Por Damián Prat C.
Imaginemos por un momento que
Andrés Velásquez hubiera dicho hace dos o tres meses: "Yo no voto con ese
Cne. No participo".
Se habría quedado en su casa
el domingo 15 -como pasó con los políticos que usan la antipolítica para hacer
política- en un gesto totalmente estéril aunque con disfraz de
"duro".
Nada de este terremoto
político existiría.
El militarote del Psuv habría
ganado cómodo, sin hacer trampas.
Habría sido un regalo.
Le habría salido gratis.
No habría reclamos ni pruebas
de la cadena de fraudes del CNE.
Haber ido a luchar con el voto
de la rebeldía democrática era lo correcto y lo verdaderamente
"duro", para luego defender con coraje los votos.
Eso fue lo que hizo y hace
Andrés, los luchadores políticos y sociales que activan con él y miles de
ciudadanos que le acompañamos.
Durante la campaña se
movilizaron miles y miles de activistas de los partidos de la Unidad
regional.
Se movilizaron y organizaron
miles de activistas de gremios profesionales, estudiantes, luchadores
sindicales, de las comunidades populares y de la clase media. Gente de la
sociedad civil.
Por eso había testigos y apoyo
hasta en los más apartados centros de votación.
Por eso se tuvieron las actas que probaron el triunfo y a la vez el fraude
Haberse quedado en casa habría
sido estéril e inútil.
Tan estéril como habría sido
luego no denunciar, no luchar ni reclamar.
Participar, organizarse, votar
y luchar es la fórmula.
Hoy se le pueden mostrar a la
comunidad internacional más pruebas contra la dictadura
Hoy Venezuela tiene más razones para luchar por el cambio
Fraude continuado
El fraude en Bolívar fue
demostrado Se hizo alterando las cifras finales en unas decenas de mesas que no
transmitieron resultados por “fallas” de internet. Está demostrado por los
originales de las actas emitidas por las máquinas, en poder de los testigos.
Las que mostró Andrés en la
rueda de prensa del viernes y otras bajo resguardo, mostradas en redes.
Pero hay más.
Las tarjetas de VP, PJ y AD
cuyo candidato, con gallardía política, hizo saber al CNE con suficiente
antelación que renunciaba tras las primarias y apoyaba a Andrés, arrojaron
3.770 votos. Electores que no supieron de la maniobra fraudulenta del CNE de no
admitir –como manda la Ley- la sustitución de candidatos.
Votaron así, creyendo que la
Ley se cumplía.
El gobierno y su CNE no
lograron cientos de miles de votos nulos como esperaban con esa violación de la
Ley. Una intensa campaña en redes sociales, con activismo partidista de calle y
en los pocos medios de comunicación libres que hay, ayudó a vencer parcialmente
esa trampa, pero quedaron algunos miles. En Bolívar esos miles sumaron a las
cifras alteradas y facilitaron el fraude.
Otro detalle: muchos miles de
guayaneses no votaron en un “abstencionismo forzado” porque no están en el
país. No pudieron aunque seguramente muchos querían hacerlo.
¿Cuántos votos así en la suma
de todas las regiones? ¿Un millón? ¿Dos millones? ¿Cuántos en Guayana?
Otro: el gobierno tiene -pese
al desastre y la ruina nacional- sus partidarios, aunque sean clara minoría,
pero los hay. Y luego amenaza con el hambre y las represalias a muchos cientos
de miles y doblega su voluntad. Terrible pero cierto. Sin embargo, sumando unos
y otros, no llegaron, ni de cerca, a los falsos 8 millones que dijeron la Sra.
Lucena y el CNE cuando la frauduleyente.
Un detalle que está pasando
por debajo de la mesa.
La prueba del otro fraude.
Y finalmente están los que se
dejaron convencer por los “peines”, el casquillo, la cizaña de Maduro y el
gobierno promocionando hasta el cansancio el abstencionismo que era una de sus
tablas de salvación.
Más la campaña feroz, llena de
insultos y agravios, de los mini grupitos.
Pocos, con cero lucha y organización
social, pero intensos en twitter. Los “radicales bla bla”.
Golpe de estado
Ahora el régimen totalitario
pone en práctica otro golpe de estado contra la Constitución y contra la
soberanía del voto popular al pretender desconocer a los gobernadores electos a
los que no pudieron vencer con las tropelías fraudulentas.
Imposible doblegarse ante la
ANC fraudulenta e inconstitucional.
Es deber de los dirigentes y
los propios gobernadores luchar junto a su pueblo para que esa brutalidad
antidemocrática sea derrotada y que en todo caso, signifique para el régimen un
alto costo político nacional e internacional, si se empeñan en imponerla.
Sin derrotismo
Ninguna lucha contra
dictaduras comunistas o militares de extrema derecha, es fácil.
Polonia, Chile, Uruguay,
Nicaragua, Argentina y muchas más.
Comparto lo que he escuchado
de presidentes y líderes de América Latina y Europa: “Elecciones generales con
amplia supervisión internacional y un CNE nuevo e independiente”.
Lograrlo será cuestión de
esfuerzo y perseverancia.
Por eso el régimen trata de sembrar
desaliento.
¡A luchar!
24-10-17
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