Por Carlos Molina Camacho
1.-) Mantente en la más
completa ignorancia de la filosofía del cooperativismo, de los derechos y
deberes tuyos como asociado, y de cómo funciona la organización, así como de
sus objetivos.
2.-) Jamás hagas críticas
dentro de la cooperativa. Formula todas las que quieras ante los compañeros,
pero eso sí, puertas afuera de la asociación. Si haces las críticas delante de
gente ajena a la empresa es mucho mejor.
3.-) Participa lo menos
posible en las actividades programadas, sean las económicas como las
educativas, las sociales, etc. No te inquietes. Hay otros compañeros que lo
harán por ti. Tienes cosas más importantes de que ocuparte.
4.-) Recuerda que en Venezuela
la política está en todo. Si logras que la cooperativa sólo admita gente de un
solo partido, es mucho mejor. Así todos serán compañeros y podrán cubrirse las
espaldas unos a otros en situaciones difíciles… ¿Me comprendes?
5.-) Olvídate de la
contabilidad, de los números, de auditorías y cosas por el estilo. Esas son
tonterías, sin mayor relevancia. Lo esencial es la revolución cooperativa, la
solidaridad, el compañerismo, la ausencia de lucro. Al amor, pues….
6.-) Accede como te sea
posible a los cargos de dirección de la cooperativa. Habla como un “pico de
plata” en las asambleas y seguramente te elegirán. Luego delega en otros el
cumplimiento de tus obligaciones. No olvides que eres el cerebro de la
organización. Hazte respetar.
7.-) Ten presente que es mejor
estar solo que mal acompañado. Olvídate de las centrales cooperativas, y de
esos organismos de integración. Eso es perdedora de tiempo. Ya bastante tienes
con “tu” cooperativa y sus problemas.
8.-) Jamás olvides que es
mejor malo conocido que bueno por conocer. Nada de estar cambiando directivos.
No corras riesgos con gente nueva. Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
¿Dónde van a conseguir directivos tan fuera de serie como tú?
9.-) Las mejores asambleas son
aquellas a las que asiste poca gente. Procura entonces que sean largas y
tediosas. Nada de poner límites a las intervenciones. Propón como director de
debates a un tipo débil, sin carácter y con ignorancia del parlamentarismo. Así
nadie querrá asistir a esos eventos, y tú y el grupo que te apoya controlarán
más fácilmente la organización.
10.-) Nada de estar
interesándote en los problemas personales o familiares de otros
cooperativistas. Tampoco pierdas tu tiempo en los de la comunidad donde está
operando la cooperativa. Que cada quien arrastre su carga. ¿Quién te ayuda o se
preocupa por ti?
Ex Superintendente Nacional de
Cooperativas
20-10-17
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