Por Panorama
La vuelta de página que
plantea Francisco Rodríguez, principal asesor económico de Henri Falcón, es
total en la economía. Propone: desmontar el control cambiario, dolarizar los
sueldos, revisar las expropiaciones, acudir al Banco Mundial, a la CAF al BID y
al mismísimo FMI en busca de financiamiento, revisar los subsidios a la
gasolina y la electricidad, con una condición: “No aplicar un paquetazo
como el de los ochenta”.
En diálogo con PANORAMA,
Rodríguez explica cómo rasgarán el velo de pasar del bolívar al dólar porque
asegura que “con hambre no hay soberanía”.
— ¿Cómo es una transición en
lo económico ante semejante crisis, no le parece que tendría unos tiempos
distintos a los de una transición política, en medio de semejante crisis?
— ¿De qué se trata la transición en lo económico?, nosotros queremos construir una economía moderna en la que el sector privado sea el principal actor del crecimiento, donde exista un Estado fuerte que regule y que haga las cosas que debe hacer, un estado que pueda invertir en salud, en infraestructura, pero donde el vigor del crecimiento, de la productividad, de la innovación lo tenga el sector privado. Nuestra economía está totalmente en ruinas (…) Hay que desmontar un entramado muy complejo y hay que hacerlo garantizando el bienestar y la seguridad económica de los venezolanos, que en este momento por las políticas y los errores del “madurismo” está sumido en la pobreza y muy alta vulnerabilidad.
En este sentido, vamos a eliminar el control de cambio, eso que solo sirve para la corrupción, eso se puede hacer bastante rápido, vamos a flexibilizar los controles de precios para mantenerlos solo sobre bienes esenciales de primera necesidad y solamente en aquellos casos que sean compatibles para que los viene se sigan produciendo, no tiene sentido controles de precios que le pongan precios máximos a bienes que no existen, que no están en los anaqueles.
Nuestra política económica estará dirigida a generar salarios más altos y dirigir subsidios directos hacia las familias más necesitadas, a través de programas como la tarjeta solidaria en la cual los venezolanos recibirán subsidios (…).
— ¿En qué se diferencia un
paquete económico expansivo, como el que plantea, a los paquetazos del FMI?
— Es algo totalmente diferente. Entorno al FMI, en los años ochenta en América Latina, se vio un estilo sumamente contractivo, esas ya no son las políticas del FMI, ya tiene una visión distinta de la economía, justamente lo que nosotros queremos evitar es tener ese tipo de programas, como el de 1989, el cual causó una enorme inestabilidad política que minó las bases del programa (…) Nosotros no aplicaremos un paquetazo de los ochenta.
— ¿Explíquenos cómo sería la
estrategia de dolarización, porque también se ha planteado cohabitar
bolívar-dólar?
— Es muy simple. Tenemos dos caminos para su implementación: primero, se cambian todos los depósitos y el dinero que hay en circulación en la economía a dólares a una tasa de cambio que, si implementáramos el programa hoy, estaría aproximadamente a Bs. 70.000 por dólar, que puede ser más alta cuando asumamos, porque el tipo de cambio paralelo crece de forma desorbitada, quién sabe en qué nivel estará a finales de año y si para diciembre el paralelo está a Bs. 2 millones, evidentemente no dolarizaríamos a ese precio, dolarizaríamos a Bs. 600 mil o Bs. 700 mil (…) La idea es ofrecerle a los venezolanos una tasa muy favorable, en comparación con el paralelo, hemos hecho los cálculos y hay más que suficientes reservas internacionales para hacer esa conversión.
Esa es una parte, lo segundo es que el sector público migra totalmente a dólares y los salarios del sector público se pagan en dólares y los compromisos del sector público también, pero también los impuestos que paga la gente pasan a dólares, luego está la adecuación de la economía privada a dólares que se hace bajo un esquema voluntario, pero eso sí, con un salario mínimo que va a estar fijado en dólares con un tipo de cambio que se va a mantener estable.
— ¿El tipo de cambio variaría?
— No. Sería fijo a partir de su implementación, lo que puede variar es la tasa de conversión a partir del momento en que apliquemos la dolarización, ahorita tenemos un paralelo en Bs. 230 mil, entonces en este momento pensamos en una tasa de cambio de alrededor de Bs. 70 mil, pero para diciembre, asumiendo por un momento que la transición sea en diciembre, el tipo de cambio paralelo llegue a dos millones habrá una tasa superior, pero cuando se fije no variará, será la tasa de conversión a la cual el BCV se compromete a canjear cualquier bolívar que quede en circulación, y la única razón de que lo estamos haciendo así es que no lo queremos hacer obligatorio, si hay personas que quieren seguir circulando en bolívares lo pueden hacer, pero el sector público va a funcionar en dólares y todos los que quieran cambiar sus depósitos por dólares podrán ir al BCV a hacerlo (...)
