Por Xabier Coscojuela
Tarek William Saab guardó un
obsceno silencio sobre lo ocurrido en El Junquito el lunes 15 de enero donde
murieron 9 personas. Por fin expresó algo el pasado miércoles, es decir casi
nueve días después, pero realmente, no dijo nada importante.
Hay que recordar y
recordárselo al propio William Saab que tuvo una trayectoria como defensor de
los derechos humanos. Que son muchos los periodistas que lo recibieron cuando
iba a formular sus denuncias. Que se ganó un nombre con esa actividad.
Nosotros hace tiempo
habíamos perdido las esperanzas de que quedara algo de aquel defensor de los
derechos humanos. Su actuación como defensor del pueblo no pudo ser más
patética. Ahora, con lo ocurrido en El Junquito, venimos a corroborar nuestra
apreciación. Tarek William Saab se ha convertido en, no solo cómplice, sino
partícipe de innumerables violaciones a los derechos humanos.
Hay una gran cantidad de
venezolanos injustamente presos, algunos con órdenes de libertad que no se
cumplen, sin juicios, que han recibido tratos crueles y hasta torturas en
dependencias policiales y, ante todo eso, William Saab solo calla o, peor aún,
las justifica.
Hay quienes califican lo
ocurrido en El Junquito como una masacre. Tarek William Saab ni siquiera se
pronuncia para negarlo. Ese silencio lo delata y lo hace cómplice. Lo único que
dijo sobre el caso fue darles las condolencias a los familiares de los muertos.
Ni una palabra sobre una posible investigación. Como siempre trata de desviar
la atención, esta vez lo intenta al plantear un debate sobre los derechos
humanos y las vías para llegar al poder. Sobre lo inconveniente de usar la
violencia con ese fin. Lo dice, con total desparpajo, una persona que conmemora
todos los 4F como una fecha pacífica. Es el colmo de la sinvergüenzura.
26-01-18
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