Papa Francisco 17 de febrero de 2018
Evangelio
según San Lucas 5,27-32
No he
venido a llamar a los justos sino a los pecadores: "En
aquel tiempo, vio Jesús a un publicano, llamado Leví (Mateo), sentado en su
despacho de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él,
dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su casa un gran
banquete en honor de Jesús, y estaban a la mesa, con ellos, un gran número de
publicanos y otras personas. Los fariseos y los escribas criticaban por eso a
los discípulos diciéndoles: "¿Por qué comen y beben con publicanos y
pecadores?". Jesús les respondió: "No son los sanos los que necesitan
al médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los
pecadores para que se conviertan". Palabra del Señor.
Reflexión
del Papa Francisco
Los
fariseos critican al Señor que comió con los pecadores. Y los publicanos eran
doblemente pecadores, porque eran apegados al dinero y también traidores a la
patria porque cobraban los impuestos a su pueblo por cuenta de los romanos.
Jesús, entonces, ve a Mateo, el publicano, y lo mira con misericordia:
Y
aquel hombre sentado a la mesa de recaudación de impuestos. En un primer
momento Jesús lo ve y este hombre siente algo de nuevo, algo que no conocía -
aquella mirada de Jesús sobre él - siente un estupor dentro, siente la
invitación de Jesús: "¡Sígueme! ¡Sígueme!".
En
aquel momento, este hombre está lleno de gozo, pero también duda un poco,
porque es muy apegado al dinero.
Sólo
bastó un momento - que nosotros conocemos en la expresión del pintor
Caravaggio: aquel hombre que miraba, pero que también con las manos, recogía el
dinero - sólo un momento en el que Mateo dice si, deja todo y va con el Señor.
Es el
momento de la misericordia recibida y aceptada: "¡Sí, voy contigo!".
Es el primer momento del encuentro, una experiencia espiritual profunda.
Luego
viene un segundo momento: la fiesta. El Señor festeja con los
pecadores, se festeja la misericordia de Dios que cambia la vida.
Después
de estos dos momentos, el estupor del encuentro y la fiesta, viene el trabajo
cotidiano, anunciar el Evangelio. Se debe alimentar este trabajo con la memoria
de aquel primer encuentro, de aquella fiesta.
Y esto
no es un momento, esto es un tiempo: hasta el final de la vida . La memoria.
¿Memoria de qué? ¡De aquellos hechos! ¡De aquel encuentro con Jesús que me ha
cambiado la vida! ¡Que tuvo misericordia! Que ha sido tan bueno conmigo y que
también me ha dicho:
"¡Invita
a tus amigos pecadores, para que hagan fiesta!".
Aquella
memoria da fuerza a Mateo y a los demás para ir adelante. "¡El Señor me ha
cambiado la vida! ¡He encontrado al Señor!". (Homilía en Santa Marta,
5 de julio de 2013)
Oración
de Sanación
Señor
mío, Tú conoces mi día a día, mi trabajo, mis proyectos, mis obras, sabes a lo
que debo responder y el compromiso que tengo con los míos.
Necesito
de tu gracia para estar en paz, sabiduría para entender estás a mi lado y
derramas tu amor en mi corazón para hacerlo compasivo como el tuyo.
Tú
me has llamado a la victoria, pues eres el Maestro que todo lo apuesta todo por
mí, confías en mis capacidades y en mi espíritu de lucha.
Tú
no tomas en cuenta mi pasado, sino que, como a tus discípulos, me das la oportunidad
de ser mejor y me ayudas a quitar la ceguera a mi tibio corazón.
Tú
eres de los que poco preguntan y mucho agradece, el que nunca desprecia y
siempre recibe, el que nunca falla y siempre perdona.
Mi
Dios, mi Salvador, tu mirada y tus palabras me llenan de esperanza, porque
estuve perdido y me encontraste, fui pecador y me salvaste.
Sé
que Tú nunca defraudas ni le fallas a quien confía su vida en Ti y en tus
promesas, es por ello que me entrego enteramente a tu divinidad.
Ven
Señor, dame de tu gracia y de tu poder para vencer mis miedos y permite que
pueda seguirte con amor y desprendimiento para siempre. Amén
Propósito
de hoy
Rezaré
y meditaré un misterio del Santo Rosario durante el día, por todos aquellos que
están alejados de Jesús.
Frase
de reflexión
"En
su Pasión, Jesús cargó con todos nuestros sufrimientos. Él sabe lo que
significa el dolor, nos comprende, nos consuela y nos da fuerza". Papa
Francisco
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico