Héctor Silva Michelena 24 de enero de 2018
El
pasado 12 de enero de 2018, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) emitió
una exhortación en ocasión de celebrar su Conferencia Nº. 109 (CIX). Luego de
citar palabras del Papa Francisco, donde dice: “Pienso especialmente en la querida
Venezuela, que está atravesando una crisis política y humanitaria cada vez más
dramática y sin precedentes…”, los Arzobispos y los Obispos de Venezuela, en el
capítulo II del breve pero objetivo documento, examinan y opinan sobre la
situación venezolana en 12 numerales. En
ellos, cumplen y se ajustan a los artículos 21 y 59 de la CRVB. Siguen,
además, los preceptos establecidos en la
Encíclica De Rerum Novarum, del Sumo Pontífice León XIII, publicada por el
Vaticano el 15 de Mayo del año 1891, base principal de la doctrina de la
Iglesia sobre justicia social, fundamentada principalmente en las palabras de
Jesús: ”Amaos unos a otros como yo os he amado”.
Esta es la ley moral de esa doctrina:
Si no existe una verdad última, la cual guía
y orienta la acción política, entonces las ideas y las convicciones humanas
pueden ser instrumentalizadas fácilmente para fines de poder. Una democracia
sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o
encubierto, como demuestra la historia.
De
Rerum Novarum fue una carta abierta dirigida a todos los obispos y
catedráticos, que versaba sobre las condiciones de las clases trabajadoras.
Este importante escrito surge a la en plena revolución industrial., cuando el
capitalismo salvaje imponía condiciones embrutecedores a obreros, mujeres y
niños.
Baste leer La situación de la clase obrero
en Inglaterra, de Friedrich Engels (1845), precisa descripción de la brutal
explotación de los trabajadores, que perduró, casi intacta, hasta bien entrado
el siglo XX. Léase además a Charles Dickens, Historia en dos ciudades, (1849),
y Oliver Twist, escrita entre 1837 y 1839, y Cuentos de Navidad (1843), donde
un anciano un anciano egoísta y avaro asegura que no le importan los demás, lo
único que le interesan son los negocios y ganar dinero.
Como el texto ha alcanzado a todo los
estratos la población, me referiré sólo a algunos aspectos, a mi juicio, de
gran significado para los venezolanos, de cualquier fe. Los hombres pueden
elegir sólo dos campos: el del bien o el del mal. No puede haber zonas gises
permanentes, la elección es inevitable. Las palabras de Jesús viven. Nadie
puede vivir siempre en el filo de la navaja, ni siquiera el agnóstico. El
comunista JuliusFusik, antes de ser ejecutado por la Gestapo, dijo: “Hombres,
os he amado”.
En esta exhortación, dirigida a todos los
venezolanos, la CEV expresa que “Como pastores, en continuo acompañamiento a
nuestro pueblo, experimentamos las graves y tristes situaciones que dibujan un
panorama negativo y desolador”.
Seleccionemos algunas opiniones que, a mi juicio, son exactas.
Afirman que las medidas instrumentadas por
el gobierno para alimentar al pueblo, que padece hambre, son insuficientes y
tendientes a crear mendicidad y dependencia del Estado. Dicen que, además los
Obispos ya han hecho la siguiente advertencia: “La raíz de los problemas (del
país) está en la implementación de un proyecto político totalitario,
empobrecedor, rentista y centralizado que el gobierno se empeña en mantener”.
Esto lo corroboran más de 100 economistas
(yo entre ellos) en su carta abierta al presidente Nicolás Maduro, emitida el
12 de enero pasado. La Carta dice. “Ud. No puede desconocer que las carencias
actuales están estrechamente vinculadas al intento de trasplantar un modelo que
ha demostrado ser pernicioso para economías en vías de desarrollo y, en
consecuencia, al manejo inapropiado de las políticas públicas, Todo gobernante
debe saber que, en economía, los resultados dependen de los incentivos. […]
Entre los controles más nefastos están los instrumentados sobre el mercado de
divisas y sobre los precios, con graves consecuencias para las actividades
productivas y comerciales y sobe el bienestar de la población”.
Los Obispos denuncian en su texto la
inconstitucionalidad de la ANC, ilegítima de origen y en su desempeño. Y que
con la “Ley contra el Odio” y la Intolerancia” criminaliza “toda manifestación
en su contra […] cuyo efecto es consolidar un control absoluto de actividades y
provocar el miedo y la autocensura”.
