Por Vanessa Davies
Dilia Parra, la primera
defensora del Pueblo que tuvo Venezuela, sostiene que el presidente Nicolás
Maduro debe desechar la idea del socialismo, "ocuparse de gobernar" y
tener "un país con un estado social de justicia" como dice la
Constitución
Dilia Parra tiene el honor de
haber sido la primera defensora del Pueblo de Venezuela. Parra, abogada formada
en derechos humanos, estuvo al frente de esta jojota institución entre 1999 y
2000. Cuatro personas la han sucedido en el cargo: Germán Mundaraín, Gabriela
del Mar Ramírez, Tarek William Saab y ahora Alfredo Ruiz, designado por la asamblea
constituyente.
Sigue manteniéndose serena,
docente en todo momento, activista de derechos humanos siempre. Parra
participó, este miércoles 25 de octubre, en el foro Derechos humanos y adulto
mayor, organizado por la Asociación de Profesores de la UCV. Durante su
intervención no solo reconvino públicamente al dirigente chavista Aristóbulo
Istúriz, sino que criticó la situación de las abuelas y los abuelos.
Parra, quien se apartó del
chavismo hace tiempo, sabe que el país hace aguas y la gente con él. Por eso
dedicó buena parte de su intervención durante el foro a recomendar a lo
asistentes paciencia, serenidad y mesura. “No podemos perder nuestro centro por
tres disparates que nos dicen en televisión”, afirmó.
“Si tenemos la ley, pero no
tenemos condiciones para que resplandezcan los derechos humanos, la ley se
queda en el papel”, aseveró.
–¿Se están violando los
derechos humanos de los adultos mayores?
–Por supuesto. Creo que sí,
porque si nosotros en estos momentos no tenemos acceso seguro a los medicamentos,
a la alimentación, a la vivienda digna, ni a las condiciones dignas de vida,
indudablemente que estamos en el terreno de la vulneración de los derechos
humanos.
En el Gobierno la razón
política está por encima de la social, asegura. Foto: Ernesto García
Priva la razón política por
encima de la social
“El derecho a la salud está
conculcado de manera general para casi todos los venezolanos, tanto en el
sector público como en el privado. El privado no puede brindarte las
condiciones porque no tiene acceso a los insumos. Para nadie es un secreto que
tenemos el recrudecimiento de enfermedades que ya estaban superadas, como
paludismo y difteria”, criticó.
Por eso “debemos abogar para
que haya un nivel importante de conciencia en quienes tienen la
responsabilidad, en Venezuela, de ofrecer la calidad y el servicio”, señaló
Parra.
–¿Los cambios que pueda hacer
la constituyente van a mejorar esta situación?
–Yo no sé, porque yo creo que
nosotros tenemos una Constitución que tiene preeminencia en derechos humanos.
La razón de Estado no puede conculcar los derechos humanos, porque hay una
preeminencia de los derechos humanos.
–¿Se están conculcando por
razones de Estado?
–Pienso que las políticas
públicas no están siendo perfectamente coordinadas y planificadas. En este
momento la razón política priva de manera más importante que la social.
Para Dilia Parra “estamos en
una situación sumamente delicada por la institucionalidad democrática”. Según
su criterio, “una gran mayoría de los venezolanos se opuso a la asamblea
constituyente porque no era necesaria para nosotros abordar los problemas
económicos, y supuestamente de paz”.
Como activista de derechos
humanos, Parra insiste en que “hay que hacer un alto para mirar cuáles son las
áreas en las que el Estado venezolano no está cumpliendo con los postulados
constitucionales, con los acuerdos internacionales. No se puede sacrificar la
vida social, cultural, intelectual y afectiva del pueblo venezolano por razones
de orden político. Es importante reflexionar sobre esa materia”.
"Hay una arrogancia muy
grande del poder", subrayó. Foto: Ernesto García
Poder arrogante
–Usted dijo que vivimos en un
momento de mucha oscuridad y que no estamos gobernados por “la cúspide de la
espiritualidad”. ¿Qué quiso decir?
–La oscuridad pasa por negar
una realidad. Cuando hablo de espiritualidad no hablo de religiosidad; hablo de
protección a la dignidad del ser humano.
–El Gobierno dice que protege
la dignidad del ser humano.
–No la está protegiendo. No es
verdad.
–¿Qué cree que está
incidiendo?
-Lo político, lo político. Hay
una arrogancia muy grande del poder. Eso se llama arrogancia, eso se llama no
tener un enfoque crítico del ejercicio de la gobernanza. Cuando no hay eso,
indudablemente que el ser humano entra en la fase de que su espiritualidad está
altísimamente discutida. Cuando eres misericordioso, compasivo, crecido… los
derechos humanos son valores, y los valores están dados en los términos de
mirarte en el prójimo. La única razón por la que nosotros estamos aquí es para
servir a los demás, y la política es la práctica más acabada que el ser humano
pueda tener.
