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miércoles, 21 de febrero de 2018

La salida masiva de los venezolanos al exterior por @ElNacionalWeb


Por Maritza Izaguirre


No hay duda de que las cifras reflejan el deterioro creciente de la calidad y nivel de vida de los venezolanos. Igualmente señalan el elevado número de habitantes de estas tierras que abandonan el país; la emigración masiva es un fenómeno que ha crecido exponencialmente en los últimos años.

Las consecuencias del fenómeno ya se hacen sentir, ya que incide en la composición de la población en edad de trabajar. Los primeros en salir, en los años ochenta y noventa, fueron en su mayoría egresados de nuestras universidades, muchos de ellos con estudios de posgrado y con años en el ejercicio profesional, quienes decidieron aceptar ofertas competitivas en el exterior, motivados no solo por las ventajas salariales, sino por la oportunidad de ofrecer a su familia, en especial a sus hijos, la posibilidad de vivir y educarse en un entorno amigable, seguro y sin sobresaltos, semejante a la Venezuela de su infancia y adolescencia, que les permitió crecer sin sobresaltos, en un ambiente de respeto y modernidad. Una sociedad que se distinguía por su receptividad con el inmigrante, al que ofrecía la posibilidad de integrarse y progresar en una comunidad llena de oportunidades.

Sin embargo, en los últimos veinte años, ante el deterioro creciente de la economía, consecuencia de las políticas adoptadas, la situación se ha deteriorado progresivamente, la capacidad productiva interna ha disminuido, la oferta de empleo estable y bien remunerado cae al reducirse la participación del sector privado, y la expansión del sector público ha sido ineficiente y a un alto costo; por otra parte, la debilidad institucional ha conducido al deterioro progresivo en la oferta de servicios públicos, en especial agua, electricidad, gas, comunicaciones, transporte, educación y salud, entre otros. Situación que ha conducido al desabastecimiento, escasez de bienes básicos, alimentos, medicinas, lo que genera preocupación y angustia en la población afectada, que protesta ante el deterioro creciente del poder adquisitivo de sus ingresos y que incide en su capacidad de compra de alimentos, medicina y transporte.


La angustia conduce entonces a la decisión de abandonar el país, tratando de conseguir un mejor nivel de vida fuera y aspirando a generar ingresos en moneda dura, que permita girar a la familia dinero que les posibilite afrontar los gastos crecientes, en especial alimentos y medicinas.

De otro lado, estamos perdiendo conocimiento y experiencia laboral, ya que se alejan, al menos temporalmente, no solo profesionales, sino obreros y personal calificado, a los cuales hay que reemplazar, lo que obliga a los empleadores al diseño de estrategias. En una primera instancia, al tratar de retener ofreciendo compensaciones especiales, si es imposible iniciar el reclutamiento de los sustitutos, lo que no es fácil en un ambiente hiperinflacionario y de deterioro social y político.

De allí la crisis que enfrentamos en el corto y mediano plazo, lo que afectará la productividad de los recursos humanos y la calidad de los servicios prestados, en especial en la educación y la salud, entre otros.

20-02-18

http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/salida-masiva-los-venezolanos-exterior_223682


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