— ¿Por qué usted ha hablado de
diciembre para implementar el plan, ese sería el tiempo necesario, contado
desde mayo u por otra razón?
— No, no. Hablo de diciembre por dos razones: uno, como un ejemplo para que visualicemos que si no se hiciera nada de aquí a fin de año el tipo de cambio podría llegar a un nivel mucho más alto, ahora también es cierto que, de acuerdo con la Constitución, el cambio de Gobierno se da en enero, ese sería el peor escenario, el que tuviéramos que esperar para recibir la presidencia en enero, si ese es el paso, la oportunidad de implementar esto comienza en enero del 2019.
No soy un vocero en materia política en la campaña, pero nosotros estamos manejando escenarios en los cuales, como producto de la negociación y de la manifestación evidente de la voluntad popular y de la urgente necesidad de cambio se llegue a una negociación para que Maduro acepta entregar el poder antes del final de su período presidencial y asumamos tan temprano como el 21 de mayo, de hecho eso es lo que vamos a plantearle al Gobierno, el día que pierdan las elecciones tenemos que entender que aquí hay una crisis económica que tenemos que atender, que el Gobierno de Maduro no tiene la menor capacidad de hacerlo, que los venezolanos le dijeron que se vaya (…). Nosotros nos manejamos con un escenario de que la entrega sea el 21 de mayo, pero también en enero del 2019.
— ¿Ustedes están plenamente
dispuestos a correr el velo histórico de que el Libertador dé el nombre a
nuestra moneda en favor de la dolarización?
— Se le hace un flaco servicio a la memoria del Libertador al asociar su nombre a una moneda cuyo valor ha quedado totalmente destruido. El Gobierno del presidente Maduro destruyó el valor del Bolívar Fuerte, después de la destrucción del Bolívar original del Gobierno anterior; más bien pensamos que tiene más sentido no ponerle el nombre del Libertador a una moneda que se devalúa constantemente porque la figura del Libertador debe crecer (…) Con hambre no hay soberanía.
— ¿Cómo se manejaría un
Gobierno de Falcón en el tema de la deuda en el actual contexto del
default?
— Este Gobierno destruyó la capacidad de pago del país porque destruyó la industria petrolera, tenemos una caída de 1,2 millones de barriles/día en la producción durante el Gobierno de Maduro, este país necesita tiempo para recuperarse, vamos a plantearle a los tenedores de bonos que necesitamos un tiempo para recuperarnos, necesitamos un alivio y eso quiere decir que vamos a reducir sustancialmente el pago del servicio de deuda en los próximos años, les haremos un planteamiento ganar-ganar (…) Dentro de 3, 4 o 5 años esta va a ser una economía mucho más vigorosa y eso quiere decir que podremos invertir nuestro dinero en la recuperación de nuestra economía para que con la recuperación de la industria petrolera, con una economía cuya producción está en dólares, con un sector exportador repotenciado, con un sector industrial que vamos a apoyar para bajar las importaciones, entonces vamos a estar en condiciones de pagar la deuda, pero no ahora.
— ¿Pero igual necesitamos más
financiamiento, de dónde vendría?
— Con una reestructuración de deuda como la que vamos a plantear se logra financiamiento, planteamos cambiar nuestra deuda existente, por una deuda que tiene períodos de gracia, pero no quiero hablar de cuántos años será ese período de gracia, ni cuáles van a ser los intereses de esa deuda porque eso debe ser producto de la negociación, pero cuando se haya culminado esa negociación con los tenedores y con períodos de gracia más largos, vamos a poder recuperar el acceso a mercados internacionales, vamos a hablar con todos los organismos y acreedores multilaterales, bilaterales que nos puedan ayudar (…) Vamos a ir al Banco Mundial, al BID a la CAF y al FMI, también hablaremos con China, con Rusia, con la India, con todo el que esté dispuesto a ayudarnos, a prestarnos dinero, siempre que esos recursos no vengan acompañados de un compromiso de nuestros recursos serán bienvenidos (…).
— ¿Para levantar la producción
de petróleo ustedes estarían dispuestos a cambiar las reglas de juego del
sector, es decir, más participación a la empresa privada?
