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martes, 30 de enero de 2018

¡Como diría Winston Churchill! Por @efecepe2010


Por Félix Cordero Peraza


"Una cosa es conocer el camino… la otra es recorrerlo”.  Pensamiento que pudiera ser aplicado a la actual coyuntura política de la nación. Donde vemos que las organizaciones partidistas, personalidades, público en general y analistas, dibujan el camino para derrotar al gobierno pero entran en conflicto al recorrerlo. En su correría surgen las diferencias que se presentan desde el mismo momento de iniciarla. Cuestión de estrategias. Para la oposición, lo importante es derrotar al gobierno por cualquiera de las vías. En su agenda, el golpe de Estado, intervención extranjera, elecciones presidenciales, rebelión social y hasta magnicidio, en algunos. La situación es tan radicalmente polarizante que no hay camino objetado. Todos están abiertos y son el sentir desesperado de mucha gente. La angustia y el desaliento campean en todos los estratos sociales. 
 
Desarmada la oposición

Mientras esto esté planteado no habrá paz ni coexistencia sociopolítica. ¡El gran drama de la Venezuela de nuestros días! Definido el lapso para las presidenciales, en otras palabras, determinado el camino tocará recorrerlo y entonces allí, surgirán los conflictos entre unos y otros, dentro y fuera de ambos campos rivales. Adelantar las presidenciales es una estrategia electoral-política del gobierno de Maduro, que se siente acorralado por los últimos acontecimientos y por la baja de su popularidad. Aunque se mantiene como líder en el respaldo de la gente, por lo menos en cuanto a la militancia en el PSUV. Sin embargo, la situación económica cada vez más deteriorada amenaza con quitarle respaldo masivo al gobierno que seguro afectará los resultados. Comenzó la carrera y los caballos galopan cautelosos… Por ahora, el adelanto de las elecciones deja desarmada a la oposición. 

 
Jugada estratégica

Adelantar las elecciones es una jugada política. Por cierto, ya anunciada por algunos líderes opositores. Estaba de anteojito. A todas luces favorece al gobierno y tiene multiefecto de naturaleza política y electoral. Veamos algunos. A escala internacional complace porque elecciones justas es una solicitud reiterada de EEUU, Canadá y la Unión Europea. Ojo, elecciones justas. Las sanciones financieras y económicas tienen acorralado al gobierno y meter al país en las presidenciales generará perspectivas a un lado y a otro, de diferentes signos e indicará el camino para resolver el conflicto democráticamente. A lo interno, crea ilusiones y perspectivas por la posibilidad de salir de la crisis con el cambio del gobierno. La gente se volcará a participar en las elecciones. Los eventos de El Junquito han golpeado duramente la imagen del gobierno y se ha montado una matriz de opinión de masacre, asesinato y violación brutal de los derechos humanos. Las elecciones encuentran dividida a la oposición que conforma grupos y subgrupos que no coinciden en el candidato único ni en el proyecto de país. Por otro lado, al proceso del diálogo y la negociación le elimina no solo temas sino igualmente fuerza y justificación. Las cartas están echadas y el pueblo decidirá. Es lo que esperamos todos… elecciones limpias, transparentes y libres. Voto universal, directo y secreto.
 
La crisis económica se agrava

El gobierno, creo yo, se sentía entrampado en las negociaciones. Como lo hemos dicho en reiteradas ocasiones las demandas de la oposición eran incumplibles. Era fácil entender que nuevo y equilibrado CNE no iban a lograrlo. Que paralizar la campaña internacional y eliminar las sanciones con la ayuda de la oposición interna no era factible y que liberar los presos políticos y sacar la Asamblea Nacional del desacato nunca estuvo en los planes del gobierno. Buscaban tiempo y lo lograron. ¡Esperaban llegar al 2018 para adelantar las elecciones presidenciales! La oposición se los facilitó… Les pusieron el camino en bandeja de plata. No atinan en política porque están enredados en sus propias rivalidades, ambiciones y personalismos exacerbados. La ciega lucha por el poder entre ellos -capitalizar la masa opositora- les hacen mirar primeramente a lo interno y dejan en segundo plano la oposición al gobierno. Gastan una tonelada en rivalidad interna y cien gramos de oposición contra el gobierno. Cada vez es más brutal la crisis económica y en lugar de resolver la problemática el gobierno convoca a elecciones. ¡Juega adelantado y deja atrás los problemas del pueblo! Amanecerá y veremos qué pasa.



28-01-18




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