Luis Manuel Esculpi 20 de febrero de 2018
@lmesculpi
La
discreción y el recato no están entre sus virtudes. Actúan con el mayor
desparpajo, las formas no cuentan. Al grupo gobernante lo unifica la obsesión
por conservar el poder y lo caracteriza la desfachatez en su comportamiento. El
estilo es el de la camarilla y sus allegados.
No se
puede desestimar la coherencia y consecuencia con sus propósitos. Perseverar en
el error es propio de la concepción decimonónica en la cual los mayoría de la
cúpula se formó. Quienes persiguen aproximarse a la “élite” plagian sus
conductas y para mostrarse obsecuentes se presentan “más papistas que el papa”.
En
este último caso destaca la inefable ministra para de Asuntos Penitenciarios
Iris Valera quien recientemente manifestó en un programa de televisión
oficialista que los venezolanos que han emigrado son “frustrados de las
guarimbas” “ojalá que no regresen más nunca…el que se va no hace falta, por mí
que se vayan todos esos bichos”.
No
pretendo incursionar en una materia en que el sociólogo venezolano residenciado
en España Tomás Páez ha realizado una extensa investigación, al igual que otros
compatriotas, pero sin duda que con esa indígnante declaración se pretende
ignorar las causas profundas que ha provocado el éxodo, en sus inicios de
jóvenes estudiantes y profesionales competentes que no visualizaban
-lamentablemente- un futuro prometedor en nuestro país; más recientemente la
emigración masiva por vía terrestre hacia los países vecinos tiene otras
características asociadas a la situación económica y social, en particular con
el hambre existente como consecuencia de las políticas que el gobierno ha
venido imponiendo.
Pretenden
que ignorando o negando la realidad ella dejara de existir por lo menos para
sus más fieles seguidores, permitiéndoles conservar un “núcleo duro” que junto
a otras medidas para mantener control social como el empleo discriminatorio de
los CLAP, el carnet de la patria y la manipulación de procesos electorales;
intentar que la mayoría social y política que los rechaza se pueda expresar
electoralmente
Si
bien es cierto que en anteriores procesos electorales (salvo los del año
pasado) no tuvieron que apelar a la trampa más descarada, aunque siempre
abusaron del poder, utilizaron el ventajismo y los recursos del estado en sus
campañas, no se veían en la necesidad de emplear el fraude descarado, tal como
se demostró en la elección del Gobernador de Bolívar. Era vital para la
camarilla gobernante impedir que Andres Velasquez asumiera la Gobernación en
ese estado, donde confluyen diversos intereses en relación con la cuestionada
explotación del arco minero.
El
gobierno a través del CNE y las decisiones adoptadas, especialmente en los
últimos tres procesos, ha venido progresivamente ya desde hace tiempo
provocando la desconfianza de los electores en el poder del voto.
Paradójicamente el organismo electoral que debiera ser el promotor de la
participación electoral, actúa como un ente que no estimula la concurrencia a
los comicios.
Había
oído el rumor, luego lo confirmé. Recientemente Luis Florido lo hizo público,
en las conversaciones en República Dominicana, cuando la oposición planteó un
nuevo CNE y la salida de la actual presidenta , Elias Jaua afirmó: “si nosotros
sacamos a Tibisay Lucena, de repente la gente se anima a votar”. Entendemos que
esa confesión la hizo el representante oficialista, sin el menor rubor y frente
a los cancilleres que acompañaban la negociación. ¡Que pena con esos señores¡ A
confesión de parte, relevo de pruebas.
La
discusión que se realiza en las organizaciones políticas y en general en la
sociedad, sobre las elecciones de abril y la estrategia posterior,
necesariamente tiene que retomar la exigencia ya planteada de elecciones,
libres justas y competitivas. Sea cual sea la posición que en definitiva adopte
la Mesa de la Unidad.
Luis
Manuel Esculpi
@lmesculpi
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