país se produce
petróleo, en naciones como Colombia y Arabia Saudita, donde también se extrae
crudo, los precios se marcan según lo que determine la oferta y la demanda en
sus respectivos mercados nacionales y la cotización del barril de petróleo en
el planeta.
En Venezuela no es así, debido
a que los precios son fijados por un Estado que pierde ganancias en el mercado
interno de la gasolina. Esta situación influye en el déficit fiscal actual
(números negativos en las cuentas del Estado), que se posiciona en 20% del
producto interno bruto (PIB).
Rafael Ramírez, ex ministro
para el Petróleo y la Minería, explicó en 2013 que debía realizarse un aumento
en el precio del combustible porque generaba pérdidas en el orden de los 12.5
millardos de dólares al año. Es decir, el Estado ha pagado esa exorbitante
cantidad por mantener un precio irrisorio de la gasolina.
El informe financiero de Pdvsa
correspondiente a 2016 señala que el Banco Central de Venezuela (BCV) le
entregó a la compañía estatal 3.6 millardos de dólares para cubrir la brecha
entre el costo de la gasolina en el país y su precio real en el mercado
internacional (de aproximadamente 1 dólar).
El experto en finanzas del
IESA explicó que si bien los precios congelados dan la sensación de una
“gasolina barata”, en la práctica, los venezolanos tienen que pagar a través de
impuestos o inflación ese gasto que realiza el Estado.
“Parte del déficit fiscal y de
la inflación que tiene Venezuela en estos momentos tiene que ver con el precio
absurdo de la gasolina y sus derivados, que terminan torpedeando el cálculo
económico”, aseveró Guevara.
De acuerdo con el último
informe financiero de Pdvsa, la compañía petrolera le debe al Estado un total
de 24.5 millardos de dólares por concepto de subvención de combustible entre
2014 y 2016. Todavía no se conoce cómo serán pagados ni en qué condiciones.
Un “dolor de cabeza” para el
gobierno
Gandola de Pdvsa recargando
una estación de gasolina en Caracas
El hecho de no pagar ni
siquiera 10% del precio real del combustible, implica que el Estado debe gastar
dinero de las reservas internacionales para poder mantener el costo subsidiado
del combustible.
El investigador del
Observatorio de Gasto Público de Cedice Libertad, Víctor Poleo, advirtió que el
retraso por tantos años del ajuste del precio de la gasolina solo le generó al
gobierno una deuda muy grande que le va a costar pagar, a menos que empiece a
vender los derivados del petróleo a sus costos reales.
“Ningún país del mundo tuvo
tanto tiempo un precio de la gasolina como Venezuela. Precio que no se ajustó a
tiempo y que solo le genera al gobierno dolores de cabeza por todos lados,
porque de algún lado tiene que sacar dinero que no tiene para mantener ese
precio”, explicó Poleo en una entrevista para El Nacional Web.
La transición entre dejar de
pagar un precio barato del carburante y empezarlo a vender a costos del mercado
internacional puede significar incluso una caída abrupta del consumo, porque
los venezolanos no podrían llenar ni siquiera el tanque completo.
“Es increíble ver cómo en una
botella de agua es más cara que llenar el tanque de gasolina. En otro país la
situación es contraria y eso debe ser lo normal”, opinó Víctor Poleo.
Contrabando de gasolina en la
frontera
Si se establece el pago de la
gasolina a un dólar por litro, representaría al cambio en bolívares un precio
bastante alto o bajo dependiendo del tipo de cambio que se utilice. Puede
costar Bs 10 el litro al tener como referencia la tasa Dipro o Bs 3.345 si se
tiene en cuenta la tasa cambiaria del Dicom.
Andrés Guevara advirtió que lo
mejor antes de aumentar la gasolina es restaurar la confianza en los
inversionistas y abrir la industria petrolera a la inversión extranjera. Hizo
énfasis en la importancia de eliminar los controles de cambio presentes en el
país desde 2003, para que el precio del dólar encuentre un punto de equilibrio
y el precio de la gasolina también lo haga.
“Nosotros tenemos que liberar
tanto el precio del dólar como el de la gasolina, y que sea el mercado con un
gran número de ofertantes el que determine cuál es el precio de la gasolina”,
agregó.
Freites también coincidió en
que el aumento debe ser estipulado al precio del mercado internacional, a pesar
de las consecuencias inmediatas que podría generar, como es la posible caída
del consumo. Sin embargo, propone que el Estado asista a sectores básicos como
el transporte con una ayuda especial mientras el consumo repunta.
18-10-17
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