Dilia Parra aseveró que “la
población venezolana tiene que colocarse por encima de la acción de sus
políticos, que no han interpretado su necesidad”.
–¿Qué implica colocarse por
encima de la acción de los políticos?
–Tomar acciones muy solidarias
en sus comunidades. La universidad debe generar propuestas, foros, educación en
derechos humanos. Si nosotros no nos educamos, no vamos a resolver nuestros
asuntos, sino que viene la salida: me voy del país.
Alfredo Ruiz "es un
funcionario provisorio", consideró Dilia Parra. Foto: Ernesto García
Alfredo Ruiz debe actuar
–Como promotora de la
Defensoría, ¿cree que la Defensoría está cumpliendo con su labor?
–Yo lamentaría profundamente
que Alfredo Ruiz, que viene de la Red de Apoyo por la Justicia y la Paz y con
quien nosotros trabajamos, no tenga una propuesta. Ojalá la tenga para incidir
como un ombudsman y hacerle un llamado de atención realmente a los gobernantes
de nosotros, sobre todo el Ejecutivo. No puede ser que se trate, a través de
misiones, de realizar lo que le corresponde al Estado. Hay una gran arrogancia
del poder, y eso es muy grave. De repente lo dices y cae muy mal, pero yo soy
una persona de los derechos humanos, estoy formada para la defensa de los
derechos humanos y la defensa de los derechos humanos requiere de una acción
concreta, que se inscriba en la defensa de la dignidad del ser humano.
–Alfredo Ruiz fue designado
por la constituyente.
–Creo que él es un funcionario
provisorio, en mi opinión.
–Si es un funcionario
provisorio, ¿puede tomar medidas?
–Debería hacerlo.
–¿Dónde debería ser más fuerte
la acción de la Defensoría del Pueblo en este momento?
–En la alimentación, la
seguridad y la salud. Debería dedicarse a eso y educar en derechos humanos para
la cultura de paz. Tiene que trabajar ahora para prevenir la deserción escolar
que tenemos por la falta de alimentos; tiene que trabajar en la calle. No es
posible que los niños estén comiendo en la basura. ¿Cómo hacemos para que la
gente no tenga que comer de la basura? La Defensoría tendría que estar
atendiéndolos.
En el Gobierno están enfermos
"de pensar que nosotros vamos a ser un país socialista". Foto:
Ernesto García
Pisar tierra
–¿A qué atribuye la arrogancia
del poder?
–Eso es psicopatología del
poder. Se enfermaron con el poder.
–¿Pero todo el chavismo?
¿Quiénes gobiernan ahora?
-Todo el chavismo no. Hay
gente del chavismo que se apartó y es crítica. El presidente tendría que tener
en este momento una persona que lo trajera un poco más a la realidad. Ellos
están enfermos de pensar que nosotros vamos a ser un país socialista, y que ese
socialismo que ellos construyen es el socialismo que luego se puede exportar a
toda América Latina, y eso no va a ser así.
–¿Por qué?
-Primero, porque nosotros
estamos debatiéndonos en lo económico, lo social y lo político.
–¿Traer al presidente a la
realidad qué sería?
–Él está rodeado de una gente
que no es sincera. Él tiene que atacar, número uno, la corrupción. Su propia
gente, a quien le ha entregado dinero y poder, debería examinarla, cambiarla.
Lo que pasa es que tienen en su mente que van a construir el socialismo del
siglo XXI.
–¿Cree que es un error eso?
–Sí creo que es un error en
este momento. Es un error porque no responde a los intereses culturales del
pueblo venezolano. Debería desechar esa idea, ocuparse de gobernar y tener un
país con un estado social de justicia y de derecho, tal cual dice la
Constitución de 1999.
–¿Por qué no lo tenemos? El
Gobierno culpa a la oposición y la oposición culpa al Gobierno.
-La oposición de nosotros no
tiene una propuesta. La oposición debería tener una propuesta y no la ha
tenido. Por eso, quienes trabajamos en derechos humanos estamos abogando para que
haya un espacio… en este momento la Defensoría del Pueblo tendría que estar
recogiendo a todas las familias que están comiendo de la basura.
–¿Por qué no lo hace?
-Porque no están interesados
sino en lo político. Lo que nos está orientando a nosotros en este momento es
lo político; y en segundo lugar, lo social.
–Usted llama a la población a
tener paciencia y mesura. ¿Qué implica?
–Tenemos que hacer un
ejercicio de reflexión profunda sobre los actos diarios de la familia. No
podemos ser individualistas. Debemos tratar de serenarnos, porque si no nos
invade el odio, nos invade la rabia, nos invade la desesperanza. Este es el
momento especial para tener una espiritualidad reforzada. Todos los médicos, en
vez de mandar pastillas, deberían enseñarle a la gente la relajación, la
meditación y la paz activa, que es el trabajo por el otro.
29-10-17
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