Por Claudio Nazoa
En un momento de
desesperación,
con permiso de mi amigo y
poeta Leonardo Padrón,
me permito, sin ser trovador,
escribir un poema de mi
inspiración,
aunque este resulte ramplón.
Esta catástrofe literaria,
tiene justificación: he votado, marchado, escrito y he tragado gas lacrimógeno.
He firmado, visitado a presos políticos, discutido con vecinos chavistas y,
como colaboración, he trabajado para recoger fondos para la oposición e
incluso, infructuosamente, intenté enamorar a esa flor llamada Mary Pili
Hernández para sacarla de la revolución.
No me arrepiento de lo que he
hecho en esta lucha desigual. Tampoco me arrepiento de votar. Lo haré, las
veces que sean necesarias, pero sin Tibisay.
Seguiré haciendo lo que hay
que hacer. No me rendiré ni me quedaré de brazos cruzados, criticando,
quejándome y lamentándome. Mucho menos voy a despotricar ni a vilipendiar a
quienes han luchado, pero sus estrategias no les han salido bien.
Regresando al principio, lo
que me faltaba era escribir un poema. Quién quita y este poema tan malo cambie
a un gobierno tan requetemalo.
Oda a la IV
I
¡Oh, cuarta república!, cómo
te añoro. Devuélvanme mi país. Contigo vivía quejándome pero había azúcar,
leche, harina, medicinas. Viajaba, tomaba whisky, vino y no estaba en quiebra.
¡Oh, cuarta república!, cómo
te añoro. No había real en mis bolsillos, pero el dinero era real y mi país
subía como la hiedra, que arriba rima con quiebra y más abajo con ginebra.
¡Oh, cuarta república!, cómo
te añoro. Si mal no recuerdo, había café, papelón, maíz, y los pobres tomábamos
whisky o libábamos ginebra, que como arriba dije, rima con hiedra, con quiebra
y nuevamente con ginebra.
II
¡Oh, cuarta república! Me
arrepiento de creer que Rómulo, Luis Herrera, Leoni, Caldera, Lusinchi y Carlos
Andrés eran malos. ¡Ay! Estoy tan arrepentido.
¡Oh, cuarta república! Me
gustaría que regresaran y con ojos bañaditos en lágrimas, pedirles que fundaran
un nuevo partido. Nótese ahora que partido rima con arrepentido.
¡Oh, cuarta república!, por lo
que estamos viviendo, estoy desesperado y enloquecido. Me provoca pedirle a esa
inocente y Blanca niña de pecho, quien tanto nos disgustaba, que acepte ser
candidata para la presidencial de 2018.
Lucharemos para que Tibisay ya no esté
en el CNE. Es la garantía de que no habrá un resultado invertido que, como
ahora, ha traído a tanto arrepentido.
Blanca Ibáñez: ¡regreeesaaa…!
23-10-17
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