Páginas

martes, 31 de octubre de 2017

LA LUCHA ES POR EL CAMBIO; POR @OmarBarbozaDip



OMAR BARBOZA GUTIÉRREZ 30 de octubre de 2017

Considero oportuno iniciar este artículo con la siguiente cita de Abraham Lincoln: “Si pudiéramos saber primero en dónde estamos y a dónde nos dirigimos, pudiéramos juzgar mejor qué hacer y cómo hacer las cosas”.

Como consecuencia de la presencia en el gobierno nacional de un modelo que niega la libertad y el progreso, estamos ante la más grave crisis nacional que hayamos vivido. Entonces lo que está planteado es la reconstrucción de la Unidad para lograr el cambio político nacional, tanto del gobierno como del modelo que trata de imponer. Para ello, es fundamental estar consciente de que para superar la grave situación que atraviesa nuestro pueblo y la destrucción a la que ha sido sometido el país, es una precondición el cambio del actual gobierno nacional. Y cualquier conducta que reconozca las formas ilegítimas que ellos utilizan para conservar el poder, contribuye con el fortalecimiento y la permanencia del modelo que hoy oprime a Venezuela.

Para ello, una nueva concepción de la Unidad debe comenzar por la definición y respeto de una estrategia común, que teniendo la defensa de la Constitución como uno de sus principales compromisos, debe tener como objetivo esencial la concientización del ochenta por ciento (80%) de la población que rechaza la actual gestión de gobierno, y convertirla en la base de la lucha social y política por el cambio, la cual debe alejarse de los métodos violentos, y darle protagonismo a las luchas legítimas del pueblo venezolano por mejorar sus condiciones de vida.

No debemos olvidar que a este régimen lo que lo sostiene es la utilización de la fuerza en contra de la razón y la verdad. La violencia es el campo de lucha que más le conviene al gobierno, y por eso considero que la definición de una estrategia común de la unidad democrática, pudiera definirse como resistencia democrática no violenta hasta lograr el cambio.

Cuando nos planteamos la vía para lograr nuestros objetivos, luego de lo ocurrido en las pasadas elecciones regionales, agravado por la juramentación de algunos gobernadores opositores ante la ilegítima y fraudulenta llamada constituyente, debemos advertir, citando a Albert Camus que: “La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios, sino sobre los defectos de los demócratas”

Esta vez el gobierno, dentro de un proceso que ya sabíamos que estaría signado por el ventajismo, llegó a extremos nunca vistos que afectan gravemente la credibilidad en el Voto como vía para resolver pacíficamente las diferencias políticas, como lo fue la violación descarada de la Ley para no aprobar las sustituciones de candidatos, o avalar el forjamiento de actas para negarle el legítimo triunfo a Andrés Velásquez. Sólo en los Estados Miranda, Mérida, Aragua, Carabobo y Lara, las reubicaciones de última hora llegaron a 700.000 electores. Se utilizó la violencia intimidatoria a los electores, y a la fuerza se incrementó el Voto asistido violando las normas. Según el informe de la Red de Observación – Asamblea de Educación, acreditada por el CNE, en un 44% de los Centros observados, el escrutinio no fue público; y a la 6:13.pm, antes de que el CNE informara al país los resultados de las elecciones, Nicolás Maduro acompañado por el alto gobierno y jefes militares, declaró en Venezolana de Televisión, que la participación había sido del 61,4%, fundamentando así todas las sospechas sobre el incremento fraudulento de electores.

De tal manera que para quienes somos participacionistas, porque creemos en el Voto como el instrumento pacífico para el cambio, se nos plantea la situación de Fernando Savater cuando afirmó que por estar en favor de la electricidad, no tenía por qué estar de acuerdo con la silla eléctrica.

Y este es un tema sobre el cual debemos definir juntos y de manera urgente, el camino a seguir porque toca un aspecto fundamental de la lucha democrática. Cobra vigencia el dicho popular de que cuando a una persona la estafan dos veces utilizando el mismo método, la primera vez es una víctima, la segunda es cómplice.

Por lo dicho anteriormente, considero que para preservar la posibilidad de un cambio político por la vía electoral, es muy importante condicionar con toda firmeza cualquier participación en futuras elecciones a cambios profundos en el sistema electoral venezolano.

En ese sentido, como estrategia electoral me adelanto a proponer el Movimiento Soberanía que logre condiciones reales para hacer efectivo el principio establecido en el Artículo 5° de la Constitución vigente: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo”. Si eso no está garantizado, no estamos hablando de elecciones libres. Luchemos primero por lograrlas y luego pensemos en los candidatos.

OMAR BARBOZA GUTIÉRREZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico