Por Luisa Pernalete
La señora Isabel vive en el
Municipio San Francisco, al sur de Maracaibo. Hace dos semanas pasó la noche en
vela porque su hijita de 5 años no paraba de llorar por un dolor de oídos.
“Gritaba fuerte la pequeña. Al amanecer la llevé al Materno Infantil, pero no
había pediatra”. Cuenta la madre. Corrió a otro hospital más grande. Había
pediatra pero no había nada que ponerle para el dolor, mucho menos para la
infección. El padre pasó el día buscando dinero y saltando de una farmacia a
otra para los medicamentos.
¡Niños huérfanos de salud, de atención!
En marzo de este año, la ONG
Codevida advirtió que se reportan 18 casos de VIH por día en Venezuela,
pero no hay acceso a diagnóstico ni tratamiento para niños y madres. Más niños
en orfandad.
Arletty, orientadora de una
escuela de La Vega, Caracas, comenta que ha estado atendiendo niños y niñas por
tristeza, desmotivación. Sus padres se han ido del país a trabajar, y los dejan
con familiares, vecinos. No siempre corren con suerte. A veces no son bien
tratados, y aún los bien tratados sufren por la separación de sus padres.
¡Niños en orfandad! Los niños tienen derecho a crecer en una familia, pero en
Venezuela no se protege esta figura.
La niña llegó a la escuela,
pero la maestra no: renunció el lunes. En una escuela de Fe y Alegría del
Municipio Libertador, ya van 7 renuncias desde diciembre a la fecha. La Avec
(Asociación Venezolana de Educación Católica) reporta 3.500 renuncias de
docentes en este año escolar en sus centros afiliados. Razones: no les alcanza
sus ingresos para dar de comer a sus hijos, incluso a veces no les alcanza para
pagar el pasaje y su propia alimentación. Sin maestros no hay educación. Huérfanos
de presente y de futuro.
“Yo sé que había clases hoy,
maestra, pero es que no tenía para el desayuno y sé que la escuela tampoco
tenía merienda. Así no lo puedo mandar”, le confesó una señora con arrugas
prematuras a la maestra de una escuela al oeste de Barquisimeto. Ya sabemos que
las insistencias este año escolar están siendo principalmente por la falta de
comida en los hogares y en las escuelas. “Cuando hay desayuno, los muchachos
vienen, cuando no, los pupitres se quedan vacíos”, reconoció el profesor Jesús,
de un liceo oficial de Maracaibo. Huérfanos por todos lados, niños, niñas y
adolescentes.
El padre Carlos, de San Félix,
informa con dolor que el lunes 12 de marzo murió un niño de 2 años en Las
Parcelitas, km 17 vía El Pao. Tenía malaria y no recibió el tratamiento
adecuado. Nadie tiene que morir por paludismo, se puede tratar, pero el
gobierno no ofrece ni lo mínimo para evitar estas muertes que pueden
prevenirse. Orfandad a los 2 años.
En el Hospital Universitario
Pedro Emilio Carrillo, de Valera, estado Trujillo, murieron tres neonatos en
medio de un apagón eléctrico. Hay planta de emergencia, pero esta tarda en
arrancar y los más delicados no siempre aguantan estas interrupciones de
energía. Una nota del 15 de marzos del sitio web El Pitazo advierte que
hay 17 más en riesgo. El colapso eléctrico, en un país que antes exportó
energía a Colombia y Brasil, tiene su origen en la falta de mantenimiento del
sistema, en la falta de conocimiento de la complejidad del mismo, en la falta
de inversión. Orfandad que no permite que niños lleguen a gatear.
Huérfanos no es sólo el niño
que perdió a sus padres porque murieron, lo son también por falta de políticas
integrales de protección, por ceguera, por sordera. ¿Quién gobierna para los
niños?
16-03-18
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