— Sí, claro, definitivamente hay que darle más espacio a la empresa privada. El principal problema de la producción petrolera venezolana es que tanto Pdvsa, como los socios de las empresas mixtas, no se les dejó trabajar, no se les dejó invertir, estas empresas estaban “sobregravadas” el Gobierno les quitaba todo lo que podía. El Gobierno llenó a Pdvsa de todo tipo de responsabilidades que no tienen nada que ver con la industria petrolera, cuando los precios subieron inventó leyes de ganancias extraordinarias para quitarles todos los ingresos, no solo a Pdvsa, sino a las empresas mixtas.
El Gobierno puso a Pdvsa a emitir bonos para alimentar el mercado cambiario, para que el tipo de cambio no se depreciara, una total locura en la cual se alimentó el despilfarro de Cadivi, estimulando el sobreuso de dólares que pudimos haber ahorrado para momentos difíciles de nuestra nación, toda esa plata venía de Pdvsa (…) Entonces hay que separar al Gobierno de Pdvsa. El Gobierno es el dueño de Pdvsa y seguirá siéndolo, eso es incuestionable, ahora hay que tener una gerencia profesional, tienes que tomar decisiones para hacer a tu empresa competitiva y el Estado lo que tiene que hacer es gastar el dinero que le dé Pdvsa, en base a una tributación y una regalía que sea compatible para dejarle a Pdvsa suficiente dinero para invertir (…) Hay que cambiar la estructura de relación entre Pdvsa y las empresas mixtas.
— ¿Esos gravámenes bajarían a
la mitad o hasta más?
— No, en este momento no me plantearía una reducción del Islr petrolero o la regalía, sí me plantearía la derogación de la ley sobre ganancias exorbitantes, de forma de permitir que cuando los precios sean altos las empresas sean capaces de reinvertir, también plantearíamos firma de contratos de estabilidad jurídica para la inversión extranjera, de forma que cualquier cambio que ocurra en la legislación posterior, sino beneficia al inversionista, entonces tiene derecho a mantener las tasas tributarias bajo las cuales entró. Me concentraría más en eliminar la distorsión cambiaria y macroeconómica, en eliminar los impuestos regresivos, en eliminar las contribuciones sociales de Pdvsa, que tendría que hacer el Estado con los recursos de la industria, no directamente Pdvsa.
El otro elemento importante es en términos de la propiedad de empresas mixtas, estamos de acuerdo en bajar la participación de Pdvsa en las empresas mixtas, plantearíamos a la AN una modificación a la Ley de Hidrocarburos para que inversionistas extranjeros puedan tener control mayoritario, eso de hecho se está dando, el Gobierno ha tenido que inventar mecanismo a través de los cuales, con una mezcla de endeudamiento, se le da una participación mayor en la producción a las empresas extranjeras, pero no se ha dado a través de control operativo (…).
— ¿Cuántas de las empresas que
ahorita maneja el Estado, como las de telecomunicaciones, banca, etc, volverían
a manos privadas en un Gobierno de Falcón?
— Revisaremos las condiciones de cada una de las empresas en manos del Estado. Lo que sí te puedo decir es que no conozco a ninguna empresa del Estado, con excepción de Pdvsa, que ni siquiera esté operando (…) Pdvsa va a seguir en manos del Estado, esa es una decisión fundamental, el petróleo es nuestro (…)
Hay casos de bancos del Estado que compró, que creo no deba tener, por ejemplo bancos comerciales, eso no tiene ni pies, ni cabezas, el Estado debe tener bancos industriales que ayuden.
También hay casos como el de Corpoelec, cuyo problema es de tarifas, yo estaría totalmente de acuerdo en tener participación privada en Corpoelec (…) Las actuales tarifas, al igual que el precio de la gasolina y de otros servicios públicos no permiten generar suficientes recursos para invertir y mantener la capacidad productiva y además tampoco incentivan un ahorro de recursos (...).
Cómo salimos de esto, nosotros tenemos que ajustar las tarifas de los servicios públicos, como electricidad y gasolina, pero tenemos que hacerlo en sintonía con la recuperación del salario, no podemos cobrar precios internacionales si tenemos salario de tres dólares, ahora, con el esquema de dolarización vamos a ir hacia salarios mínimos mucho más altos, estimamos que a lo largo de los primeros cuatro años de Gobierno vamos a converger a un salario mínimo como el promedio de América Latina, que es de 400 dólares, entonces debemos tener un esquema en el que las tarifas de los servicios públicos vayan ajustándose proporcionalmente a la recuperación del poder adquisitivo (…)
25-03-18
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