Tres días después, Maduro confirmó la advertencia de los Obispos, En
efecto, el lunes 15 de enero, cuando rindió su Memoria y Cuenta ante la
fraudulenta ANC, arremetió contra los representantes de la iglesia católica
venezolana quienes en su Exhortación han sido frontales en su crítica a la
situación social, política y económica del país. Aunque la Carta Magna vigente
consagra la separación de los poderes públicos y la independencia del
Ministerio Público (MP), Maduro instruyó al fiscal nombrado a dedo por la ANC,
Tarek William Saab y al presidente del TSJ, Maikel Moreno, determinar si los
sacerdotes cometieron delito de odio.
El 8 de enero de 2017, durante la
instalación de la asamblea anual de la Conferencia Episcopal, el entonces
presidente de la instancia, Diego Padrón, aseguró que el de Maduro “no es un
gobierno democrático en sus decisiones, actuaciones y proyectos, ni es legítimo
en su desempeño”. Además, Padrón describió a la ANC como un “engendro
estratégico de carácter político que no es originaria ni plenipotenciaria”. Como
se recordará, a fines de 2017, la fraudulenta ANC aprobó un acto normativo
contra el odio que establece penas de hasta 20 años de cárcel por la comisión
de actos de odio o discriminación. Los Obispos y Arzobispos de la CEV sólo han
seguido la doctrina social de la Iglesia, establecida desde 1891, por León
XIII, en la Encíclica mencionada, y desarrollada luego por sus sucesores. A
buen seguro mantienen en sus mentes y obras las costumbres del Tábano de
Atenas: a Sócrates.
¿Por qué llamaban a Sócrates “el tábano de
Atenas”? Un tábano es un insecto molesto, una especie de mosca gigante que
además pica. La metáfora de Sócrates y el tábano refiere a la costumbre que
este tenía de "aguijonear" a los atenienses con sus preguntas en
procura de que se despertaran para acceder al encuentro de la verdad. Una tarea
ímproba que, de alguna forma, le costó que fuera luego condenado a muerte.
Consulté al padre Luis Ugalde sobre estas
cosas: qué es el mal, los de demonios, la serpiente, creación del hombre…Esto
me respondió, en mi correo, brevemente:
“Hola Hector. Te adelanto brevemente unas
pinceladas sobre la teología católica, la serpiente, la manzana, el diablo etc.
En la biblia hay que distinguir los géneros literarios: los salmos, los
apocalípticos, los proféticos, "los "históricos"... Desde luego
el Génesis no es un relato histórico que narra el origen de la humanidad, del
pecado etc. Son relatos antropomórficos,
mitos y expresiones simbólicas para expresar el misterio humano. No había
paraíso, ni árbol de la ciencia, ni culebra-demonio, ni manzana. Dios no se
remangó para coger barro y hacer un muñeco para luego soplar y hacer al hombre
o de su costilla hacer a Eva. Tampoco trabajó 6 días y se cansó y luego
descansó el séptimo, Ni en Babilonia hicieron una torre que llegara hasta el
cielo... Pero todo ello expresa la condición humana de ayer, de hoy y de
mañana. El demonio expresa indudablemente el mal y la tentación nuestra
inclinación al mal enfrentado al amor de Dios que nos invita a ser como Dios,
no por la dominación sino por el amor y la entrega. El mal es una realidad
indudable, su simbolización en el demonio evoluciona. Hoy muchos teólogos
católicos no creen en la personificación del diablo. Otros sí. Lo que es
importante es que existe el mal, la tentación de ser como dioses por el camino
de la soberbia, que hace un mundo inhumano, y existe también la invitación de
Dios a buscar la plenitud humana de la que Jesús es como el arquetipo de carne
y hueso”.
“Los obispos de Barquisimeto y Yaracuy no han
sido detenidos. El ataque a ellos ha producido documentos de apoyo a ellos en
muchas diócesis y también de todo el episcopado latinoamericano. Si luego puedo
te enviaré algo de esto. Es una locura más del gobierno”.
Lo importante, pues, es que el mal existe y
la tentación de ser como dioses es inmanente a la naturaleza y la condición
humanas. Y la soberbia es su camino. Y Hasta en las cosas aparentemente más
neutras, el demoño-símbolo encuentra el reflejo y el recuerdo de los atributos
divinos. Su fin justifica sus medios: negar la plenitud humana. El mal
pertenece al drama de la libertad humana.
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