Páginas

viernes, 20 de octubre de 2017

Félix Seijas: Claves para entender la victoria electoral de Maduro por @felixseijasr


Por Efecto Cocuyo


Desde cualquier perspectiva, las elecciones regionales del domingo en Venezuela tuvieron resultados negativos para la oposición. El régimen del presidente Nicolás Maduro ocupó 18 de las 23 gobernaciones tras un proceso electoral severamente cuestionado por la proliferación de irregularidades.

Para Félix Seijas Rodríguez, analista político y estadístico venezolano, director de la encuestadora Delphos, los opositores del presidente Nicolás Maduro deben decidir si las urnas todavía pueden servir como una herramienta efectiva contra el régimen.

La contundente derrota sufrida por Maduro y su gobierno en las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015 parecían indicar el fin de la capacidad del régimen de retener el poder electoralmente, señala Seijas en un artículo publicado en el portal digital America’s Quaterly.

A partir de ese momento, Maduro emprendió “un ataque sistemático a las libertades de los ciudadanos, sobre todo a través de la represión de protestas callejeras sostenidas por la oposición”, recuerda.

No obstante, en los últimos meses, estos eventos atrajeron una mayor atención internacional y la presión para seguir adelante con las elecciones, que habían estado suspendidas desde 2016.

“Cuando se anunciaron las elecciones, la oposición desafió algunas expectativas -y antecedentes históricos recientes- al anunciar que participarían. La decisión dividió a los votantes de la oposición, algunos de los cuales anticiparon la naturaleza cambiante de sus perspectivas electorales. La coalición opositora venezolana reconoció una gran oportunidad para quitarle más poder a quienes estaban a cargo si pudieran obtener el control de más gobernaciones” considera el analista.


Por el contrario, el cálculo del gobierno de Maduro, fue que las elecciones podría darle un margen de maniobra tanto en el país como en el extranjero. “Ganar, para Maduro, significó legitimidad en medio del escrutinio y la crítica internacional de que el gobierno estaba ignorando a la mayoría que se opone. Incluso capturar la mitad de las gobernaciones impugnadas habría sido positivo para el régimen, ya que le permitiría transmitir una imagen de un país con un equilibrio de fuerzas. Para la oposición, una división de 50-50 el domingo habría sido un duro golpe”, señala.

De esta manera resume Seijas cómo ganó Maduro:

1.- El gobierno no tuvo ninguna posibilidad de ganar nuevos partidarios, por lo que su estrategia electoral se basó en obtener sus seguidores centrales en la calle, al mismo tiempo que desalentaba a sus oponentes para que votaran. El partido gobernante se basó en la imagen de sus candidatos a la gobernación y del difunto ex presidente Hugo Chávez, evitando en todo momento cualquier mención de Maduro. También trabajó para convencer a los partidarios que dependen de los programas estatales de bienestar y empleo que esos programas podrían terminar si los gobernadores de la oposición tomaban el control.

2.- Para disuadir a los votantes de la oposición de acudir a las urnas, el gobierno recurrió a la manipulación, el engaño y la intimidación. Primero adelantó las elecciones por dos meses para aprovechar la confusión que habían creado más de 90 días de intensas protestas callejeras en ambos lados. La inauguración en agosto de la Asamblea Constituyente, un órgano legislativo creado por Maduro para reemplazar a la Asamblea Nacional controlada por la oposición, había desorientado de manera similar a la oposición. Mover la elección hacia adelante le dio poco tiempo a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para coordinar internamente y construir una estructura adecuada para monitorear las elecciones a nivel nacional.

3.- El discurso oficial también trató de minimizar las percepciones de que las elecciones tendrían algún efecto tangible sobre el poder en el país, esencialmente convencer a los opositores de de que votar no valía la pena. Se establecieron otras barreras, como evitar que los nombres de los candidatos se actualizaran en las papeletas, el cierre de las mesas de votación en lugares que tienden a favorecer a la oposición y la consiguiente reubicación de los votantes en lugares difíciles de alcanzar.

¿Qué viene ahora?

Para Félix Seijas, el plan de juego del gobierno fue efectivo: los votantes se dejaron influir por el mensaje oficial de que estas elecciones no eran particularmente importantes, y los obstáculos establecidos para desalentarlos de votar fueron suficientes para mantener a los votantes de la oposición en casa.

“Una señal clara de esto es que la participación en los distritos de la oposición estaba muy por debajo del promedio nacional. Además, muchos votantes de bajos ingresos, convencidos de que cualquier gobernador estatal que fue electo no tendría un impacto real en la economía nacional, optó por el candidato con mayor probabilidad de satisfacer sus necesidades inmediatas”, explica.

¿Qué queda para la oposición?, se pregunta el analista

“Las denuncias oficiales contra el régimen están en curso, pero es poco probable que tengan éxito en probar el fraude a través de medios oficiales. Sigue siendo importante, especialmente en el ámbito internacional, que la MUD deje en claro el grado en que se manipularon los resultados de la votación del domingo”, precisa.

Asiumismo, otro efecto de los resultados del domingo es que se esfuma cualquier creencia de que la oposición pueda tomar el poder de forma rápida y democrática. “Los resultados del domingo fueron un golpe moral para los posibles votantes de la oposición, y erosionarán su fe en el liderazgo de la oposición. La capacidad del régimen para resistir la presión internacional hasta el momento sugiere que la oposición debe cambiar su enfoque”.

Agrea que Maduro puede aprovechar los resultados del domingo y los votantes de la oposición sienten la desilusión de impulsar rápidamente las elecciones municipales. Esto les daría, potencialmente, cuatro años de dominio ostensiblemente legítimo sobre unos 300 municipios en todo el país. Las elecciones presidenciales también deben presentarse el próximo año.

“El gobierno seguirá trabajando para crear un ambiente que les permita celebrar elecciones sin riesgo de perder. La oposición tiene una línea fina para caminar si espera evitar quedar atrapada en un callejón sin salida electoral”, señala.

En conclusión, si Maduro intenta participar en otra elección, la oposición enfrentará una dura decisiónsobre participar o no, ya que parece evidente que el gobierno ha encontrado nuevas formas de ganar a pesar de que sus partidarios son una minoría.

“El domingo, de hecho, puede significar el fin de la MUD tal como existe actualmente, o al menos el fin de la política electoral como su principal campo de acción en el futuro. El riesgo de la oposición de confiar en el poder de las elecciones ahora debe dar lugar al hecho de que los últimos vestigios de la democracia en Venezuela se están desvaneciendo”, finaliza Seijas.

 19-10-17




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico